IE 11 is not supported. For an optimal experience visit our site on another browser.

México se apresura para conseguir suficientes vacunas contra el coronavirus ante alza de contagios

El Gobierno de López Obrador firmó nuevos acuerdos para albergar pruebas clínicas con la expectativa de conseguir así las inyecciones, que hasta ahora han quedado casi todas en países desarrollados.
/ Source: Telemundo

México, donde cada día se contagian hasta 12,000 personas del nuevo coronavirus y el presidente sigue opinando que el uso de mascarillas no es “indispensable”, se encuentra ahora en una batalla contrarreloj para cumplir con las promesas de las autoridades para la vacunación.

Tras la vacuna de Pfizer-BioNTech, el Gobierno de Andrés Manuel López Obrador, apodado AMLO, aseguró en días pasados que pronto empezará a aplicar también la vacuna china CanSino, aunque esta todavía no cuenta con el aval regulatorio, y además anunció la firma de un acuerdo con el fabricante Novavax, de Maryland, para ser parte de sus estudios de fase 3.

Participar en los protocolos clínicos facilita que el país que alberga las pruebas pueda conseguir las dosis posteriormente.

“No alcanzaron las primeras vacunas”, reconoció López Obrador este lunes tras las primeras jornadas de vacunación, que comenzaron en Nochebuena. “Ahora va a alcanzar más y van a estar llegando”, prometió.

Según datos comparativos mundiales, 1 de cada 10,000 personas en México han sido inoculadas hasta ahora. En Israel esa cifra ya es de 430 de cada 10,000 personas; en Estados Unidos es de 60 personas.

[Escasez de oxígeno asfixia a pacientes de coronavirus en México]

Obtener suficientes dosis se ha vuelto un tema urgente, dado que casi todas las que están en proceso de fabricación ya fueron prometidas a países desarrollados (Canadá, por ejemplo, tiene precompras con las que podría vacunar tres veces a cada habitante) y debido a que en México, al igual que en Estados Unidos, la pandemia sigue avanzando sin tregua.

Los contagios en México, así como las hospitalizaciones, están en su punto más alto desde que comenzaron a haber casos de COVID-19 en el país, a finales de febrero.

Ya han perdido la vida por lo menos 122,000 personas, según los datos oficiales, e incluso las autoridades han tenido que reconocer que hay un subregistro porque muchos mexicanos contagiados de SARS-CoV2 o con otras enfermedades mueren en casa y en las calles al no poder encontrar un hospital a tiempo.

Tan solo en la última semana cuatro estados, incluidos los altamente poblados de la zona metropolitana de Ciudad de México, han tenido que adoptar el “semáforo rojo” de máxima alerta al verse completamente superada la capacidad de hospitales y al no poder atajar las infecciones.

Lotes de vacunas menores a los previstos

Las autoridades mexicanas aseguraron al presentar su plan de inmunización que para finales de diciembre ya estarían vacunadas 2.6 millones de personas en México.

Hasta este 28 de diciembre habían sido inyectadas alrededor de 9,000 trabajadores de salud con tan solo la primera de dos dosis de la vacuna de Pfizer y BioNTech, la única que tiene permiso regulatorio en México.

Para que las vacunas cumplan su propósito, de proteger a suficientes personas para que se reduzcan considerablemente los contagios, necesita ser inyectada por lo menos el 60% de la población de un país. Eso equivaldría a alrededor de 75 millones de mexicanos.

Se preveía que el primer envío de viales de esa farmacéutica a mediados de diciembre fuera de casi medio millón de vacunas, pero la vacunación tuvo que ser pospuesta unos días pues no llegaron. Con los primeros lotes ha habido solamente 45,000 dosis.

En las primeras jornadas de vacunación en México ha habido enormes filas del personal médico en espera de ser vacunado
En las primeras jornadas de vacunación ha habido enormes filas del personal médico en espera de ser vacunado, aunque las dosis todavía no alcanzan para todos.Reuters /

Aunque México fue el primer país latinoamericano en recibir un envío de Pfizer, recibió solo unas 3,000 dosis iniciales el 23 de diciembre, en contraste con las 9,750 que recibió Costa Rica el mismo día o las 10,000 que llegaron a Chile. Después llegaron a territorio mexicano 42,000 viales más.

[En México 8 de cada 10 pacientes de COVID-19 que son intubados fallecen]

El Gobierno mexicano probablemente tendrá que ajustar sus expectativas y promesas originales de que la vacunación del personal médico terminaría a finales de enero, para comenzar en febrero con la protección de otras poblaciones, como los mayores de 60 años que están en mayor riesgo de fallecer si se contagian de COVID-19.

En parte para ese fin, México ya está participando en estudios de fase 3 de otras posibles vacunas.

Entre ellas, la china CanSino –cuyos estudios clínicos empezaron en octubre, aunque según López Obrador la vacuna se aplicará a la población general ya en enero– y la posible vacuna de Janssen, la rama farmacéutica de la empresa Johnson & Johnson.

También ha habido discusiones para que México sea sede de pruebas de la vacuna rusa Sputnik V, la cual ya está siendo aplicada en Moscú y que fue adquirida por el Gobierno argentino la semana pasada en un intento de conseguir dosis.

Piden distribución con iniciativa privada

Uno de los grandes temas pendientes que sigue habiendo en México es: ya que haya más vacunas, ¿cómo se va a facilitar que se pueda repartir a más personas?

"El cuello de botella es el proceso de vacunación en sí", indicó el especialista Malaquías López Cervantes a Deutsche Welle. "La gente no entiende bien a dónde tiene que ir ni cuándo, hay un peligro de que se generen aglomeraciones, y después de eso muchos pierden la paciencia y nadie viene a vacunarse", añadió.

Esto último es especialmente problemático porque casi todas las vacunas en fase avanzada, incluidas la de Pfizer, Moderna y AstraZeneca, necesitan que la gente regrese para la segunda dosis.

Por ahora, López Obrador le está confiando todo el almacenamiento y distribución solamente a las fuerzas armadas, pero especialistas advierten que para alcanzar a más personas sería provechoso que también se puedan aplicar las dosis en farmacias y en otros espacios en vez de tener todo centralizado.

En Estados Unidos, por ejemplo, CVS y Walgreen's son parte de la campaña de vacunación.

[Lo mejor y lo peor del 2020 en imágenes]

"En el momento que estemos recibiendo embarques de más de 250,000 dosis semanales y debamos llevarlas a todos los rincones del país, seguramente estaremos en problemas" si no hay otros mecanismos para repartir, escribió hace unos días el académico en temas de salud Xavier Tello.

El afán por conseguir las vacunas, que ha sido impulsado desde la secretaría de Relaciones Exteriores y no la secretaría de Salud, marca un contraste con el manejo que han tenido las autoridades sanitarias durante casi todo el transcurso de la pandemia.

Hugo López-Gatell, subsecretario de Salud que ha sido el portavoz y encargado de la respuesta al coronavirus, ha minimizado varias veces que el saldo de muertes se disparara a niveles muchísimo más altos de los que él dijo sería “la cifra muy catastrófica” de 60,000 personas.

Hasta hace unas semanas, López-Gatell seguía sin usar mascarilla (o cubreboca, como se le conoce en México) de manera consistente porque dijo que le parecía una “discusión estéril” el recomendar su uso ampliamente como han hecho los CDC y los gobiernos de muchos países.

Sin embargo, el subsecretario de Salud se apresuró a declarar a principios de diciembre que la primera vacuna aprobada, de Pfizer y BioNTech, era “la esperanza para México”.

López-Gatell es también quien está a cargo de la agencia regulatoria de medicamentos Cofepris (que en teoría debiera ser independiente como la FDA estadounidense), por lo cual está en sus manos acelerar el proceso de aprobación de otras inoculaciones.

El presidente Andrés Manuel López Obrador les encargó a las fuerzas armadas el resguardo y repartición de las pocas dosis de la vacuna contra COVID-19 que han llegado a México hasta finales de diciembre.
El presidente Andrés Manuel López Obrador les encargó a las fuerzas armadas el resguardo y repartición de las pocas dosis de la vacuna contra COVID-19 que han llegado a México hasta finales de diciembre.Reuters /

En cuanto Cofepris dé el visto bueno a otras, como la vacuna de AstraZeneca y Oxford que está cerca de ser aprobada en Europa, será posible además que empresas o farmacias intenten adquirir por su cuenta más vacunas para importarlas y aplicarlas.

López Obrador cedió en esto el fin de semana después de Navidad, ante críticas de la oposición política de que si no participa el ámbito privado no se van a conseguir suficientes dosis para que México pueda estar relativamente cerca a la inmunidad de rebaño.

"Lo único que se va a cuidar es que no haya influyentismo”, declaró López Obrador al indicar que para las primeras dosis que se siguen repartiendo a personal de salud no deben colarse en la fila políticos ni empresarios.

Agregó que “es cosa de que exista la vacuna en el mercado mundial, porque no hay todavía una producción suficiente”.