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¿Recibirá un ‘pasaporte’ cuando se vacune del coronavirus? Para su empresa, ir al cine, el tren y el avión...

Expertos trabajan a contrarreloj para desarrollar un app que certifique la vacunación, pero habrá otro método para que el plomero pueda atender la casa de un anciano o situaciones similares.
/ Source: Telemundo

Por David Ingram – NBC News

Es una idea intuitiva: una aplicación digital que proporcione la prueba de que una persona ha recibido la vacuna contra el COVID-19 

Muchos expertos están trabajando para hacerla realidad. Empresas de todos los tamaños han estado invirtiendo recursos en ello: Microsoft, las principales aerolíneas, Ticketmaster, destacadas organizaciones sin fines de lucro, compañías de seguridad y empresas de tecnología... todas están trabajando en el desarrollo técnico de lo que algunos llaman pasaportes de vacunas.

Apple y Google también han participado en discusiones sobre cómo crear certificados digitales de vacunas contra el COVID-19, de acuerdo con lo dicho por fuentes, pero no han anunciado planes en concreto.

Pero entre bastidores, la situación de los registros médicos, las preocupaciones por el resguardo de la privacidad y el propio virus en sí, hacen que sea poco probable que esta opción esté disponible en los próximos meses, aseguran los expertos.

"Esto es algo en lo que casi nadie puede concentrarse en este momento", dijo Rebecca Coyle, directora de la Asociación Americana de Registro de Inmunizaciones. Coyle dijo que los certificados digitales de COVID-19 pueden parecer "una linda joya", pero puede que no sean una realidad hasta dentro de muchos meses.

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Los desafíos están marcados por la forma en que la pandemia ha dejado al descubierto la brecha entre lo que los expertos esperan lograr el desarrollo y las crudas realidades de la respuesta a una crisis nacional. Aunque todos los estados y algunas ciudades mantienen bases de datos de vacunas, pocos de ellos hasta ahora han estado dispuestos o han sido capaces de adoptar aplicaciones digitales de vacunas.

Y con personas listas para empezar a recibir las vacunas contra el COVID-19 tan pronto como este mes, la prueba de que la recibieron vendrá en una tecnología más antigua: el papel.

Las tarjetas amarillas de papel se han usado durante años como prueba de que la gente ha sido vacunada. A los viajeros internacionales que se vacunan contra la fiebre amarilla se les dan certificados sellados y firmados para que los lleven en sus viajes.

"Es lo mismo que hicieron en 1918", dijo Billy Sparks, cofundador de Vacmobile, una nueva empresa de Atlanta que es una de las muchas compañías y organizaciones que trabajan para hacer realidad los certificados digitales de inmunización. Su aplicación se está probando, por lo que no estará lista para un despliegue con la potencial primera ola de vacunas en Estados Unidos.

La probabilidad de que los certificados de COVID-19 sean sólo de papel, al menos al principio, parece ridícula para algunos.

"Como país, hemos hecho la transición del cuidado de la salud de papel a registros digitales. Y ahora que estamos en esta crisis de salud pública, deberíamos utilizar esa infraestructura que construimos, sin volver a la tecnología de décadas o incluso siglos pasados", dijo Ben Moscovitch, de la organización sin fines de lucro Pew Charitable Trusts.

Una encuesta realizada este año por Pew Charitable Trusts encontró que 61% de los adultos dijeron que les gustaría poder descargar su historial médico en aplicaciones móviles para gestionar su salud.

Las aerolíneas como prueba de ensayo

Pero la creación de un certificado digital de vacunas ha resultado ser una tarea agotadora, incluso cuando se han digitalizado otros tipos de registros médicos y cada vez más personas se acostumbran a almacenarlos en sus teléfonos inteligentes.

Una red de empresas tecnológicas llamada Iniciativa de credencial del COVID-19 está tratando de establecer normas para los certificados de vacunas, mientras que el Commons Project, una organización sin fines de lucro, está trabajando con el Foro Económico Mundial en un certificado de salud digital que ha sido sometido a pruebas, algunas de ellas en vuelos entre Hong Kong, Singapur, Londres y Nueva York.

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Microsoft ha publicado un marco de referencia que, según dice, permitiría a los consumidores "almacenar y gestionar sus propios registros de vacunación o de laboratorio de COVID-19, y presentar estos registros a otra parte de forma verificable". La compañía ha publicado detalles y un video en línea.

"Los casos de uso clave incluyen la transmisión de registros de vacunación o el estado de infección en un momento determinado para regresar al lugar de trabajo o viajar", dijo la compañía en un comunicado.

Apple y Google han participado en discusiones similares sobre los certificados de vacunas digitales de COVID-19, dijeron los expertos, pero las compañías no han anunciado ningún plan. Se negaron a hacer comentarios.

Un gran obstáculo es que nadie sabe cuánto tiempo puede durar la inmunidad de una vacuna, así que es imposible decir cuánto tiempo de validez tendría una prueba de vacunación.

"¿Cuál es la fecha de caducidad que vamos a poner en ese certificado de vacunación?" preguntó L.J. Tan, jefe de estrategia de la organización sin fines de lucro Coalición de Acción para la Inmunización.

"Sabemos que necesitamos más datos", dijo, añadiendo que los datos podrían no estar disponibles hasta el próximo verano. Los certificados digitales de vacunación son "un poco prematuros".

Incluso, una vez se conoce más detalles sobre las vacunas, los desafíos son numerosos para los que tratan de hacer aplicaciones de COVID-19. No se ha esbozado una estrategia nacional sobre cómo construirlas.

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Los archivos digitales tendrán que ser protegidos contra la falsificación y la suplantación de identidad para que sean válidos para terceros, como las aerolíneas. También tendrán que ser compatibles para todos, ya sean restaurantes o recintos de conciertos. Y tiene que haber una forma segura de transmitir la prueba mientras se mantiene a la gente en control de sus datos, dijeron los defensores de la privacidad.

Una simple foto digital de un registro puede no ser suficiente para creer que alguien ha sido vacunado, dado que puede ser copiado y compartido.

"No puedes simplemente tomar una foto, como un código de barras", dijo Tan.

Los estados tienen los datos, pero poco dinero

Los certificados de vacunas también dependerían de quienes actualmente tienen registros de vacunación: proveedores médicos, como consultorios médicos, y los registros de vacunas que operan a nivel estatal y local. Muchos no tienen los recursos para ayudar con las aplicaciones propuestas.

Los registros de vacunas establecidos por estados y ciudades (la ciudad de Nueva York tiene el suyo, por ejemplo) han existido durante décadas, pero nunca han obtenido el dinero que necesitan para ser completos o para mantenerse al día con los cambios tecnológicos, expresaron los expertos.

Coyle, de la Asociación Americana de Registro de Inmunizaciones, señaló que los registros estatales quieren satisfacer la demanda de certificados digitales de vacunas, pero que además de abordar la falta de recursos, quieren asegurarse de que cualquier sistema cumpla los requisitos de privacidad a los que están acostumbrados, como las normas de intercambio de datos específicos de la salud.

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Dijo que se sentía alentada por el hecho de que Apple y Google hubieran participado en las discusiones sobre los certificados digitales, ya que dichas empresas tienen más experiencia que muchas otras en Silicon Valley en materia de aplicaciones para la salud. Pero dijo que los retos siguen siendo desalentadores, incluyendo la construcción de un sistema para prevenir la falsificación.

"Tienes que desarrollar ese tipo de sistema de autenticación en cualquier aplicación que vaya a ser usada para estos propósitos. Y eso es en realidad un gran desafío. Creo que es un desafío mucho más grande del que la gente se da cuenta", dijo.

Apple ya permite que la gente descargue en sus dispositivos los registros de inmunización y otros registros médicos si sus proveedores tienen acuerdos con Apple. Hay una aplicación similar para el sistema operativo Android de Google, desarrollada por la organización sin fines de lucro Commons Project, y está conectada a 230 sistemas de atención médica. Pero otras aplicaciones en desarrollo podrían tener mayor capacidad, como la de compartir más fácilmente con terceros.

¿Sólo una ilusión?

A algunos les preocupa que las aplicaciones puedan distraer de las prioridades de salud pública o, peor aún, comprometer la privacidad o crear dos clases de personas.

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"Esto es algo que está siendo impulsado por la avaricia de las corporaciones tecnológicas, no por la orientación real de la salud pública", dijo Albert Fox Cahn, director ejecutivo del Surveillance Technology Oversight Project, un grupo de Nueva York que trata el tema de privacidad digital.

Cahn comparó la idea con las aplicaciones de notificación de la exposición al COVID-19 que los tecnólogos idearon al principio de la pandemia, y que no han tenido un gran impacto.  También dijo que no hay garantía de que los registros digitales de vacunas en poder de terceros no terminen en las manos equivocadas.

El gobernador de Nueva York, Andrew Cuomo, y otros han expresado su preocupación  por el hecho de que los registros de vacunas puedan acabar en una base de datos federal accesible a las autoridades de inmigración, por ejemplo.

"Seguimos viendo que el arte de la venta en Silicon Valley se impone a la sombría orientación de la salud pública, y realmente tenemos que dejar de pensar de forma mágica", dijo Cahn, "la razón por la que mucha de esta tecnología parece demasiado buena para ser verdad, es que lo es".

Una empresa emergente de Seattle dijo en un comunicado que planeaba vender certificados digitales de vacunas COVID-19 por hasta 200 dólares no para el embarque en aerolíneas sino "para otras situaciones sociales, como que una persona mayor quiera confirmar que su plomero está vacunado antes de entrar a la casa".

Algunos escépticos pueden estar incitando esa idea. La Organización Mundial de la Salud se ha opuesto a los "pasaportes de inmunidad" para las personas que se han recuperado de Covid-19, debido a la falta de conocimiento sobre la duración de la inmunidad, pero está trabajando con Estonia en posibles "certificados de vacunación electrónica", informó la agencia de noticias Reuters la semana pasada.

Ticketmaster, el gigante de la venta y distribución de entradas, se ha movido en la dirección opuesta. Le dijo a Billboard el mes pasado que estaba explorando la idea  de comprobar el estado de vacunación, pero más tarde aclaró en su sitio web que era "sólo una idea a largo plazo y que no se está implementando en este momento".

Joe Berchtold, presidente de la empresa matriz de Ticketmaster, Live Nation, dijo a CNBC esta semana  que no creía que la prueba de vacunación fuera obligatoria para los eventos en vivo del próximo verano, a menos que los funcionarios de salud locales lo ordenen.

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Pero incluso después de que el COVID-19 pierda fuerza, probablemente habrá demanda de pruebas digitales de vacunas anteriores. Jenny Wanger, jefe del Foro de Implementadores en la Fundación Linux de Salud Pública, dijo que cualquier sistema que se construya ahora tendrá efectos duraderos, por lo que debe enfocarse en tener privacidad y transparencia.

"Las credenciales de las vacunas son una pendiente muy resbaladiza", dijo. "Si no se hace bien, las credenciales de las vacunas serán una gran violación a la privacidad de los datos de los individuos, porque estás llevando en tu bolsillo algo que es una pieza fundamental de datos de salud".