Patty Kasbek, de Bartlesville, Oklahoma, quiere desesperadamente que sus dos hijos, de 5 y 10 años, vuelvan a la escuela. Luego de meses en casa, su familia está estresada y ansiosa. Pero con el aumento de contagios de coronavirus en todo el país, no ve la forma segura de conseguirlo.
"La escuela ni siquiera debería considerarse ahora mismo", sentencia Kasbek, de 40 años, "necesitamos tener esto bajo control antes de jugar con el virus, es demasiado peligroso poner a nuestros hijos ahí fuera como conejillos de indias".
Ella planea ahora inscribir a sus hijos en una escuela virtual, y añade: "Veo que todo va muy mal y estoy muy, muy preocupada por los maestros".
El presidente, Donald Trump, lleva semanas insistiendo en su plan de reabrir las escuelas en otoño. A pocos meses de las elecciones, ha acusado además al precandidato demócrata, Joe Biden, de oponerse por interés político.
"Me gustaría ver las escuelas abiertas", declaró Trump el miércoles, y añadió que se siente "cómodo" con que su hijo Barron, de 14 años, y sus nietos vuelvan a clase.
Sin embargo, solo 1 de cada 10 estadounidenses cree que las guarderías, las escuelas primarias y las secundarias deberían abrir este otoño sin restricciones, según una encuesta de la agencia de noticias The Associated Press y el Centro de Asuntos Públicos NORC.
La mayoría cree que la exigencia de usar mascarillas y otras medidas de seguridad son necesarias para reiniciar las clases presenciales, mientras que 3 de cada 10 dicen que eso no debería suceder de ninguna manera.
Pocas escuelas planean volver a la normalidad. Muchos de los distritos escolares más grandes del país han anunciado que sus clases serán completamente virtuales en el otoño o que usarán un modelo híbrido en que los niños tendrían que asistir a las aulas sólo un par de días a la semana.
La mayoría de los estadounidenses (56%) asegura estar muy preocupados porque que la reapertura de las escuelas cause un rebrote de la pandemia en sus comunidades, según la citada encuesta, que ofrece cifras similares respecto a los centros universitarios.
El sondeo señala también que los ciudadanos muestran poca confianza en el manejo de Trump en temas de educación: solo el 36% dice aprobar su desempeño.
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La encuesta revela también la politización que hay en torno al uso del cubrebocas. Cerca de 9 de cada 10 demócratas dicen que exigir a los estudiantes y al personal que usen mascarilla es esencial para la reapertura, pero sólo la mitad de los republicanos coinciden.
Los expertos aseguran que, en caso de que las escuelas reabran, es esencial que los edificios sean desinfectados todos los días, que los controles de temperatura y las mascarillas sean obligatorios, y que los pupitres se separen.
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La secretaria de Educación Betsy DeVos, ha indicado que fallarían a los estudiantes y a los contribuyentes si no hay clases presenciales todos los días de la semana.
Trump ha amenazado con recortar los fondos federales para las escuelas que no se reabran. La Casa Blanca ha dicho que quiere trabajar con el Congreso para vincular la futura financiación de ayuda a la reapertura.
Los padres, por su parte, sí muestran preocupación por la pérdida de los almuerzos en la esuela, o porque sus hijos queden académicamente atrasados.
Con información de The Associated Press.
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