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Trump hizo "esfuerzos deliberados" para socavar la respuesta al COVID-19 mientras estuvo en la Casa Blanca, según informe

La investigación encontró que la Casa Blanca silenció a funcionarios y rechazó repetidamente las recomendaciones de salud pública sugeridas por los principales expertos en enfermedades infecciosas del país.

Por Rebecca Shabad - NBC News

El Gobierno del expresidente Donald Trump realizó "esfuerzos deliberados" con fines políticos para socavar la respuesta de Estados Unidos frente a la pandemia del COVID-19, concluyó un informe del Congreso publicado este viernes.

La investigación, elaborada por el subcomité selecto de la Cámara de Representantes que investiga la respuesta del país frente a la pandemia, indica que la Casa Blanca anuló repetidamente las guías sobre las pruebas de COVID-19 y las recomendaciones de salud pública de los principales expertos en enfermedades infecciosas del país, y silenció a los funcionarios para promover la agenda política de Trump.

En agosto del año pasado, por ejemplo, Trump mantuvo una reunión en la Casa Blanca con personas que promovían la estrategia de la inmunidad de rebaño (o colectiva) impulsada por Scott Atlas, asesor especial de la Casa Blanca.

El subcomité obtuvo un correo electrónico enviado antes de esa reunión en el que Deborah Birx, coordinadora de la respuesta de la Casa Blanca frente al COVID-19, decía a Marc Short, jefe de gabinete del vicepresidente, que se trataba de "un grupo marginal sin conocimiento en epidemias, salud pública o experiencia de sentido común sobre el terreno". 

Pocos meses más tarde, en octubre, Francis Collins, director de los Institutos Nacionales de Salud, pidió "un rápido y devastador desmantelamiento público" de la estrategia de inmunidad colectiva, según los correos electrónicos obtenidos y publicados por el subcomité.

En una entrevista con el subcomité, Birx dijo que cuando llegó a la Casa Blanca en marzo de 2020, más de un mes después de que Estados Unidos declarara la emergencia de salud pública por la pandemia, se enteró de que los funcionarios federales aún no se habían puesto en contacto con algunas de las mayores empresas estadounidenses que podrían suministrar las pruebas contra el COVID-19.

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Birx también afirmó al panel que Atlas y otros funcionarios de Trump "debilitaron a propósito la guía de pruebas de coronavirus de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) en agosto de 2020 para ocultar la rapidez con la que el virus se estaba extendiendo por el país", revela el informe.

La guía modificada indicaba que las personas asintomáticas no necesitaban someterse a las pruebas, un consejo que era "contrario a las recomendaciones consensuadas con base científica", añadió.

"Birx declaró que estos cambios se hicieron específicamente para reducir la cantidad de pruebas que se hacían", agregó.

Altas no respondió a las solicitudes de comentarios hechas por NBC News, cadena hermana de Telemundo.

El subcomité también halló en su investigación que, bajo el mando de Trump, la Casa Blanca bloqueó por más de tres meses las peticiones de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de conducir sesiones informativas.

Esa medida siguió a una presentación a finales de febrero de 2020 en la que un alto funcionario de los CDC "advirtió con precisión a la población sobre los riesgos que suponía el coronavirus", aseguró.

Presión para autorizar tratamientos ineficaces

Otro oficial de los CDC afirmó al panel que la agencia pidió desarrollar otra sesión en abril de 2020 con la recomendación de usar mascarillas de tela y presentar evidencia de casos y muertes entre niños por COVID-19 pero la Casa Blanca se negó.

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Funcionarios de los CDC también declararon que las solicitudes de los medios de comunicación para entrevistarles eran rechazadas durante ese tiempo, indicó el reporte del subcomité.

Documentos obtenidos por los investigadores también muestran que los designados políticos de Trump trataron de presionar a la Administración de Medicamentos y Alimentos (FDA, por sus siglas en inglés) para autorizar tratamientos ineficaces para el COVID-19 que el presidente estaba impulsando, entre ellos la hidroxicloroquina y el plasma de personas convalecientes, pese a las objeciones de científicos, sostiene el informe.

Además, el doctor Steven Hatfill, un consejero del exasesor de comercio de la Casa Blanca, Peter Navarro, "en la primavera de 2020 se opuso a iniciativas para comprar suministros como mascarillas N95 solo porque los productos no estaban hechos en Estados Unidos", reveló el subcomité.

Designados políticos de Donald Trump presionaron a la FDA para que autorizara tratamientos ineficaces para el COVID-19, revela informe. Foto de archivo: 21 de julio de 2020.
Designados políticos de Donald Trump presionaron a la FDA para que autorizara tratamientos ineficaces para el COVID-19, revela informe. Foto de archivo: 21 de julio de 2020.Evan Vucci / AP

En una declaración brindada a NBC este viernes, Hatfill aseguró que la Administración empezó a abastecerse de material de protección para el personal a principios de 2020. Aseveró que "la opción más lógica y eficiente era buscar ayuda de fabricantes basados en Estados Unidos".

"En ese momento los especuladores estaban ofreciendo, directamente a la población, material de protección defectuoso y fraudulento a precios inflados", dijo.

"Incluso estados como California y Nuevo México fueron presas de esas estafas, pero no teníamos tiempo que perder a nivel federal. Incluso un corto retraso podría costar miles de vidas. Ese era un riesgo que no estábamos dispuestos a correr. Nuestra decisión de comprar bienes estadounidenses salvó vidas y dinero de los contribuyentes de Estados Unidos", agregó.

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El doctor Jay Butler, un alto funcionario de los CDC que ayudó a supervisar la respuesta de la agencia al COVID-19 en la primavera de 2020, contó en una entrevista con el subcomité que la Administración de Trump publicó en mayo guías para las comunidades religiosas "que suavizaron varias recomendaciones de salud pública muy importantes", como quitar las indicaciones a mascarillas, la sugerencia de suspender los coros y el lenguaje referido a las ceremonias virtuales.

Butler aseguró al panel que "la preocupación que tenía sobre estadounidenses enfermando y probablemente muriendo por confiar en esas guías maquilladas 'le atormentarán por algún tiempo'", señaló el informe.

Las revelaciones contenidas en el reporte llegan mientras los casos de COVID-19 aumentan en todo el país y cuando Estados Unidos lucha contra las variantes delta y ómicron.