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Descubren a dentista italiano que intentó usar un brazo falso de silicona para evitar la vacuna contra el COVID-19

Su plan era obtener el pase de vacunación que a partir del lunes será exigido en Italia. Pero la enfermera que lo iba a inyectar lo descubrió: "Sentí que la piel estaba fría y gomosa". El hombre de 57 años ya había sido despedido de su empleo por negarse a la inmunización. 

Por The Associate Press

Un dentista en Italia se enfrenta a posibles cargos penales tras intentar recibir una vacuna contra el coronavirus en un brazo falso hecho de silicona.

Filippa Bua, una enfermera de la ciudad norteña de Biella, dijo que se dio cuenta enseguida de que algo no estaba bien cuando el hombre mostró la extremidad para que le pusiera la vacuna el jueves.

La gente hace fila en un centro de vacunación contra COVID-19, cerca del hospital Tor Vergata de Roma.
La gente hace fila en un centro de vacunación contra COVID-19, cerca del hospital Tor Vergata de Roma. Alessandra Tarantino / AP

“Cuando le descubrí el brazo, sentí que la piel estaba fría y gomosa, y el color era demasiado claro”, declaró Bua al periódico italiano Corriere della Sera.

Dijo que inicialmente pensó que el dentista de 57 años tenía una amputación y que se había equivocado de brazo. Ella le levantó la camisa y vio un brazo de silicona.

“Comprendí inmediatamente que el hombre intentaba evitar la vacunación utilizando una prótesis de silicona, en la que esperaba que le inyectara la dosis”, dijo Bua.

La enfermera aseguró que el hombre reconoció que no quería vacunarse contra el COVID-19, sino obtener un ‘super’ certificado, que a partir del lunes será necesario para entrar en restaurantes, cines, teatros y otros lugares de Italia.

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El dentista ya había sido suspendido del trabajo por su negativa a vacunarse, algo que Italia exige al personal de salud.

La enfermera dijo que el hombre fue cortés y abandonó el centro de vacunación tras el intento fallido.

“Nos detuvimos, reflexionamos, y comprendimos que no se trataba sólo de una situación surrealista, sino de un verdadero intento de fraude”, aseguró Bua. Ella y otras personas del centro de vacunación entregaron la documentación a sus superiores para que pudieran denunciar el caso, que ha sido entregado a los fiscales.

Aunque la tasa de vacunación en Italia es relativamente alta, con un 85% de la población de 12 años o más que cumple los requisitos, inmunizada, las personas de entre 30 y 59 años son las que más se resisten a la vacunación, con casi 3.5 millones de personas que aún no han recibido su primera dosis.