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Las vacunas contra el COVID-19 de dos dosis plantean un gran reto: ¿Y si los estadounidenses no regresan por la segunda?

Uno de los mayores obstáculos a los que se enfrentan las autoridades sanitarias es que las vacunas de Pfizer y Moderna requieren de más de una dosis en intervalos variables, lo que "duplica con creces los desafíos logísticos".
/ Source: Telemundo

Vacunar contra el COVID-19 representa un reto sin precedentes. Ya antes se han distribuido vacunas en todo el mundo, pero nunca la demanda ha sido tan inmediata o universal.

Y más aún si el objetivo es vacunar al 60 o 70% de la población mundial para alcanzar la inmunidad de grupo.

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Uno de los mayores obstáculos a los que se enfrentan las autoridades sanitarias tiene que ver con una cuestión muy básica: las vacunas de Pfizer, Moderna y AstraZeneca requieren de dos dosis en intervalos variables. Algunas con entre tres y cuatro semanas de diferencia.

La gerente del programa de inmunización de Dakota del Norte, Molly Howell, confesó su temor al periódico The Washington Post de que se desperdicien las dosis si alguien no se presenta a su segunda vacuna.

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"¿Utilizas la segunda como si fuera la primera dosis?", se preguntó Howell.

Mientras el país se prepara para vacunar a decenas de millones de personas contra el coronavirus, los funcionarios de salud pública se enfrentan a dilemas como este.

Estos tendrán que enviar un recordatorio a las personas cuando les toque ponerse su segunda dosis. Pero, para ello deberán antes advertir que estas vacunas pueden provocar algunos efectos secundarios graves para que sepan qué puede ocurrir y no tengan miedo de recibir esta segunda dosis.

"Necesitamos concienciar a los pacientes de que esto no será un camino de rosas", advirtió a nuestra cadena hermana CNBC la doctora Sandra Fryhofer, de la Asociación Médica Estadounidense.

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"Los ciudadanos sabrán que han recibido la vacuna y probablemente no se sentirán muy bien. Pero tienen que volver por esa segunda dosis", recordó.

Como a Howell, a Fryhofer le preocupa que sus pacientes no regresen para recibir esta temida segunda dosis debido a los efectos secundarios potencialmente desagradables que puedan experimentar tras la primera inyección.

Los participantes en los ensayos de vacunas contra el coronavirus de Moderna y Pfizer afirmaron a CNBC en septiembre que estaban experimentando fiebre alta, dolores corporales, fuertes dolores de cabeza, agotamiento y otros síntomas después de recibir las inyecciones.

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Si bien los síntomas eran incómodos y, a veces, intensos, los voluntarios señalaron que a menudo desaparecían después de un día e incluso antes, y que, en cualquier caso, era mejor que contraer el coronavirus.

Ambas compañías reconocieron que sus vacunas podrían provocar efectos secundarios similares a los síntomas leves del COVID-19, como dolor muscular, escalofríos y dolor de cabeza.

"Dos dosis duplican con creces los desafíos logísticos para administrar las vacunas", aseguró a The Washington Post Jeffrey Duchin, funcionario de salud pública de Seattle y del condado de King, en Washington.

"Esta es la única vez que nos hemos enfrentado a una amenaza grave e inmediata para toda la población que requiere una vacuna de dos dosis", añadió Kelly Moore de la Coalición de Acción de Inmunización, quien fue directora del programa de Tennessee en 2009 durante la pandemia de H1N1 y recuerda su alivio cuando supo que todos, excepto los niños pequeños, necesitarán solo una vacuna.

Surge otra cuestión ¿Puede una persona recibir una vacuna diferente para la dosis de refuerzo en caso de sufrir efectos secundarios en la primera?

La viróloga Angela Rasmussen, del Centro de Ciencias de la Salud y Seguridad Mundial de Georgetown, advierte que "actualmente no hay datos sobre la mezcla de vacunas" y que, por lo tanto, debe evitarse pasar de una vacuna a otra.

Con información de The Washington Post y NBC News.