Un joven de 24 años que atraviesa un calvario por culpa del coronavirus aseguró que desearía haberse vacunado para evitarlo, tras haber pasado tres meses ingresado en hospitales y recibir un doble trasplante de pulmón.
Blake Bargatze fue el único de su familia que no se inmunizó contra el COVID-19. Su padrastro, Paul Nuclo, explicó que el joven "quería esperar unos años para ver si hay algún efecto secundario". Pero, durante un viaje a Florida, se contagió y desarrolló la forma más grave de la enfermedad, según relataron familiares de Bargatze al canal de televisión WSB-TV.
Desde hace 90 días necesita atención médica constante para seguir vivo, y ha pasado por hospitales de Florida y Georgia hasta llegar a la UCI del Centro Médico de la Universidad de Maryland.
Tras ser hospitalizado, el joven "dijo que deseaba haberse vacunado", según explicó su padrastro. "No quiero que nadie más pase por esto", reveló su madre, Cheryl Nuclo, quien contó que su hijo no padecía ninguna enfermedad previa, como diabetes o hipertensión, que pudiera explicar la gravedad de su situación.
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Días después de haberse contagiado, la capacidad pulmonar de Bargatze cayó en picado y requirió ventilación mecánica en una UCI del sur de Florida, según informó Fox 5 Atlanta.
Los médicos le conectaron finalmente una máquina ECMO, que bombea la sangre fuera del cuerpo y la reintroduce oxigenada, con el fin de que el corazón y los pulmones pudieran sobrevivir.
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Cuando los médicos de Florida tuvieron dificultades para mantener su nivel de saturación de oxígeno, lo trasladaron por vía aérea al Hospital Piedmont de Atlanta.
Allí, el doctor Peter Barrett comunicó a la familia que los pulmones de Bargatze no se recuperarían nunca y que su única esperanza para seguir viviendo era un trasplante de pulmón.
"[Inicialmente] dije que no”, explicó la madre al canal Fox 5 Atlanta "porque probablemente es el trasplante más difícil, y la esperanza de vida [posterior a la operación] es corta. Pero hay personas que han vivido muchos años".
Bargatze fue trasladado así al centro médico de la Universidad de Maryland, donde se sometió a la complicada intervención el 28 de junio. La semana pasada seguía conectado a un respirador y no podía hablar.
Nuclo dijo que su hijo tiene una larga recuperación por delante y desea que su situación sea una llamada de atención para los jóvenes que no se han vacunado todavía.
"Blake no es el único chico de 24 años o menos al que le ha sucedido esto", afirmó, "el COVID-19 es real. No ha desaparecido. La gente tiene que ser consciente y tener cuidado".
Con información de USA Today.