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Ómicron es más transmisible, pero provoca una enfermedad menos grave que evita las hospitalizaciones. La vacuna es esencial

Los datos demuestran que las vacunas actúan como un escudo, pero no son una barrera impenetrable. "Si se han vacunado, si se han puesto la dosis de refuerzo, pueden sentirse confiados", durante estas fiestas, "aunque nada es 100% seguro ahora mismo", dijo Fauci.
Un centro de vacunación en Chester, Pensilvania, opera a toda capacidad el 15 de diciembre de 2021.
Un centro de vacunación en Chester, Pensilvania, opera a toda capacidad el 15 de diciembre de 2021.Matt Rourke / AP

A medida que pasan los días, surgen nuevos detalles sobre ómicron que permiten comprender sus características y su forma de propagarse. Así, dos nuevos estudios confirmaron que esta variante es efectivamente más transmisible que delta, pero provoca una enfermedad menos grave que evita terminar en un hospital.

El Imperial College de Londres estimó que las posibilidades de tener que acudir a un hospital se reducen un 20% y que las opciones de acabar ingresado una o más noches disminuyen un 30%.

Su investigación analizó todos los casos de COVID-19 confirmados mediante pruebas PCR en Inglaterra en la primera quincena de diciembre en los que se pudo identificar la variante: 56,000 casos de ómicron y 269,000 de delta.

Un centro de vacunación en Chester, Pensilvania, opera a toda capacidad el 15 de diciembre de 2021.
Un centro de vacunación en Chester, Pensilvania, opera a toda capacidad el 15 de diciembre de 2021.Matt Rourke / AP

Paralelamente, científicos de la Universidad de Edimburgo junto a otros expertos señalaron que el riesgo de hospitalización es dos tercios menor con ómicron que con delta.

Sin embargo, su estudio subraya que los casi 24,000 casos de ómicron detectados en Escocia se dieron principalmente en adultos de entre 20 y 39 años. Las personas más jóvenes son mucho menos propensas a desarrollar casos graves de COVID-19.

Otra Navidad pendiente de los contagios

La alta capacidad de transmisión que tiene ómicron ha quedado demostrada por la explosión de casos en todo el país, complicando por segundo año consecutivo las reuniones de familiares y amigos para celebrar la Navidad y Fin de Año.

El estado de Nueva York, que se convirtió en el epicentro de la pandemia durante la primavera de 2020, registró el miércoles su récord desde que estalló la crisis sanitaria con 28,625 casos positivos.

[Los síntomas de ómicron: lo que se sabe sobre la infección que causa la nueva variante]

Esta situación es compartidas con otros lugares del mundo como Europa, donde la rápida propagación del virus ha obligado a adoptar nuevas medidas restrictivas: uso de mascarilla en espacios exteriores, limitación de aforo en interiores, cancelación del ocio nocturno. Los Países Bajos anunciaron un confinamiento de un mes.

China, que mantiene la política de "tolerancia cero" para controlar la expansión del virus, también confinó la ciudad de Xi’an, donde viven 13 millones de personas.

Sudáfrica, que detectó a finales de noviembre la variante ómicron, informó en cambio de una disminución de casos en las últimas horas, lo que hace pensar que el país ha superado el pico de esta ola.

Estados Unidos también está acusando una saturación de los hospitales por el flujo incesante de pacientes infectados. Según datos de nuestra cadena hermana NBC News, las hospitalizaciones en todo el país habían aumentado un 39% desde el 1 de noviembre hasta el martes, mientras que el número de personas infectadas repuntó un 30% en las dos últimas semanas.

Gran parte de los hospitalizados y fallecidos son pacientes que no se habían vacunado.

De hecho, aunque las vacunas han demostrado ser eficaces y reducir considerablemente las posibilidades de morir o terminar ingresado a raíz del virus, sigue habiendo unos 90 millones de personas que no se han puesto ninguna dosis, según datos de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés).

[Escasean las pruebas de COVID-19 en medio del aumento de contagios y los viajes de fin de año]

Además, sólo el 30% ha recibido la dosis de refuerzo a pesar de que las farmacéuticas Pfizer y Moderna ha corroborado que el llamado booster incrementa considerable el nivel de anticuerpos ante ómicron.

"Si se han vacunado, si se han puesto la dosis de refuerzo, pueden sentirse confiados", aseguró a Noticias Telemundo el doctor Anthony Fauci, principal asesor de la Casa Blanca contra la pandemia. Sin embargo, "nada es 100% seguro en este momento", recordó.

¿Qué más se puede hacer?

Aunque la estrategia federal pasa por vacunar a toda la población, las autoridades regulatorias dieron un impulso a los tratamientos para combatir los efectos del COVID-19 con la aprobación para uso de emergencia de las píldoras de Pfizer y Merck, un movimiento clave para proteger a todos aquellos que no están inmunizados.

Ambas pastillas reducen las posibilidades de que una persona infectada muera o sea ingresada.

Sin embargo, los expertos y algunas voces como el gobernador de California, Gavin Newsom, apuntan a que hay que tomar otras precauciones más allá de la inmunización.

Las vacunas contra el coronavirus, de hecho, actúan como un escudo contra la enfermedad, pero no son una barrera impenetrable. En consecuencia, es fundamental mantener reglas generales como la higiene de manos, la distancia social, someterse a pruebas diagnósticas en caso de sufrir síntomas o haber estado en contacto con un positivo.

Como parte de la lucha por contener el COVID-19, muchas empresas han vuelto al teletrabajo y universidades como UCLA, Columbia, Duke y Yale prevén dar sus clases online.