La campaña de vacunación más grande en la historia de Estados Unidos arrancó este lunes en un operativo másivo para distribuir la vacuna de Pfizer y BioNTech en hospitales a lo largo del país. Los trabajadores de la salud están recibiendo las primeras dosis.
“Me siento esperanzada hoy. Aliviada”, dijo Sandra Lindsay, una enfermera de Nueva York, tras recibir una dosis en la mañana.
Estados Unidos espera distribuir casi 3 millones de vacunas de la primera dosis de Pfizer.
La primera parte de este cargamento partió el domingo desde la fábrica de Pfizer en Kalamazoo, Michigan, en cajas con hielo seco para mantenerlas ultracongeladas, y fue trasladada en camiones y aviones a hospitales y farmacias en Nueva York, Iowa, Washington D.C., Kentucky, Arizona, Massachusetts y otros estados a lo largo del país.
La enfermera Lindsay de Nueva York fue el primer caso en conocerse. Minutos después, el presidente saliente, Donald Trump, celebró lo ocurrido. "Primera vacuna administrada. ¡Felicitaciones a EE.UU.! ¡Felicitaciones al MUNDO!", dijo en la red social Twitter.
Las empresas de envío UPS y FedEx tienen previsto entregar unas 189 cajas en esta primera etapa a 145 hospitales. Cada día y cada semana llegarán más cargamentos a cada uno de los estados, que deciden cómo y a quiénes distribuirlas.
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, en inglés) han recomendado que el personal médico y los residentes de hogares de ancianos sean prioridad en las próximas semanas, lo cual están siguiendo gran parte de los Gobiernos estatales.
Sin embargo, algunos estados tienen ciertas particularidades, como Minnesota, donde los bomberos han pedido ser priodidad.
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Una campaña colosal, estado por estado
En Florida, una enfermera de 31 años también fue de las primeras personas en recibir la vacuna.
"Este es realmente un hito significativo en términos de combatir la pandemia de coronavirus", dijo el gobernador, Ron DeSantis, quien estuvo presente durante la vacunación realizada en el Hospital General de Tampa.
Otros 10 trabajadores también recibieron su primera dosis en un centro médico en Jacksonville, entre los que estaba un latino, Miguel Ortíz, quien dijo que no espera tener efectos secundarios.
"Es importante que todos los hispanos reciban su vacuna porque así se pueden proteger de la enfermedad", enfatizó Ortíz.
Florida tendrá este martes un total de 100,000 dosis para cinco hospitales. Las farmacias de CVS y Walgreens en el estado también recibirán 60,000 dosis para distribuir en residencias para personas mayores y el Gobierno estatal otras 20,000 para estos centros.
El operativo de distribución de vacunas seguirá en los próximos días y en tres semanas llegará la segunda dosis.
"Todo se está haciendo a tiempo, sin interrupciones, y estamos muy, muy emocionados", dijo Wes Wheeler, presidente de UPS Healthcare a nuestra cadena hermana NBC News.
En Dallas, Texas, más de 5,800 dosis llegaron alrededor de las 8 am al Methodist Dallas Medical Center y dos horas después, comenzó la inoculación de sus trabajadores esenciales. El primero en recibir la vacuna en el centro médico fue un empleado de servicios ambientales, se indicó en un comunicado.
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En tanto que en el Hospital Hartford, en Connecticut, 15 trabajadores de primera línea contra el COVID-19, incluyendo médicos, enfermeras y terapeutas respiratorios, fueron los primeros en recibir la vacuna, indicó The Associated Press.
Connecticut ha pedido un total de 32,000 dosis de la farmacéutica estadounidense.
California también comenzó la campaña de vacunación en medio de estrictas medidas de confinamiento en gran parte del estado ante la explosión de casos y la saturación de las unidades de cuidados intensivos.
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El gobernador, Gavin Newsom, tiene previsto visitar en la tarde un hospital del condado de Los Ángeles en el cual se inmunizará a trabajadores de la salud.
Algunos lugares comenzarán a vacunar durante la semana, como el Boston Medical Center, que recibió 1,950 dosis en la mañana del lunes. Jenny Eriksen Leary, portavoz del hospital, dijo que se comenzarán a administrar el miércoles.
Una esperanza, pero no la salvación
La vacuna de Pfizer-BioNTech renueva la esperanza de una pronta salida a una pandemia que crece descontroladamente, en especial para trabajadores de la salud que llevan meses en una agotadora lucha contra el virus.
Aún así, la salvación está muy lejos: la mayoría de los estadounidenses no recibirán las vacunas hasta bien entrado el próximo año. Las autoridades sanitarias piden continuar usando mascarillas y tomando las precauciones necesarias para evitar el contagio, como el distanciamiento social.
La Administración de Medicamentos y Alimentos (FDA, por sus siglas en inglés) aprobó la vacuna el viernes para su uso de emergencia en personas mayores de 16 años luego de que fuera recomendada debido a su seguridad y eficacia por un panel de expertos.
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La FDA decidirá en los próximos días si da luz verde a una segunda vacuna del COVID-19, fabricada por la farmacéutica Moderna.
Varios países ya han aprobado la vacuna de Pfizer, incluido el Reino Unido, que comenzó a suministrar las primeras dosis la semana pasada.
Uno de los mayores desafíos en Estados Unidos no es sólo distribuir la vacuna en las áreas rurales, sino también convencer a los escépticos de que las vacunas son seguras.
El secretario de Salud y Servicios Humanos, Alex Azar, trató de tranquilizar a los estadounidenses el lunes, diciendo que el programa de vacunación había pasado por “todos los aspectos del proceso de la FDA con integridad y datos transparentes".
"Si se le recomienda que lo obtenga y está disponible para usted, hágalo, protéjase y proteja a quienes lo rodean", dijo.
Con información de The Associated Press y NBC News.