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La OMS eleva a 15 millones las muertes por COVID-19, el triple de los registros oficiales

La mayoría de fallecimientos se produjeron en Europa, América y el Sudeste Asiático. Los expertos avisan de nuevos riesgos que pueden agravar aún más la pandemia.
/ Source: The Associated Press

La Organización Mundial de la Salud (OMS) calcula que casi 15 millones de personas han muerto a causa del coronavirus o por su impacto en sistemas sanitarios saturados en los últimos dos años, casi el triple de la cifra oficial de seis millones de fallecidos. La mayoría de muertes se produjeron en Asia, Europa y América.

El director de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, describió este jueves en un informe la cifra como “aleccionadora” porque debería impulsar a los países a invertir más en sofocar futuras emergencias sanitarias.

Los científicos encargados por la OMS de calcular el número real de fallecimientos por COVID-19 entre enero de 2020 y finales de 2021 estimaron que hubo de 13.3 a 16.6 millones de muertes causadas directamente por el coronavirus o atribuidas de algún modo al impacto de la pandemia en los sistemas de salud, como personas con cáncer que no pudieron recibir tratamiento porque los hospitales estaban colapsados por los pacientes con coronavirus.

Un trabajador cava una tumba en el cementerio de San Juan Bautista en Iquitos, Perú, en mayo de 2022, en medio de la pandemia de COVID-19.
Un trabajador cava una tumba en el cementerio de San Juan Bautista en Iquitos, Perú, en mayo de 2022, en medio de la pandemia de COVID-19.Rodrigo Abd / AP

Estas cifras se basan en los datos comunicados por los países y en modelos estadísticos. La OMS no ha desglosado las cifras para distinguir entre muertes directas e indirectas por el COVID-19.

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“Puede parecer un mero ejercicio de contabilidad, pero disponer de estas cifras es fundamental para comprender cómo combatir futuras pandemias y seguir respondiendo a ésta”, dijo Albert Ko, especialista en enfermedades infecciosas de la Escuela de Salud Pública de Yale, que no estaba vinculado a la investigación.

Por ejemplo, dijo Ko, la decisión de Corea del Sur de invertir en salud pública después de sufrir un grave brote de MERS le permitió escapar del coronavirus con una tasa de mortalidad per cápita de alrededor de una veinteava parte de la de Estados Unidos.

Las cifras exactas de muertes por la enfermedad son problemáticas de calcular, ya que suponen sólo una fracción de la devastación causada por el coronavirus, en gran parte debido a la limitación de las pruebas y a las diferencias en la forma en que los países cuentan las muertes. Según las cifras de los Gobiernos comunicadas a la OMS y un recuento separado realizado por la Universidad Johns Hopkins, hasta la fecha se han registrado más de 6 millones de fallecimientos.

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Científicos del Instituto de Métricas y Evaluación de la Salud de la Universidad de Washington suponen que hubo más de 18 millones de muertes por COVID-19 entre enero de 2020 y diciembre de 2021 en un estudio reciente publicado en la revista Lancet; y un equipo dirigido por investigadores canadienses estimó que hubo más de tres millones de muertes sin contabilizar solo en India.

Algunos países, entre ellos India, han cuestionado la metodología de la OMS para calcular las muertes por coronavirus, resistiéndose a la idea de que hubiera muchas más muertes de las que se contaron.

A principios de esta semana, el Gobierno indio publicó nuevas cifras que mostraban que hubo 474,806 muertes más en 2020 en comparación con el año anterior, pero no dijo cuántas estaban relacionadas con la pandemia. No publicó ninguna estimación de muertes para 2021, año en el que la variante delta, altamente infecciosa, arrasó el país y mató a muchos miles de personas.

Ko dijo que la mejora de las cifras de la OMS también podría explicar algunos misterios persistentes sobre la pandemia, como por ejemplo por qué África parece haber sido una de las menos afectadas por el virus, a pesar de sus bajas tasas de vacunación.

“¿Fueron las tasas de mortalidad tan bajas porque no pudimos contar las muertes o hubo algún otro factor que lo explicara?”, cuestionó, y añadió que la avalancha de muertes en países ricos como Reino Unido y Estados Unidos demostró que los recursos por sí solos eran insuficientes para contener un brote mundial.

Bharat Pankhania, experto de la Universidad británica de Exeter, dijo que es posible que nunca sepamos al verdadero número de víctimas del COVID-19, especialmente en los países pobres.

“Cuando se produce un brote masivo en el que la gente muere en las calles por falta de oxígeno, los cadáveres se abandonan o la gente tiene que ser incinerada rápidamente debido a las creencias culturales, acabamos por no saber nunca cuántas personas murieron”, explicó.

Aunque Pankhania afirmó que la cifra de muertos estimada ahora todavía palidece en comparación con la pandemia de gripe española de 1918 —cuando los expertos estiman que murieron hasta 100 millones de personas—, agregó que el hecho de que tantas personas murieran a pesar de los avances de la medicina moderna, incluidas a partir de cierto punto las vacunas, es vergonzoso.

También advirtió que el coste del coronavirus podría ser mucho más perjudicial a largo plazo, dada la creciente carga de COVID-19 de larga duración.

“Con la gripe española, estaba la gripe y luego había algunas enfermedades [pulmonares] que la gente sufría, pero eso era todo”, dijo. “No hubo una afección inmunológica duradera como la que estamos viendo ahora con el COVID-19”, agregó.

“No sabemos hasta qué punto las personas con COVID-19 de larga duración verán acortada su vida y si tendrán infecciones repetidas que les causarán aún más problemas”, concluyó.