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“El COVID-19 no perdona a los jóvenes". La pandemia afecta ahora a las personas de 20 a 29 años y las consecuencias son terribles

“Cuando eres joven, piensas que eres invencible de muchas maneras”, avisa una paciente, “y no lo somos”. Así está matando e incapacitando el coronavirus a los jóvenes en Estados Unidos, que centran ahora el crecimiento de la pandemia.

Por Jacqueline Stenson - NBC News

Antes de contraer el COVID-19 en junio, Stephanie Moir corría casi todos los días empujando a sus dos hijos pequeños en una carriola. Ahora tiene problemas para levantarse de la cama y ducharse. Ha estado lidiando con la enfermedad durante meses y todavía no vislumbra una recuperación completa.

Su batalla ha incluido ocho viajes a la sala de emergencias y dos hospitalizaciones por una variedad de problemas, entre ellos neumonía, diarrea recurrente, latidos cardíacos acelerados, infecciones, problemas renales, debilidad muscular y desequilibrios de electrolitos. Ha perdido 30 libras.

“Pensé que tenía 33 años y estaba sana”, dijo Moir, una consejera de salud mental en Tampa, Florida, "nunca he tenido un historial de nada, ni remotamente como esto".

Moir ha visto a unos 20 proveedores de atención médica diferentes, entre ellos numerosos especialistas, y ha tomado varios medicamentos, así como suplementos, pero no acaba de curarse. Se consuela con el apoyo que recibe de su familia, amigos y una comunidad en línea, donde se conecta con otros contagiados con coronavirus que también están tratando de hacer frente a los síntomas persistentes.

"Cuento mis días buenos y creo que la mayor cantidad que he tenido hasta ahora ha sido de ocho seguidos", dijo Moir, "y lo que quiero decir con días buenos son días en los que, literalmente, no siento que estoy a punto de morir, ni necesito ir a la sala de emergencias, ni siento que estoy perdiendo la capacidad para caminar".

Si bien los adultos jóvenes pueden pensar que son fuertes e invencibles, los médicos advierten que el COVID-19 también puede atacarlos con saña.

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Recientemente, la familia de Adeline Fagan anunció que la doctora residente de obstetricia y ginecología en Houston, de 28 años, murió a causa del virus después de una larga estadía en el hospital.

Natalie Hakala, de 22 años, era una atleta universitaria saludable antes de tener que ir a la sala de emergencias en agosto después de dar positivo por COVID-19, y todavía no se ha recuperado por completo.

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Los nuevos hallazgos sobre la enfermedad divulgados este mes revelan además cuán gravemente pueden verse afectados los adultos jóvenes por el coronavirus. 

Una investigación publicada en la revista cientítica  JAMA Internal Medicine reveló que entre más de 3,200 adultos de 18 a 34 años que fueron hospitalizados con la enfermedad, el 21% requirió cuidados intensivos, el 10% necesitó ventilación mecánica y casi el 3% (88 pacientes) murieron. 

De los que sobrevivieron, el 3% (99 pacientes) tuvo que ser tratado en otro centro de atención médica para continuar su recuperación.

Jóvenes en una fiesta tras la cuarentena por el coronavirus en Estados Unidos.
Jóvenes en una fiesta tras la cuarentena por el coronavirus en Estados Unidos.Getty Images

"Si bien la gran mayoría de los adultos jóvenes que contraen COVID-19 no van a requerir hospitalización, aquellos que sí, tienen un riesgo realmente alto de sufrir consecuencias adversas", según el autor del estudio, Scott Solomon, profesor de medicina en Harvard Medical School, "no es trivial".

Los resultados que arrojó esta investigación son preocupantes porque la incidencia del COVID-19 en Estados Unidos es ahora más alta entre los adultos jóvenes de 20 a 29 años, quienes de junio a agosto representaron más del 20% de todos los casos confirmados, según las últimas cifras de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, en inglés). Los adultos de 30 a 39 años figuraban en el segundo grupo por edad más afectado por la enfermedad.

A medida que los adultos jóvenes han regresado en las últimas semanas a los campus universitarios y han vuelto a celebrar fiestas, varias universidades de todo el país han alertado de múltiples brotes.

Los médicos están preocupados por la propagación de infecciones y los casos graves como resultado de contagios por coronavirus. "Estamos viendo una incidencia realmente creciente del COVID-19 en los jóvenes, y eso se debe en parte a su actividad durante el verano -cuando los estados comenzaron a levantar la cuarentena- y obviamente todos estamos muy preocupados cuando regresen a las universidades", advirtió Solomon.

"Es lamentable, pero creo que es probable que veamos un mayor porcentaje de jóvenes que experimentan estos resultados adversos a medida que aumenta el número de infecciones en este grupo de población", dijo.

Riesgo para la vida de pacientes de todas las edades

Solomon y sus colegas utilizaron una gran base de datos de centros de atención médica para observar la incidencia de enfermedades graves producto del COVID-19 en adultos jóvenes hospitalizados en abril, mayo y junio.

Los datos de los más de 1,000 hospitales de Estados Unidos que trataron a un total de 63,103 pacientes de con coronavirus durante el período de estudio, 3,222 pacientes, o el 5%, eran adultos jóvenes ingresados en 419 hospitales.

El 58% de los pacientes adultos jóvenes eran hombres y el 57% eran negros o hispanos. Más de un tercio eran obesos, incluido el 25% que eran obesos mórbidos (con un índice de masa corporal del 40% o más), el 18% tenía diabetes y el 16% hipertensión.

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Los pacientes adultos jóvenes que sufrían más de una de estas condiciones de salud subyacentes tenían los mismos riesgos que los adultos de mediana edad sin esas condiciones, concluyó la investigación. Los resultados también mostraron que los riesgos de morir o necesitar ventilación mecánica eran más del doble en pacientes adultos jóvenes que eran obesos mórbidos o tenían hipertensión.

Si bien la tasa del 2.7% de muerte entre jóvenes adultos que se registró en los hospitales que participaron fue más baja que la de los adultos mayores, es aproximadamente el doble que la de los adultos jóvenes que han sufrido un ataque cardíaco.

Aunque los jóvenes a menudo tienden a darle poca importancia a los riesgos para la salud en general, no deben minimizar la amenaza del COVID-19, enfatizó Solomon. Deben tomar precauciones para protegerse a sí mismos y a los demás, instó, y aquellos que tienen problemas de salud subyacentes deben estar especialmente atentos.

“Los jóvenes no deben asumir que son inmunes a las consecuencias de esta enfermedad y deben hacer todo lo posible para evitarla”, pidió.

En un comentario que acompañó al artículo, Mitchell Katz, editor adjunto de JAMA Internal Medicine y director ejecutivo de NYC Health and Hospitals, escribió que los hallazgos muestran que "el COVID-19 no perdona a los jóvenes".

El documento establece que "el COVID-19 es una enfermedad potencialmente mortal en personas de todas las edades y que el distanciamiento social, cubrirse el rostro y otras medidas para prevenir la transmisión son tan importantes en los adultos jóvenes como en las personas mayores".

Gregory Poland, experto en enfermedades infecciosas de la Clínica Mayo en Rochester, Minnesota, recomendó que las personas de todas las edades con enfermedades como hipertensión y diabetes consulten a sus médicos para asegurarse de que sus afecciones sean tratadas adecuadamente y que las personas obesas deben esforzarse en perder peso para estar más saludables.

"Si tiene estos factores de riesgo, es realmente importante que los controle", dijo Poland, "cuanto mejor controlados estén, menor será su susceptibilidad y riesgo".

Al principio de la pandemia, el COVID-19 fue calificada como una "enfermedad de personas mayores", pero los investigadores ahora saben que no es una descripción precisa, a juicio de Lewis Kaplan, presidente de la  Society of Critical Care Medicine y profesor de cirugía en el Hospital de la Universidad de Pennsylvania en Filadelfia.

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Incluso las personas que son jóvenes y no tienen problemas de salud subyacentes pueden enfermarse gravemente y no hay forma de saber con anticipación cómo responderá alguien a la infección, señaló Kaplan. Es importante destacar que los adultos jóvenes que no se enferman mucho aún pueden transmitir el virus a poblaciones más expuestas.

“No hay una población sin riesgo”, dijo, "la juventud no confiere seguridad y no debe apoyar la complacencia".

Después de todo lo que ha pasado Moir, se siente afortunada de estar viva. "Cuando eres joven, piensas que eres invencible de muchas maneras"concluye, "y no lo somos".