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¿Deberían vacunarse contra el coronavirus los que ya han sufrido la enfermedad?

Los pacientes que se recuperan del COVID-19 deberían tener anticuerpos contra el virus, pero sigue siendo posible contagiarse de nuevo. Aunque hay dudas sobre si es seguro o siquiera conveniente vacunarse en esos casos.

Por Denise Chow - NBC News

Cuando haya al fin una vacuna disponible, las autoridades sanitarias esperan aplicarla a la mayor cantidad de personas posible para cambiar el rumbo de la pandemia del coronavirus. Y eso incluye a los que ya han enfermado y se han recuperado del COVID-19.

Todavía no se sabe cómo responde ante una vacuna el sistema inmunitario de quienes han sobrevivido a la enfermedad, particularmente si esas personas han “acarreado” el virus por un periodo largo, con síntomas hasta semanas o meses después del contagio.

Aún así, es probable que el riesgo de recibir la vacuna si ya tuvo coronavirus sea bajo.

"La recomendación general es vacunarse, incluso si uno ha estado contagiado previamente", dijo el doctor David Thomas, director de enfermedades infecciosas de la Universidad Johns Hopkins. "Hay preguntas para las que aún no tenemos la respuesta, pero, dado lo que sabemos hasta ahora, ponerse la vacuna es la decisión correcta", agregó.

[¿Cuándo se empezará a vacunar contra el COVID-19?]

Se cree que la posibilidad de tener COVID-19 dos veces es rara, pero si los niveles de anticuerpos que genera el organismo disminuyen con el tiempo, una persona pudiera contagiarse más de una vez. 

 

Un estímulo adicional de inmunidad

Los médicos y los expertos en enfermedades infecciosas están de acuerdo en que la mayoría de las personas deberían vacunarse aunque hayan desarrollado una inmunidad que los debería proteger. En la mayoría de las personas que se han recuperado, una vacuna podría incluso mejorar la inmunidad desarrollada a partir de la primera infección. 

Es una medida de prevención que existe para otras enfermedades. A los adultos sanos de más de 50 años se les recomienda vacunarse contra la culebrilla (shingles, en inglés), incluso si han tenido varicela o culebrilla antes.

El doctor Thomas se vacunó contra la culebrilla. "Lo hice porque quería la inmunidad extra, para protegerme en contra de una posible recaída en una infección más tarde en la vida", dijo el médico, "aunque ya me había contagiado y tenía cierta inmunidad, decidí vacunarme de todos modos para duplicarla y estar aún más protegido". 

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La Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, en inglés) está revisando los datos de dos candidatas a vacuna, una fabricada por Pfizer y la otra por Moderna, y un comité de asesoría independiente de los Centros para el Control y la Prevención de las Enfermedades (CDC, por su sigla) han hecho recomendaciones sobre quiénes deben ser los primeros en fila para vacunarse.

 

 

Las recomendaciones están pendientes de aprobación del director de los CDC. La aplicación de las vacunas, y la decisión de quiénes serán vacunados primero, tiene consecuencias enormes para el país, que está registrando sus peores números de contagios y fallecimientos desde que empezó la pandemia.

Pero casi 14 millones de personas en Estados Unidos ya tuvieron casos confirmados de COVID-19, y también es muy importante que esas personas sepan cómo proceder.

 

Una consideración pendiente

Las pruebas y estudios de Pfizer y de Moderna tuvieron voluntarios de diferentes antecedentes raciales y étnicos, pero no se enfocaron en la gente que ya había enfermado por el virus SARS-CoV2.

Aunque se cree que hasta el 10% de los voluntarios en las pruebas habían tenido el virus, según Moncef Slaoui, el asesor científico sénior de Operation Warp Speed, la iniciativa de 18,000 millones de dólares de la Administración de Donald Trump para impulsar el desarrollo de las vacunas. Esas personas posiblemente habían tenido síntomas muy leves como para que no se detectara el contagio previo al momento de reclutarlos, dijo Slaoui.

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Para que la FDA dé su autorización a las candidatas a vacunas, ese tema es una de las preguntas pendientes que las farmacéuticas deberían contestar con sus datos, según Thomas.

“Típicamente, después de que se aprueba algo, la FDA dice, 'te damos el permiso, pero tienes que hacer esto y esto otro, y contestar todas las preguntas antes de esta fecha o te quito la aprobación”, dijo el médico, “las empresas entonces tienen que hacer eso, pero mientras lo hacen no conviene detener todo el proceso”.

Una voluntaria de la fase 3 del desarrollo de una vacuna contra el coronavirus recibe una dosis.
Una voluntaria recibe una dosis como parte de la fase 3 de desarrollo de una vacuna de Johnson & Johnson.Johnson &Johnson vía AP / AP

Entre los datos que debieran compartirse ahora están estimaciones sobre si aplicar la vacuna a quienes ya tuvieron COVID-19, e información sobre la seguridad general de vacunarse.

Hasta ahora no hay evidencia que sugiera que sería peligroso que los sobrevivientes del COVID-19 se vacunen, pero todavía hace falta investigar más, dijo Sarah Fortune, doctora que dirige el equipo de inmunología y enfermedades infecciosas de la Universidad de Harvard.

"No ha habido ningunas reacciones adversas serias que me hagan pensar que será un tema, aunque necesita hacerse el análisis", dijo, "la primera pregunta para ello es si es seguro, y creo que la segunda es: ¿siquiera es beneficioso?".

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Slaoui, de Operation Warp Speed, dijo en una conferencia de prensa el miércoles que por lo menos "sí se sabe que las vacunas con seguras" entre las personas que padecieron un contagio muy leve.

La vacuna y el contagio prolongado

Otro tema incierto es cómo responderán a la vacuna quienes tienen COVID-19 "de laga duración" con síntomas prolongados, dijo Michael Betts, inmunólogo y profesor de microbiología en la Universidad de Pennsylvania.

Aún no se sabe cuántas personas tienen síntomas del nuevo coronavirus que duran mucho tiempo. Un estudio de los CDC, publicado en julio, encontró que hasta 35% de los adultos que tuvieron algunos síntomas pero no requirieron hospitalización no habían recuperado su salud preinfección hasta tres semanas después del contagio.

Parte del reto de revisar cómo será la respuesta de esos pacientes a una vacuna es que todavía no se sabe a ciencia cierta por qué siguen teniendo síntomas.

"Realmente no comprendemos por qué estos individuos están sufriendo así, por lo que mi preocupación es si la respuesta inmunitaria de la vacuna será beneficiosa o contraproducente", indicó Betts.

Los 'millennials' en cuarentena se adaptan la nueva rutina en casa durante la pandemia.
Los 'millennials' en cuarentena se adaptan la nueva rutina en casa durante la pandemia.Reuters /

Esa respuesta tomará tiempo, dado que todavía escasea la información sobre los síntomas prolongados, indicó Thomas, de la Universidad Johns Hopkins.

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"Las personas que tienen condiciones de inflamación crónica debido al COVID pueden terminar en una categoría de gente a la que no quieres despertarle de golpe el sistema inmune", dijo, "sin embargo, es posible que eso sí los ayude a mejorar. Es de las muchas cosas que muestran lo poco que todavía entendemos".

Betts indicó que las personas infectadas de "largo plazo" o de "acarreo", apodados long-haulers en inglés, necesitarán ser evaluados cada uno por un médico que pueda valorar los riesgos o beneficios. Esos pacientes también necesitarán un monitoreo más cercano con el paso del tiempo.

"Puede que sea un grupo especial con determinaciones caso por caso. Todavía no entendemos la situación de largo plazo, por lo que predecir cómo actuará la vacuna es difícil", señaló.