La Administración que preside Joe Biden anunció este miércoles que pondrá a la disposición del público 400 millones de mascarillas N95 de manera gratuita, una medida pensada para contener la propagación de la altamente transmisible variante ómicron del COVID-19.
Las mascarillas, que no serán de uso quirúrgico pero sí de alta calidad, estarán disponibles en farmacias y centros comunitarios de todo el país, anunció el Gobierno federal en un comunicado.
"Para asegurar que el acceso a estas mascarillas se haga de manera conveniente y fácil, la Administración está aprovechando el programa federal de farmacias minoristas y el programa federal de centros de salud comunitarios, de modo que las mascarillas gratuitas estén disponibles en muchos de los mismos lugares convenientes y confiables a los que acuden los estadounidenses para vacunarse y reforzarse", indicó la Administración.
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El Gobierno comenzará a enviar las mascarillas a los distribuidores autorizados a fines de esta semana y empezarán a estar disponibles para el público a partir de la próxima semana. Sin embargo, el programa estará funcionando plenamente hasta inicios de febrero.
“Este es el despliegue de equipo de protección personal más grande de la historia”, afirmó la Administración Biden.
Desde la llegada de Biden a la Casa Blanca en enero de 2021, el Gobierno ha triplicado su acervo de mascarillas N95, acumulando un total de 750 millones en la Reserva Estratégica Nacional.
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"Hoy, hay una amplia oferta de mascarillas de alta calidad para los trabajadores de la salud y las mascarillas de alta calidad también están disponibles para el público de venta en línea y en tiendas. Para asegurarnos de que todos los estadounidenses tengan acceso a ellas... las haremos disponibles gratis", indica el comunicado.
Durante su primer día en la Casa Blanca, Biden emitió una orden ejecutiva requiriendo que todos los residentes del país usaran el cubrebocas en edificios del Gobierno federal y en medios de transporte como aviones y trenes.
Desde entonces, el Gobierno ha distribuido 30 millones de mascarillas en centros comunitarios y bancos de alimentos; así como más de 20 millones de mascarillas para empleados de salud y trabajadores esenciales.
¿Cuál es la mejor mascarilla para evitar el COVID-19?
Los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC, en inglés) recomiendan a la población el uso de la mascarilla para evitar la propagación del virus.
Los CDC actualizaron sus guías la semana pasada para recomendar el uso de las mascarillas desechables KN95 y N95 para el público en general. Anteriormente, habían reservado esta recomendación para el personal médico, por temor a que una gran demanda de estos productos pudiera provocar el desabasto, algo que ya no preocupa a las autoridades sanitarias.
Según los CDC, los cubrebocas KN95 y N95 pueden bloquear hasta 95% de las partículas del aire si se usan de manera correcta. Las mascarillas quirúrgicas, normalmente de color azul, tienen una efectividad hasta del 90%. Mientras que la mayoría de las mascarillas de tela solo protegen en un 25%.
"Ómicron es un virus mucho más transmisible, así que ya sea que se transmite más eficientemente porque la gente libera más partículas del virus en el aire o porque es capaz de hacerlo -porque se necesitan menos partículas para poder infectarte", dijo la doctora Deborah Fuller, profesora de microbiología de la Escuela de Medicina de la Universidad de Washington.
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"Entonces, si está parado al lado de alguien que está infectado, le llevará mucho más tiempo trasmitirlo a alguien que está usando una mascarilla N95", agregó la experta.
Las autoridades recomiendan el uso de este tipo de mascarillas de alta calidad, que se pueden rehusar hasta cinco veces si se guardan en una bolsa de plástico después, sobre todo para ciertas circunstancias en las que se puede estar más expuesto. Por ejemplo, si se va a estar cerca de muchas personas por periodos prolongados, como a bordo de un tren, un autobús o un avión; para cuidar de alguien enfermo o si se es más susceptible de enfermar gravemente.
Las últimas pautas de los CDC señalan que existe una categoría especial de mascarillas 'N95 quirúrgicas', que están especialmente diseñadas para la protección contra salpicaduras de sangre y otros riesgos en el quirófano. Por lo general, no están disponibles para la venta al público y deben seguir reservándose para los trabajadores de la salud, según la agencia.