Por Joe Murphy y Corky Siemaszko - NBC News
Siete meses después de que el presidente Donald Trump elogiara a China por su gestión de la pandemia de coronavirus y asegurar al pueblo estadounidense que estaban "en muy buena forma", la nación alcanzó el jueves los siete millones de contagios confirmados, según las últimas cifras de NBC News.
Con más de 202,000 muertos y Trump acusado de mentir y engañar al pueblo estadounidense sobre los pormenores de la pandemia, los gobernadores de Nueva York y Michigan pidieron una investigación del Congreso alegando que el mandatario ralentizó la respuesta al virus para proteger sus posibilidades de reelección en las presidenciales de noviembre.
"Es un hecho indiscutible que Estados Unidos ha tenido la peor respuesta a la pandemia de cualquier nación del mundo", aseveraron en un comunicado los gobernadores ddemócratas Andrew Cuomo, de Nueva York, y Gretchen Whitmer, de Michigan.
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"En lugar de recurrir al consejo y la dirección de expertos en salud pública y funcionarios públicos de carrera, el presidente Trump puso la salud y la seguridad del pueblo estadounidense en manos de personas designadas por políticos cuya primera prioridad era asegurar la reelección de su benefactor, con resultados previsiblemente trágicos", añaden.
Los investigadores que hicieron las predicciones más pesimistas al comienzo de la pandemia y que entonces fueron despreciados, no están disfrutando de haber tenido razón.
"En marzo decíamos que si esto no se manejaba con mucho cuidado podríamos terminar con 200,000 o 300,000 muertes", recordó Alessandro Vespignani, director del Instituto de Ciencias de la Red de la Northeastern University. "En ese momento todos decían que eso era imposible. Creo que deberíamos tener en cuenta esa perspectiva, especialmente cuando pensamos en el futuro", agregó.
Estados Unidos representa ahora más de una quinta parte del millón de muertes reportadas en el mundo y más de una quinta parte de los 32 millones de casos confirmados, según la Universidad Johns Hopkins.
Si bien al principio el noreste fue el más afectado por el virus, la mayoría de las infecciones y muertes desde mayo se han reportado en los estados del sur y el cinturón del sol, que comenzaron a reabrir a instancias del presidente, que estaba desesperado por reiniciar una economía que se había derrumbado. al cerrar el país, y quien insistió en que el virus "simplemente desaparecería".
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Trump hizo esa predicción en julio, cuando Estados Unidos registraba un récord de 62,000 casos nuevos por día, según cifras de NBC News.
Desde entonces, el número medio diario de casos nuevos ha ido disminuyendo: en agostó se alcanzaron los 47,000 casos diarios, y este mes Estados Unidos ha tenido un promedio de 39,700.
Pero esta semana, las infecciones volvían a tener una tendencia al alza, según revelaron las cifras de NBC News, ya que los estudiantes de todo el país regresaron a las aulas y las temperaturas comenzaron a bajar, lo que ha provocado que los ciudadanos realizaron más actividades en espacios interiores cerrados donde el virus se propaga con mayor facilidad.
El 11 de septiembre, el día en que Estados Unidos cumplió el 19 aniversario de los ataques terroristas de Al Qaeda en Nueva York, el promedio de contagios coronavirus cayó por debajo de 40.000 casos diarios por primera vez desde junio. El viernes volvía a reportar más de 40,000, según los 43,670 casos anunciados el miércoles.
Y con los expertos en salud pública advirtiendo sobre una posible segunda ola de infecciones e incluso una twindemic, en referencia a la temporada de gripe común que comienza en otoño, ese promedio diario decreciente de nuevos casos fue mucho mayor de lo que los expertos predijeron.
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"Durante las próximas semanas debemos reducir las infecciones a 10,000 por día, o incluso mucho menos si queremos mantener el control de este brote", señaló esta semana a The Atlantic el doctor Anthony Fauci, el principal experto del país en enfermedades infecciosas.
California, el estado más poblado del país, continúa liderando la nación en casos reportados con 798,314, aunque la tasa de conagios diarios ha bajado considerablemente. Texas no se queda atrás, con 748,982 casos, seguido de Florida, con 690,499.
El punto caliente de la nación es Wisconsin, donde el gobernador Tony Evers declaró el martes una nueva emergencia de salud pública debido a un reciente aumento de nuevas infecciones, particularmente entre los jóvenes. Los 23,000 casos nuevos en Wisconsin en las últimas dos semanas son el doble del número que el estado reportó en las dos semanas anteriores, según los números de NBC News.
Otros estados del medio oeste también se estaban viendo muy afectados. Missouri ha reportado 10,971 nuevas infecciones y 199 muertes por coronavirus en los últimos siete días. 60 de esas muertes fueron solo el miércoles.
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Ese mismo día, el gobernador de Missouri, Mike Parson, y su esposa, Teresa, revelaron que ambos habían dado positivo y se habían puesto en cuarentena. Parson, republicano, se ha negado repetidamente a exigir que los residentes usen mascarilla y aunque se le ha visto usarla en eventos públicos.
"No necesitas que el Gobierno te diga que uses una maldita mascarilla. Si quieres usarla, úsala", declaró el político.
Los funcionarios de salud pública de Missouri se han estado preparando para un aumento de casos de coronavirus después de que miles de motociclistas irrumpieran en la región del lago Ozarks la semana pasada para un evento en el que casi no hubo distanciamiento social ni uso de mascarillas.
Temen que la reunión de cinco días pueda convertirse en un evento "superpropagador", como el mitin de motociclistas del mes pasado en Sturgis, Dakota del Sur, que resultó en cientos de nuevas infecciones en ese y en los estados vecinos y al menos una muerte en Minnesota.
Otra pelea más para lograr que los estadounidenses cumplan con las normas de seguridad se grabó en video cuando un oficial de policía le disparó a una mujer en Logan, Ohio, que aparentemente se negó a usar una mascarilla en un partido de fútbol de la escuela secundaria. Luego fue sacada a la fuerza del estadio. El video, filmado por un seguidor en las gradas, se volvió rápidamente viral.
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El distrito escolar local de Logan-Hocking identificó a la mujer solo como seguidora de la escuela contraria. Trump ha sido acusado de politizar el uso de mascarillas al negarse durante meses a ponerse una en público.
El número de estadounidenses que solicitaron beneficios por desempleo aumentó nuevamente el jueves a 870,000, según informó el Departamento de Trabajo de EE. UU.
"Los datos de las solicitudes de desempleo revelan una imagen de una recuperación del mercado laboral que lucha por mantener el impulso", explicó la economista Nancy Vanden Houten de Oxford Economics. Gary Cohn, exdirector del Consejo Económico Nacional de Trump, declaró a NBC News que hasta que encuentren "una manera de recuperar esa industria y muchas otras pequeñas empresas locales," no estarán en camino de una recuperación económica "enorme, fuerte y profunda".
El último paquete de beneficios por desempleo para millones de estadounidenses está a punto de expirar y sin un acuerdo a la vista entre la Administración Trump y el Congreso en el horizonte, la desesperación estaba creciendo.
"Después de este mes, no sé qué vamos a hacer", afirmó a NBC News John Wilkins, un director de instalaciones de restaurantes de comida rápida desempleado. "Dimos de baja la televisión por cable. Nos deshicimos de nuestro aire acondicionado de mierda. Hemos recortado mucho. Y todavía no lo conseguimos", contó. Cuando Trump tomó las riendas del presidente Barack Obama en enero de 2017, la tasa de desempleo era del 4.8%. Ahora es del 8.4%.
La doctora Amy Acton, exdirectora de salud de Ohio, se convirtió en una heroína de salud pública por sus agresivas medidas para detener la propagación de la pandemia en su estado, y fue honrada por su servicio por la Universidad Estatal de Ohio. "Elevó las necesidades de salud pública y aseguró recursos en todo Ohio para frenar de manera efectiva la propagación del virus", alabó el organismo en un comunicado.
No hace mucho la casa de Acton fue asediada por partidarios de Trump en su mayoría enojados por los cierres que ella y el gobernador Mike DeWine, un republicano, habían impuesto al estado. Acton dimitió en junio después de que los republicanos locales intentaran ponerle freno. Desde entonces, Ohio lucha contra el resurgimiento del virus.
Con información de The Atlantic.