Un grupo de 11 inmigrantes, entre los que había siete niños, se salvaron de morir ahogados después de que la balsa en la que trataban de cruzar el Río Grande se volteara.
Los inmigrantes fueron rescatados por agentes de la Patrulla Fronteriza el lunes por la noche después que agentes que se encontraban patrullando en una zona cercana a McAllen, Texas, vieran en el agua a varias personas que luchaban para mantrenerse a flote.
Al acercarse vieron que se trataba de varios niños, de los cuales cinco eran menores de nueve años, incluyendo un bebé de un año de edad.
Los inmigrantes rescatados eran de Honduras y Nicaragua.
El incidente ocurrió como resultado de que los coyotes volcaron la balsa cuando usaron un vehículo para devolverlo a México. Los contrabandistas habían atado su balsa a un vehículo que estaba en el lado mexicano del río, una táctica usada para hacer la recuperación de la balsa más fácil. Cuando los contrabandistas arrastraron la balsa a una alta velocidad, los ocupantes de la balsa fueron arrojados violentamente al agua.