Después de seis meses sin mantener contacto con los fieles debido a la pandemia de coronavirus, el papa Francisco retomó este 2 de septiembre las audiencias generales de los miércoles, aunque solo para 500 personas y sin contacto físico. Por el momento, para el Vaticano ha suspendido las visitas internacionales.
[El papa Francisco celebra primera misa con fieles en la Basílica de San Pedro]
Las audiencias en tiempos de pandemia se celebrarán, al menos durante septiembre, en el patio de San Dámaso, en el interior del palacio pontificio y no en la plaza de San Pedro o en el Aula Pablo VI.
Tras el ingreso del pontífice en el patio, los fieles, todos ellos obligatoriamente con mascarillas, se abalanzaron a verlo y a saludarlo.
El pontífice ha estado celebrando sus acostumbradas audiencias generales de los miércoles en su biblioteca privada dentro del Vaticano, donde los fieles de todo el mundo pudieron recibir su mensaje en línea.
[El papa Francisco pide perdón por “perder la paciencia” con una fiel insistente en Nochevieja]
Francis aseguró anteriormente que se sentía como un "papa enjaulado".
Francisco, sin mascarilla, pasó por el pasillo central y se detuvo a hablar animadamente con los ancianos, niños y religiosos, pero no hubo los abrazos y besos de las pasadas audiencias a los que el papa argentino nos había acostumbrado.
Solo tomó entre sus manos una bandera de Líbano, golpeado por la gigantesca explosión de hace un mes, que le entregó un sacerdote; tras besarla se detuvo a rezar.
También durante los saludos, Francisco, de 83 años, realizó un llamamiento por Líbano.
"Queridos hermanos y hermanas, buenos días. Después de tantos meses retomamos nuestro encuentro cara y cara y esto es bello", comenzó su catequesis y se escuchó el aplauso de los fieles en el Vaticano después de seis meses de silencio.
Fueron 189 días desde la última audiencia general con los fieles en la plaza de San Pedro, el 26 de febrero, cuando inició la emergencia en Italia y el Vaticano decidió adecuarse a las normativas antiaglomeraciones para evitar contagios.
El papa “viajero” se queda en el Vaticano
La pandemia ha cancelado todos los viajes previstos para el pontífice.
"Me parece claro que el papa compensa el menor número de audiencias con un mayor número de contactos personales, vía telefónica, mensajes, cartas e incluso salidas privadas que lo acercarán a nosotros", aseguró a EFE el portavoz del Vaticano, Matteo Bruni.
"La pandemia actual ha puesto de relieve nuestra interdependencia: todos estamos vinculados, los unos con los otros, tanto en el bien como en el mal. Por eso, para salir mejores de esta crisis, debemos hacerlo juntos, todos, en la solidaridad", apuntó Francisco.
"Por tanto, el principio de solidaridad es hoy más necesario que nunca", aseveró.
Con información de EFE