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"¿Para qué estoy aquí?". El COVID-19 daña la economía de las familias latinas mucho peor de lo que se creía

Los Pérez son un ejemplo de cómo las repercusiones económicas de la pandemia dejan a miles de familias hispanas al borde del colapso, sin opciones de pagar sus deudas ni de pensar enviar a sus hijos a la universidad.

Por Nicole Acevedo - NBC News

El esposo de Joana Pérez volvió hace poco a la florería donde trabaja en Los Ángeles luego que el negocio cerrara por casi cuatro meses durante la pandemia del coronavirus. Pero su regreso al trabajo tuvo su costo. 

“Él todavía trabaja la misma cantidad de días y horas, pero tuvo que aceptar un recorte en su salario para poder volver a su empleo”, dice Pérez, de 35 años, y que tiene siete meses de embarazo.

Su marido trabaja desde las 4:00 a.m. hasta cerca de las 2:00 p.m, seis días por semana, “pero su salario no es el mismo” desde que el negocio mayorista de flores que lo emplea experimentó una desaceleración significativa a medida que la realización de eventos disminuyó debido a la pandemia.

Pérez, su esposo y sus seis hijos están entre las muchas familias latinas que están teniendo serios problemas financieros, incluidos cortes de salarios, agotando sus ahorros y teniendo dificultades para pagar por alimentos y alquiler, según una encuesta publicada este mes por NPR, Harvard T.H. Chan School of Public Health y la Fundación Robert Wood Johnson.

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Una gran mayoría de los hogares latinos (72%) afirmó que enfrentan serios problemas financieros debido a la pandemia, en comparación con el 60% de los hogares de afroamericanos y el 55% de los hogares de nativos americanos. Los hogares de asiáticos y de blancos informan que enfrentan el mismo problema a tasas drásticamente más bajas, 37% y 36% respectivamente.

 Más de 6 de cada 10 adultos (63%) en hogares latinos reportaron pérdidas de empleo, permisos o reducciones en sus salarios y horas de trabajo. Entre los hogares latinos con pérdida de empleo o salario, casi 9 de cada 10 latinos (87%) informaron tener serios problemas financieros.

El problema financiero más reportado entre los hogares latinos es la falta de ahorros. Cerca de la mitad (46%) dice que había gastado todos o la mayoría de sus ahorros y un 15% adicional afirma que carecían de ahorros antes del coronavirus.

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Más de un tercio de los hogares latinos informan tener dificultades para pagar las facturas de sus tarjetas de crédito, préstamos u otras deudas, así como los servicios públicos, la hipoteca o el alquiler.

"Los hallazgos no son los que esperábamos. En realidad, son mucho peores", asegura Robert Blendon, director del Programa de Investigación de Opinión de Harvard, durante una conferencia de prensa el miércoles. "Estos son números muy, muy grandes", agregó.

 

 

La ayuda es esquiva para la mayoría de las familias

Blendon afirmó que esperaba que la encuesta arrojara claridad sobre cómo los miles de millones de dólares en asignaciones especiales de los gobiernos federal y estatal, así como los fondos de caridad, están encontrando la manera de ayudar a los grupos más vulnerables afectados por la epidemia. Pero para su sorpresa, encontró pocas respuestas.

Con la "discriminación histórica", dice Blendon, "uno hubiera pensado que esta ayuda, al menos nosotros lo pensamos, habría amortiguado los problemas que enfrentan estas familias que se encuentran en los vecindarios de mayor riesgo".

Pero los hallazgos de la encuesta muestran que una proporción sustancial de hogares latinos, negros y nativos americanos que están en alto riesgo de enfermarse y morir a causa de COVID-19, no han sido protegidos de problemas financieros y "tienen recursos financieros limitados para resistir a largo plazo los efectos económicos y de salud del brote de coronavirus".

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Si bien el dolor que causa la pandemia atraviesa todas las razas y etnias, los expertos dicen que los latinos pueden sufrir un duro golpe económico debido a la persistente desigualdad de ingresos, las disparidades en la riqueza y la gran cantidad de latinos empleados en industrias de servicios como hoteles, restaurantes y tiendas minoristas, muchos de los cuales se han visto obligados a cerrar.

 

 

El esposo de Pérez había vuelto a trabajar durante unas seis semanas cuando se infectó con el coronavirus. Actualmente está aislado en casa mientras se recupera.

"Simplemente nos sentíamos como, 'Oye, estamos empezando a ponernos al día con las cuentas'", dice Pérez. "Pero estas dos semanas de cuarentena que son obligatorias nos van a hacer daño de nuevo", agregó.

Millones de latinos y sus familias quedaron fuera de los paquetes de asistencia que el Congreso aprobó este año porque quienes lo solicitan deben tener un número de Seguro Social.

Las personas que pagan impuestos con un Número de Identificación Fiscal Individual (ITIN, en inglés) o las que viven con alguien que usa un ITIN para pagar impuestos federales también están excluidas, lo que afecta a cerca de 16 millones de personas en todo el país que viven en familias con estatus migratorio mixto, muchas de las cuales son latinas.

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Si bien los Pérez se encontraban entre las familias excluidas, la mujer contó que las organizaciones benéficas intervinieron para ayudarles a pagar el alquiler y los servicios públicos durante los primeros días de la pandemia.

"Esas fueron todas subvenciones únicas", explica Pérez, "estamos en el sexto mes de esta pandemia, por lo que esas líneas de vida se agotaron. Durante los últimos dos meses, ya no ha habido nada de eso".

Solicitar programas financiados por el gobierno, como cupones de alimentos y seguro médico público para los cuales los Pérez y sus hijos podrían ser elegibles como ciudadanos estadounidenses, no es una opción, ya que su esposo está en proceso de solicitar la ciudadanía y el uso de estos programas podría considerarlo una “carga pública”.

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Los funcionarios usan ese término para definir a alguien que, en su opinión, podría necesitar asistencia pública en el futuro.

Con menos ingresos, la familia hace lo que puede para estirar cada cheque de pago. Pérez dice que ella y su esposo priorizan los gastos de comida y el pago de su seguro de vida todos los meses "porque Dios no lo quiera, algo le pasa a uno de nosotros y necesitamos tener ese dinero disponible para nuestros hijos".

Pero si el dinero es escaso, pueden retrasar los pagos de su seguro de automóvil, ya que "realmente no estamos moviendo el automóvil en este momento" o realizar pagos mínimos para los servicios públicos o las facturas de las tarjetas de crédito.

Más de la mitad de las familias latinas viven a una crisis de distancia de un desastre financiero y no podrían cubrir los gastos básicos durante tres meses en caso de una carga económica, según la Coalición Nacional de Reinversión Comunitaria, una organización sin fines de lucro que se enfoca en la discriminación en los préstamos y en la vivienda, y en prácticas comerciales.

 

 

Casi 8 de cada 10 latinos dicen que el Congreso debe aprobar otro proyecto de ley de ayuda económica en adición al paquete de asistencia económica de 2 billones de dólares aprobado en marzo, según el Pew Research Center.

UnidosUS, la organización de defensa de los derechos civiles y de defensa de los hispanos más grande del país, recomienda que el Congreso apruebe la Ley HEROES y extienda la asistencia por desempleo pandémico de 600 dólares. La organización insta a los estados a "mejorar sus anticuados sistemas de seguro de desempleo" para eliminar las barreras que enfrentan los trabajadores latinos cuando intentan acceder a los beneficios.

"Tengo muchos niños que quizás tenga que enviar a la universidad. Tengo niños con potencial, los dos mayores son estudiantes dotados desde tercer grado", dice Pérez. "Sé que mis hijos tienen un futuro brillante. Pero si no estoy financieramente preparada para apoyar esas metas de vida que tienen, entonces ¿para qué estoy aquí?".