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Estos son los motivos por los que mucha gente no quiere renunciar a la mascarilla contra el COVID-19

Muchos ciudadanos que ya están inmunizados contra el COVID-19 no quieren renunciar al cubrebocas pese a las nuevas recomendaciones de los CDC y el éxito de la campaña de vacunación. Explicamos cuáles son los motivos.

Jan Massie está completamente vacunada contra el COVID-19, como más de 120 millones de estadounidenses y ya puede dejar de usar la mascarilla, según la última guía de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por su sigla en inglés). Sin embargo, aunque suban las temperaturas en su Alabama natal, todavía se protege la cara. Según ella, los beneficios de ponerse el cubrebocas son demasiado buenos para quitárselo.

La profesora jubilada no se contagió de coronavirus, ni de gripe ni de sus resfriados mientras estaba enmascarada durante la pandemia. Tampoco ha recibido ningún rechazo hostil en público por usar mascarilla. Entonces, ¿por qué renunciar ahora?

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"He usado la mascarilla donde realmente no era necesaria", explicó Massie el sábado, que vive en los suburbios de Birmingham. "Mucha gente, más de lo que esperaba, todavía la usa”, agregó.

El país ya suma más de 589,000 muertes por COVID-19 y más de 33 millones de casos, según datos de NBC News, cadena hermana de Noticias Telemundo. Pero la exitosa campaña de vacunación, con más de un tercio de la población ya inmunizada, ha bajado rápidamente el número de infecciones y fallecimientos por el virus.

La directora de los CDC defendió este domingo la decisión de facilitar las pautas para el uso de mascarillas para las personas completamente vacunadas, y enfatizó que la creciente presión política no tuvo nada que ver con el cambio abrupto de estas reglas.

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"Habría sido más fácil si la ciencia hubiera evolucionado una semana antes y no tuviera que ir al Congreso para hacer esta declaración. Me baso únicamente en la ciencia. Y evolucionó durante la última semana", explicó la directora de los CDC, Rochelle Walensky, en la cadena FOX News.

Con este panorama millones de personas están decidiendo si continuar usando cubrebocas, y tienen innumerables razones para tomar cualquiera de las dos opciones.

Muchos están dispuestos a pasar página y dejar atrás la pandemia. Deshacerse de las mascarillas y volver a la normalidad. Sin embargo, otros todavía están preocupados por las nuevas variantes del virus y la posibilidad remota de que contraigan el virus y lo transmitan a otros, aunque los riesgos de ambos escenarios se reducen en gran medida para aquellos que están completamente vacunados.

La directora de los CDC advirtió que incluso con las nuevas directrices, todavía es demasiado pronto para "declarar la victoria", pero agregó que era "cautelosamente optimista" sobre la pandemia.

“Tenemos que seguir siendo humildes. Hemos tenido demasiadas bolas curvas en esta pandemia. Pero soy cautelosamente optimista de que estamos en un buen lugar en este momento, que los casos continúan disminuyendo”, afirmó.

Control de temperatura a una joven con mascarilla en California.
Control de temperatura a una joven con mascarilla que llega a los Universal City Studios de California, el viernes 14 de mayo de 2021.AP Photo/Marcio Jose Sanchez

Pero recordó que, a pesar de que la guía ha cambiado, "no es necesario que todos comiencen a quitarse los tapabocas".

“No hay orden de quitárselo. Lo que estamos diciendo es que ahora es seguro", dijo." Vaya a su propio ritmo, háblelo con su familia y en sus negocios para eliminarlas cuando sea necesario", recomendó.

Denise Duckworth optó por quitarse la mascarilla mientras paseaba por un barrio francés que ha revivido en Nueva Orleans, donde los músicos de jazz y los turistas han regresado a las calles.

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"Siempre he estado en contra de las mascarillas, y creo que todas sus reglas han sido hipócritas y confusas", declaró Duckworth, de visita desde Kansas City, Missouri, a la agencia de noticias AP.

Alex Bodell de Ithaca, Nueva York, destacaba entre la multitud por el cubrebocas negro que le cubría la nariz y la cara, con el que se sentía más a gusto y seguro.

"Me siento mucho más cómodo, y creo que me estoy divirtiendo mucho más estando completamente vacunado, al margen de la mascarilla que llevo", señaló.

La semana pasada, los CDC comunicaron que las personas completamente vacunadas, aquellas que han pasado dos semanas de su última dosis de la vacuna COVID-19, pueden dejar de usar tapabocas al aire libre en lugares con multitudes y en la mayoría de los entornos interiores y renunciar al distanciamiento social. Las personas parcialmente vacunadas o no vacunadas deben seguir usando mascarillas, según la agencia.

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La guía aún exige mascarillas en entornos interiores abarrotados, incluidos autobuses, aviones, hospitales, prisiones y refugios para personas sin hogar. Pero despeja el camino hacia la reapertura de lugares de trabajo, escuelas y otros lugares que quedaron frenaron sus operaciones durante la pandemia.

Sin mascarilla durante un evento al aire libre en Fargo, Dakota del Norte, el estudiante universitario Andrew Kodet dijo que ha sido vacunado y seguirá las pautas de los CDC.

"Si ha sido vacunado y se ha esforzado para evitar la propagación de la enfermedad, ya es hora de comenzar este proceso de reconstrucción", argumentó Kodet, de 20 años. "No hay nada político en mí", agregó.

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Cerca de Boston en Cambridge, Massachusetts, la epidemióloga Vanessa Li no ha pasado de las dos semanas de su segunda dosis de vacuna y continúa usando su mascarilla incluso afuera, particularmente cuando hay muchas otras personas alrededor.

"Creo que no me atrevo a quitármela porque ha sido un hábito e internacionalmente ha habido diferentes cepas y diferentes niveles de riesgo", explicó Li, de 25 años, de Somerville. "Los viajes internacionales se están recuperando y ya son frecuentes, por lo que no estoy realmente segura del riesgo que corren todos en este momento", añadió.

Con una mascarilla mientras preparaba un café expreso en su cafetería en San Francisco, California, Justin Lawrence afirmó que debe cumplir con las reglas locales que exigen cubrirse el rostro para las actividades en interiores.

“Provoca que los pequeños empresarios tengan que vigilar a la gente de nuevo, y no se puede saber al mirar a alguien si ya está vacunado”, recordó Lawrence, quien es copropietario de Fayes Coffee en el Distrito de Mission.

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Raquel Mitchell se recuperó del COVID-19 en diciembre y no quiere recibir la vacuna contra el virus, en la que no confía debido a su rápido desarrollo. Todavía usa mascarilla y toma otras precauciones, como cenar al aire libre en restaurantes cerca de su casa en el área de East Harlem de Nueva York y pedir utensilios de plástico o traer los suyos.

¿Cuándo sentirá que es lo suficientemente seguro para relajarse?

"No sé. Nunca”, dijo Mitchell. "Va a ser muy difícil para mí", añadió.

Con información de Fox NewsAP.