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"¿Quién sabe qué Administración será?": Trump no acepta la derrota pero sugiere por primera vez que no será reelecto

En sus primeras declaraciones desde que Joe Biden fue proyectado como el nuevo presidente electo, Trump evitó hablar de su derrota. Pero al describir su plan de no volver a cerrar el país por el COVID-19, sugirió que está consciente de que otra Administración entrará a la Casa Blanca en 2021.

En su primera alocución pública desde que el sábado pasado Joe Biden fue proyectado como presidente electo, el presidente saliente, Donald Trump, apareció este viernes desde la Casa Blanca, donde por primera vez sugirió que la Administración que entrará a la Casa Blanca en enero de 2021 puede ser diferente a la suya.

Trump, quien se ha negado a conceder la elección y continúa retanto los resultados en las cortes, sugirió que es posible que no sea reelegido, al asegurar que su Administración no ordenará un nuevo cierre por la crisis sanitaria del COVID-19.

"No lo haré, esta Administración no impondrá un cierre. Con suerte, pase lo que pase en el futuro —¿quién sabe qué Administración será? Supongo que el tiempo lo dirá—, pero puedo decirles que esta Administración no impondrá un cierre", dijo desde el Jardían de las Rosas. 

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La voluntad del mandatario de sugerir que podría haber una Administración diferente el próximo año es lo más lejos que ha llegado en reconocer los resultados de las elecciones. Si bien no fue más ni dijo públicamente que pronto dejaría el cargo, Trump abrió la puerta a una oportunidad.

"Esta Administración no atravesará, bajo ninguna circunstancia, no atravesará por un cierre, pero estaremos muy atentos. Muy cuidadosos", dijo.

Volvió a pintar un cuadro positivo de la pandemia 

El tema de su comparecencia pública fue la pandemia. En la media hora que tomó el discurso, donde estuvo acompañado de funcionarios de Salud, Trump volvió a pintar un panorama positivo de la crisis sanitaria.

Aseguró que la vacuna de la farmacéutica Pfizer, resultado parcial de las gestiones de su Administración “se distribuirá rápidamente”. El presidente había prometido hace meses que habría una vacuna lista para antes de la elección.

El mandatario se concentró en promocionar los "resultados" de la Operación Warp Speed, una asociación público-privada iniciada por su Administración, para facilitar y acelerar el desarrollo, la fabricación y la distribución de vacunas, terapias y diagnósticos contra el COVID-19.

Trump dijo estar "orgulloso" del manejo que su Administración ha hecho con la pandemia. 

Hasta este viernes, en Estados Unidos han fallecido más de 240,000 personas y hay más de 10 millones de contagios. Los casos siguen en aumento en al menos 42 estados del país.

Biden pidió este viernes a la Administración Trump que tome "medidas urgentes" para combatir la pandemia "comenzando con un reconocimiento de la gravedad de la situación actual".

"Soy el presidente electo, pero no seré presidente hasta el próximo año. Se necesita una acción urgente hoy, ahora, por parte de la Administración actual, comenzando con un reconocimiento de la gravedad de la situación actual ", dijo el demócrata.

"Poco interés"

Reportes recientes de la agencia AP citaron a colaboradores que aseguraron que Trump se había desentendido públicamente de la lucha contra el coronavirus cuando la enfermedad arrasa Estados Unidos porque "está furioso" porque el anuncio sobre los avances en la creación de una vacuna contra el COVID-19 se hizo después de la jornada electoral.

Expertos en salud pública temen que la negativa de Trump a tomar medidas enérgicas contra la pandemia o a coordinar con el equipo de Biden en los últimos dos meses de su presidencia sólo agravarán los efectos del virus y serán un obstáculo para la rápida distribución de la vacuna el año próximo.

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El equipo de trabajo de la Casa Blanca contra el coronavirus se reunió el lunes por primera vez después de las elecciones. Los funcionarios analizaron las cifras crecientes y la promesa de una vacuna creada por Pfizer. 

Si embargo, Trump -que no participa de las reuniones- sigue obsesionado por los resultados electorales y no se ha pronunciado sobre el aumento reciente de casos a pesar de que las autoridades estatales y locales buscan soluciones y los hospitales temen que les faltará capacidad para atender a los enfermos.

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Ante los más de 100,000 casos nuevos reportados diariamente desde hace una semana, Trump se ha concentrado en la vacuna, que estará disponible en varios meses más.

Se ha quejado si ofrecer pruebas de que Pfizer ocultó intencionalmente la noticia sobre los avances en su vacuna hasta después de la jornada electoral, de acuerdo con un funcionario de la Casa Blanca que habló bajo la condición de anonimato por no estar autorizado a hablar públicamente. Pfizer lo niega.

 

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Trump ha sido sistemático en restar importancia a la pandemia que ha causado más de 240,000 muertes y 10 millones de casos en el país. Los expertos en salud pública han expresado preocupación ante su silencio y la negativa a coordinar con el equipo de transición de Biden.

“Es un problema grave”, dijo Abraar Karan, experto en salud global de la Facultad de Medicina de Harvard. “La transición sólo se producirá en enero y estamos en crisis total en este momento. Ya sabemos hacia dónde va esto", añadió. "no basta decir que esperaremos a que asuma el nuevo presidente para enfrentarlo”.