El Gobierno federal comenzará a enviar desde el próximo miércoles 19 de enero pruebas de detección del coronavirus para hacerse en casa a quienes lo soliciten en una página web, hasta un límite de cuatro por hogar en Estados Unidos, según informaron fuentes de la Administración este viernes en una llamada con periodistas.
La página web COVIDTests.gov recabará sólo el nombre y la dirección de quien lo solicite, y ningún otro dato adicional, explicó el Gobierno; es decir, no importará el estatus migratorio y la información no podrá ser compartida con el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) u otras agencias federales.
Quienes ordenen las pruebas deberán tener en cuenta que pueden tardar entre 7 y 12 días en llegar a los hogares, aunque serán enviados por correo de primera clase por parte del Servicio Postal.
El Gobierno ha comprado 500 millones de tests rápidos para poder enviarlos a los hogares, y el presidente, Joe Biden, se comprometió esta semana a adquirir 500 millones más, argumentando que son una herramienta clave para hacer frente a la oleada de casos provocada por la variante ómicron, que ha disparado el número de contagios en el país por encima de los 62 millones, y está poniendo contra la pared a los hospitales, colapsados, y elevando las muertes.
Además, desde este sábado los ciudadanos con seguro médico podrán obtener pruebas caseras de coronavirus de forma gratuita en farmacias, tiendas y portales de internet, puesto que serán las aseguradoras las que se hagan cargo del coste hasta un límite de ocho pruebas por miembro de la familia cada mes y sin necesidad de una prescripción médica.
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Las personas que compren las pruebas en tiendas o farmacias deberán comprobar cuales están autorizadas por su compañía de seguros para poder adquirirla sin costo, o si deberán pagar por ellas y solicitar después un reembolso, para lo que se recomienda guardar los recibos de pago.
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Las pruebas no estarán sujetas a copagos ni deducibles.
Quienes no tienen seguro médico o son beneficiarios de Medicaid o Medicare deberán comprobar con las agencias estatales y aseguradoras los detalles para recibir una prueba casera de forma gratuita. En algunos casos si obtienen cobertura.
Se recomienda a las personas practicarse un test casero si tiene síntomas, ha estado en contacto con alguien que haya dado positivo al COVID-19 o quiere asegurarse de su resultado negativo en caso de que tenga que asistir a una reunión en un espacio cerrado donde haya una situación de riesgo.