La Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés) autorizó este jueves por la noche que se inyecte una dosis de refuerzo de las vacunas contra el COVID-19 a las personas con sistemas inmunitarios debilitados, siguiendo así la recomendación de un panel de expertos que asesoran a los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC).
Los estudios analizados por los expertos de los CDC indican que muchos adultos inmunodeprimidos no desarrollan los niveles de anticuerpos necesarios para luchar contra la enfermedad con las dos dosis recibidas de las vacunas de Pfizer y Moderna.
Los ciudadanos con sistemas inmunitarios comprometidos representan el 2.7% de la población, según los CDC, e incluyen a quienes padecen cáncer, trasplantes de órganos o células madre, o enfermedades infecciosas como el VIH.
Estas personas tienen más probabilidades de desarrollar una forma grave de COVID-19 y pueden propagar el virus más fácilmente, según expertos.
"Es extremadamente importante para nosotros avanzar para que esas personas reciban sus refuerzos, y ahora estamos trabajando en eso", afirmó la semana pasada Anthony Fauci, director del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas y principal asesor de la Casa Blanca en la lucha contra el coronavirus. Las vacunas no terminan de brindar la protección adecuada contra el virus en muchas personas inmunodeprimidas, explicó.
Las personas trasplantadas, por ejemplo, toman de por vida fármacos para debilitar su sistema inmunológico con el fin de que su organismo no rechace el nuevo órgano.
Un estudio realizado por la Universidad Johns Hopkins con una muestra pequeña de pacientes encontró que la mayoría nunca desarrolló anticuerpos contra el coronavirus después de la vacunación. El resto solo desarrolló bajos niveles de protección. La misma investigación halló, sin embargo, que una dosis de refuerzo aumentaba los niveles de anticuerpos
[No, el aumento de los casos de COVID-19 no es culpa de los inmigrantes]
Se recomienda además a las personas con sistemas inmunitarios debilitados que usen mascarilla en lugares concurridos y en espacios cerrados, además de mantener la distancia social y lavarse las manos frecuentemente con jabón, como el resto de la población.
La autorización de emergencia para una dosis adicional de vacuna no incluye a los adultos sanos. Tanto la vacuna de Moderna y la de Pfizer como la de Johnson & Johnson (que, al contrario que las demás, se administra con una sola dosis) han demostrado ser altamente efectivas para prevenir casos graves de COVID-19 que terminan provocando la hospitalización de los enfermos o incluso su muerte, incluso con la peligrosa variante delta.
Las autoridades federales también están analizando la aplicación de una dosis de refuerzo de las vacunas para la población de más de 65 años, aunque eso podría demorarse hasta septiembre, según fuentes conocedoras del tema consultadas por el diario The Wall Street Journal.
La decisión de la FDA coincide con la cuarta ola del coronavirus en el país, impulsada por la rápida propagación de la variante delta y los relativamente bajos niveles de vacunación de la población.
Estados Unidos registró el 7 de agosto 100,000 nuevos casos de COVID-19, un récord de infecciones diarias. El número de fallecimientos también aumentó: de 270 al día a casi 500, según la Universidad John Hopkins.