Faltando un mes para la fecha límite, se ve cada vez más lejana la meta que se fijo el presidente, Joe Biden, de vacunar al 70% de los adultos para el 4 de julio. Esto se debe en parte a que millones de vacunas de Johnson & Johnson expiran en junio y muchos en Estados Unidos no las quieren por las advertencias de seguridad.
Biden había propuesto la meta de que para el Día de la Independencia la mayoría de la población adulta hubiera recibido al menos una dosis de las vacunas de Pfizer y Moderna o la dosis única de Johnson & Johnson, y que 160 millones estuvieran completamente vacunados contra el COVID-19.
Pero solo 13 estados han cumplido ese objetivo de 70%.
Hasta este lunes, a nivel nacional, un 64% de los adultos han recibido al menos una dosis de una vacuna, apenas por debajo del ritmo de vacunación necesario para alcanzar la meta. A este paso, alrededor del 67% de la población adulta estaría vacunada para el 4 de julio.
La Administración Biden sin embargo aún se mostraba confiada en una rueda de prensa el lunes.
La secretaria de Prensa de la Casa Blanca, Jen Psaki, atribuyó parte de la desaceleración al fin de semana de Memorial Day y señaló el "mes de acción" nacional que están llevando a cabo, donde entre el Gobierno y el sector público se ofrecen incentivos como cerveza, cuidado infantil y boletos de béisbol gratis.
Tan cerca y tan lejos de la meta
Las poblaciones más reacias a vacunarse han sido los latinos y las zonas rurales. Se suponía que la vacuna de Johnson & Johnson iba a ser una herramienta importante para alcanzar a estas poblaciones, porque solo requiere una dosis y tiene requisitos de almacenamiento menos estrictos que las vacunas de dos dosis de Pfizer y Moderna.
Pero las preocupaciones de seguridad sobre esta vacuna han desincentivado a muchos a tomarla, lo que han dejado casi la mitad de las 21 millones de dosis producidas para Estados Unidos sin usar, según datos de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC por sus siglas en inglés) y entrevistas con funcionarios de salud y farmacéuticos en ocho estados del país que condujo la agencia de noticias Reuters.
"Pasamos de tener una lista de espera para vacunar a alguien, a dar tal vez una inyección al día o cuatro inyecciones al día", le dijo a Reuters Michelle Vargas, propietaria de la farmacia independiente Lamar Family en Lamar, Carolina del Sur, sobre la caída de la demanda de la vacuna Johnson & Johnson en esa pequeña comunidad rural. "Están preocupados por su seguridad. Creo que ese es el mayor obstáculo en este momento".
Sin embargo, los expertos han declarado estas vacunas como seguras tras una investigación.
"Se demostró que esta vacuna es segura y eficaz para la gran mayoría de las personas", dijo la directora de los CDC. Los raros casos de coágulo detectados tienen una incidencia "tremendamente reducida, muchísimo más baja que la probabilidad de tener problemas de coagulación por la infección" del COVID-19, aseguró otro experto.