Por Raf Casert - The Associated Press
La variante ómicron del coronavirus ya circulaba por Europa cuando Sudáfrica alertó a la Organización Mundial de la Salud (OMS) de su detección la semana pasada, según informaron este martes las autoridades sanitarias de los Países Bajos, aumentando así el temor y la confusión sobre esta nueva versión del virus en un mundo agotado y dolido tras casi dos años de pandemia.
El instituto de salud neerlandés RIVM detectó la cepa ómicron en muestras tomadas el 19 y 23 de noviembre. La OMS dijo que Sudáfrica informó por primera vez de la nueva variante a la agencia sanitaria de las Naciones Unidas el 24 de noviembre.
Todavía se desconoce dónde o cuándo apareció exactamente la variante, pero eso no ha impedido que algunos países hayan tomado la decisión de establecer restricciones a vuelos procedentes del sur de África. Esta medida ha sido muy criticada por Sudáfrica, y la OMS ha instado a no adoptarla porque su efecto es limitado.
Los científicos todavía ignoran las características de ómicron, pero la OMS ya ha calificado que el riesgo global que supone es "muy alto" y sugerido que podría ser más contagiosa que otras variantes.
El anuncio de las autoridades europeas complica aún más la cronología de la aparición de esta nueva cepa. Los Países Bajos dijeron previamente que esta versión del coronavirus había sido detectada el viernes en pasajeros procedentes de Sudáfrica, pero los nuevos casos citados son anteriores a esa fecha.
[¿Cómo podemos evitar los contagios de la nueva variante ómicron? Un doctor lo explica]
Las autoridades de la ciudad de Leipzig, situada en el este de Alemania, confirmaron el martes el caso de un hombre de 39 años con ómicron que no había estado en el extranjero ni tenido contacto con nadie que lo hubiera hecho, informó la agencia de noticias DPA. Leipzig se encuentra en el estado oriental de Sajonia, que actualmente tiene las tasas de infección más altas del país.
Japón y Francia anunciaron de su lado este martes sus primeros casos de la nueva variante.
Las autoridades francesas confirmaron su presencia en el territorio de ultramar de La Reunión, en el océano Índico. Patrick Mavingui, microbiólogo de la clínica de investigación de enfermedades infecciosas de la isla, dijo que la persona que ha dado positivo en la nueva cepa es un hombre de 53 años que viajó a Mozambique e hizo escala en Sudáfrica antes de regresar a La Reunión.
El hombre fue puesto en cuarentena y tiene "dolor muscular y fatiga", dijo Mavingui, según la televisión pública Reunion 1ere.
Un día después de prohibir la entrada a todos los turistas extranjeros como medida de precaución contra la variante, Japón también confirmó su primer caso en un visitante que había viajado desde Namibia.
Un vocero del Gobierno dijo que el paciente, un hombre de unos 30 años, dio positivo a su llegada al aeropuerto de Narita el domingo, fue aislado y está siendo tratado en un hospital.
Las prohibiciones de viaje adoptadas por otros países también siguieron el martes.
Camboya prohibió la entrada a los viajeros de 10 países africanos, alegando la amenaza de la variante. La medida se produjo apenas dos semanas después de que Camboya reabriera sus fronteras a turistas totalmente vacunados.
Aunque ha instado a no cerrar las fronteras, la OMS ha subrayado que, mientras los científicos tratan de comprender mejor cómo funciona esta variante, los países deben acelerar la vacunación de su población lo antes posible.
La OMS reconoció que existen "incertidumbres considerables" sobre ómicron y que los datos preliminares plantean la posibilidad de que tenga una serie de mutaciones que faciliten su propagación.
El presidente, Joe Biden, dijo el lunes estar preocupado pero no alarmado por la aparición de esta cepa e insistió en que la vacunación esta la única forma de evitar su expansión.
A pesar de la preocupación mundial, los médicos sudafricanos insisten en que los pacientes están sufriendo hasta ahora síntomas leves. Sin embargo, advierten que es pronto y que la mayoría de los nuevos casos se dan en personas de entre 20 y 30 años que generalmente no enferman tanto de COVID-19 como los pacientes de más edad.