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Un millón de personas han muerto por COVID-19 en todo el mundo. Así cambió el coronavirus nuestras vidas

La pandemia supera en solo nueve meses las muertes anuales por sida y otras enfermedades. Y con la llegada del otoño las perspectivas se oscurecen pese a todo lo aprendido luchando por salvar un millón de vidas.
/ Source: Telemundo

Un millón de personas han fallecido en todo el mundo a causa del COVID-19, según el conteo de la Universidad Johns Hopkins de este lunes. 

Alcanzada en solo nueve meses, esta cifra supera las 690,000 por el sida o las 400,000 por malaria en todo 2019; y están justo por detrás de las 1,5 millones de muertes por tuberculosis en 2018, según la Organización Mundial de la Salud.

[Casi un millón de personas han muerto por COVID-19 en todo el mundo. Pero millones sobrevivirán gracias a lo aprendido de esas tragedias]

De este a oeste, la pandemia de coronavirus hundió las economías y transformó nuestra forma de relacionarnos. Cerró escuelas y negocios, detuvo a las industrias del deporte y el entretenimiento. Hizo caer hasta los Juegos Olímpicos.

Una víctima del COVID-19 en India.
Trabajadores de la salud llevan el cuerpo de una víctima de COVID-19 para su cremación en Gauhati, India, el jueves 10 de septiembre de 2020.AP/Anupam Nath

Cerca de 5,000 personas fallecen cada día por esta enfermedad, el equivalente a una muerte cada 17 segundos en algún lugar del mundo.

Y la pandemia está lejos de haber terminado. Con la llegada del otoño en la mitad norte del planeta, se esperan más muertes

Los efectos fueron globales, pero también personales. El virus cambió la forma en que socializamos, trabajamos e incluso nuestra forma de vestir. Cambió la forma en que cuidamos de nuestros seres queridos. Nuestra forma de amarnos.

En España, uno de los países más afectados, las residencias de ancianos fueron aisladas del mundo exterior durante meses en un esfuerzo por protegerlas.

Agustina Cañamero y Pascual Pérez en Barcelona, España.
Agustina Cañamero, 81 años, y Pascual Pérez, 84, se besan a través de una lámina de plástico para prevenir la propagación del coronavirus COVID-19 en un asilo de ancianos en Barcelona, España, el lunes 22 de junio de 2020.  AP/Emilio Morenatti

Cambió nuestra forma de llorar a nuestros seres queridos.

Muchas personas no pudieron despedirse de ellos debido a las restricciones de los hospitales; otras los sostuvieron en sus últimos momentos, envueltos de pies a cabeza en un equipo de protección.

Romelia Navarro, 64 años, abraza a su marido, Antonio, en sus últimos momentos.
Romelia Navarro, 64 años, abraza a su marido, Antonio, en sus últimos momentos en una unidad COVID-19 del Centro Médico St. Jude en Fullerton, California, el viernes 31 de julio de 2020. AP/Jae C. Hong

Ni los países más poderosos se libraron. Estados Unidos ha sido el país más afectado del mundo con más de siete millones de infecciones y más de 200,000 muertes, situación que refleja "la falta de éxito en la contención de este brote", en palabras del experto médico Anthony Fauci.

El panorama es sombrío también en Europa, que ya está siendo alcanzada por una segunda ola.

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Las restricciones sanitarias adoptadas por los Gobiernos -como confinamientos selectivos, cierre de bares y restaurantes o prohibiciones de reuniones- han hecho enfurecer además a parte de la población en algunos países.

Memorial coronavirus en España.
Memorial a las víctimas del coronavirus en Madrid, España, el 27 de septiembre de 2020. AP/Manu Fernández / AP

Oriente Medio y Asia no se quedan atrás. Este lunes, India, el segundo país más poblado del mundo, alcanzó los 6 millones de casos, justo por detrás de Estados Unidos. El total de muertes es ahora de más de 95,000 allí, frente a las 200,000 en EE.UU.

Los nuevos casos en el país se notifican con mayor rapidez que en cualquier otra parte del mundo. Se espera que la India se convierta en el país más afectado por la pandemia en las próximas semanas.

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Mientras tanto, en México, que acumula más de 730,000 casos y más de 76,000 muertes, las autoridades aseguraron que no se dispondrá de datos definitivos sobre el número de muertos hasta en “un par de años”.

Cementerio Chalco, Ciudad de México.
Lucas López, de 9 años, acompaña a su padre sepulturero, en una sección del Cementerio Municipal de Valle de Chalco, en las afueras de la Ciudad de México, el martes 22 de septiembre de 2020.  AP/Rebecca Blackwell

Señales esperanzadoras

Gracias a los desesperados esfuerzos por salvar vidas los científicos entienden ahora mejor cómo tratar y prevenir esta enfermedad. Y con ello, millones de personas podrán sobrevivir.

Se sabe que la dexametasona y otros esteroides similares mejoran la supervivencia cuando se usan en pacientes hospitalizados que necesitan oxígeno extra, pero podrían ser perjudiciales para los pacientes menos enfermos.

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Un medicamento antiviral, el remdesivir, puede acelerar la recuperación de los pacientes gravemente enfermos, reduciendo en cuatro días la estancia media en el hospital. 

Escuela Brasilia, Brasil.
Los estudiantes con mascarilla para frenar la propagación del coronavirus asisten a clase mientras que otros asisten a distancia, en una escuela privada en Brasilia, Brasil, el lunes 21 de septiembre de 2020. . AP/Eraldo Peres

Expertos aún están investigando el plasma convaleciente, que consiste en usar sangre rica en anticuerpos de los sobrevivientes para tratar a otros. Ningún estudio grande y de alta calidad ha probado esto lo suficientemente bien para saber si funciona.

Menores índices de mortalidad

La verdadera letalidad del virus —la tasa de mortalidad por infección— aún no se conoce, porque los científicos no saben cuántas personas lo han sufrido sin mostrar síntomas. Lo que se suele informar son las tasas de mortalidad, es decir, la porción de personas que han dado positivo en las pruebas y luego han muerto. 

Personas con mascarilla en un club nocturno en Madrid, España.
Personas con mascarilla en un club nocturno en Madrid, España, el sábado 25 de julio de 2020. AP/Manu Fernández

Una de las razones es el cambio demográfico: estos días la mayoría de los casos son en personas jóvenes que tienen menos probabilidades de morir por su infección que las personas mayores.

El aumento de las pruebas también está jugando un papel: a medida que se detectan más personas con síntomas leves o sin síntomas, se amplía el número de infecciones conocidas y se reduce la proporción de las que resultan mortales, de acuerdo con el científico Cyrus Shahpar, quien trabajó para los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC, en inglés).

El futuro

La mejor manera de evitar morir por el coronavirus sigue siendo evitar contraerlo, y la experiencia ha demostrado que las medidas sencillas que recomiendan las autoridades sanitarias funcionan.

Usar mascarilla, lavarse las manos, mantener una separación de al menos seis pies y desinfectar las superficies "claramente están teniendo un efecto positivo" en frenar la propagación, aseguró Fauci.

Si más gente se atiene a medidas de sentido común como cerrar los bares, "deberíamos mejorar nuestra capacidad para manejar esto" y evitar más muertes, señaló Shahpar,"debería llevar más tiempo llegar al siguiente millón, si alguna vez sucede".

Entierro en Perú.
Familiares de Manuela Chávez, quien falleció por síntomas relacionados con el coronavirus a los 88 años, durante un servicio de entierro en la comunidad indígena shipibo de Pucallpa, en la región peruana de Ucayali, el lunes 31 de agosto de 2020.AP/Rodrigo Abd

Con información de AP.