El Pentágono desplegará más de 1,100 soldados en cinco centros de vacunación en lo que será la primera ola de mayor apoyo militar para la campaña de vacunación contra el COVID-19 de la Casa Blanca, según ha confirmado la cadena NBC News.
El presidente, Joe Biden, ha pedido que se establezcan 100 centros de vacunación a gran escala en todo el país en un mes. Dos de los cinco nuevos equipos militares irán a los centros de vacunación que se abrirán en California.
El asesor principal del equipo ante el coronavirus, Andy Slavitt, dijo este viernes que los soldados llegarán a esos centros en poco más de una semana. Se espera que pronto se anuncien otros tres centros adicionales, indicó la cadena CNN, que adelantó la noticia este viernes.
La Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA, por sus siglas en inglés) ha pedido al Pentágono que suministre hasta 10,000 miembros en servicio activo. El secretario de Defensa, Lloyd Austin, aprobó cinco equipos con un total de más de 1,100 soldados, y se espera que más tropas se unan a la campaña a futuro.
Cada uno de los cinco equipos militares incluye 222 miembros de la fuerza, incluidos 80 que administrarán las vacunas, así como enfermeras y otro personal médico de apoyo. Los equipos podrían suministrar unas 6,000 inyecciones al día.
Participarán tropas en servicio activo del Ejército, la Armada, la Fuerza Aérea y el Cuerpo de Marines, indicó un oficial militar estadounidense a NBC News.
La campaña de vacunación ya incluye a casi 100 equipos de la Guardia Nacional en 29 estados de todo el país con más de 20,000 efectivos desplegados.
Líderes de la Guardia Nacional dijeron a la agencia de noticias The Associated Press que ahora están considerando capacitar a sus miembros para que puedan aplicar vacunas, de modo que se pueda dar apoyo en partes más remotas y rurales de los estados.
Apoyo para producir vacunas, guantes y pruebas
El despliegue de tropas se produce luego de que Biden invocara una ley militar para impulsar la fabricación de vacunas, kits de prueba de COVID-19 en el hogar y guantes utilizados por los trabajadores de la salud. La norma, en esencia, permite que el Gobierno federal asigne apoyo a empresas privadas durante emergencias nacionales.
Tim Manning, coordinador de suministros de COVID-19 de la Casa Blanca, dijo el viernes que la Administración también busca ayudar a la farmacéutica Pfizer en la producción de vacunas, dándole prioridad para acceder a los suministros necesarios.
El Gobierno federal está invirtiendo además en seis fabricantes para desarrollar pruebas de COVID-19 en el hogar, con el objetivo de tener 60 millones de kits para el final del verano.
Otra ronda de contratos desarrollará la capacidad para producir guantes quirúrgicos en Estados Unidos. Manning dijo que el objetivo es producir más de mil millones para fines de este año.
Con información de NBC News, Associated Press y CNN.