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¿Cómo pueden las vacunas del COVID-19 ser seguras si se desarrollaron tan rápido?

La tecnología que permitió crear estas vacunas venía probándose desde hace décadas. Esto, sumado a la urgencia mundial y los recursos sin precedentes destinados, fueron clave para el éxito de los científicos.
/ Source: Telemundo

Por Carmen Heredia Rodríguez - Politifact

El desarrollo de las primeras vacunas contra el COVID-19 parece haber ocurrido a un ritmo vertiginoso. Y no es para menos: los científicos identificaron un nuevo virus y crearon vacunas para protegerse contra sus efectos más severos en menos de un año.

Pero la investigación que sustenta estas vacunas no es nueva, explican expertos, partes del trabajo de investigación ya tienen décadas y esta base, combinada con la experiencia técnica, la urgencia y los recursos financieros, permitió a los científicos realizar la maravilla médica.

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"La razón por la que fue tan rápido es el dinero y el trabajo", dijo el médico Paul Offit, director del Centro de Educación sobre Vacunas del Hospital Infantil de Philadelphia. 

El ARNm: una técnica en desarrollo desde los 90

Las vacunas de ARNm para el COVID-19 aprovechan la respuesta inmune natural del cuerpo humano. La inyección contiene la receta para producir la molécula conocida como proteína de pico, que el virus COVID-19 usa para unirse a las células. Una vez que la célula recibe estas instrucciones, crea la proteína y la muestra en su superficie. Luego, el sistema inmunológico detecta la proteína desconocida y produce anticuerpos para combatirla.

Las vacunas fabricadas por las empresas Pfizer-BioNTech y Moderna utilizan esta tecnología, que se deriva de una investigación que comenzó a principios de los años noventa, explicó el doctor Drew Weissman, profesor de medicina en la Universidad de Pennsylvania. Se ha probado contra otros virus como la influenza. Los científicos aprendieron de ensayos clínicos anteriores y desde entonces han trabajado para perfeccionar el uso del ARNm, dijo Weissman. El trabajo anterior sobre otros coronavirus como el SARS ayudó a acelerar el proceso.

"Esta no es una tecnología nueva", dijo Weissman, a quien, junto a su colega Katalin Karikó, vicepresidente senior de BioNTech, se les atribuye el gran descubrimiento que permitió que estas vacunas fueran seguras y altamente efectivas.

Vacunas de vectores virales: veteranas en emergencias sanitarias

La tercera vacuna que se distribuye en Estados Unidos para proteger contra el COVID-19 utiliza tecnología de vector viral para generar una respuesta inmune. Contiene una forma debilitada de un virus diferente, que lleva instrucciones para que las células produzcan la proteína de pico que se encuentra en el SARS-CoV-2, el virus que causa el COVID. La proteína aparece en la superficie de la célula y el sistema inmunológico crea anticuerpos contra ella.

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Al igual que las vacunas de ARNm, esta tecnología lleva el código para producir la proteína de pico a la célula, dijo la doctora Ruth Karron, directora del Centro de Investigación de Inmunización de la Universidad Johns Hopkins.

"El vehículo es diferente", dijo, "pero lo que se entrega es muy similar".

La tecnología de vectores virales se ha estudiado desde la década de 1970. Este tipo de vacunas han sido aprobadas en todo el mundo, para inmunizar a las personas contra la encefalitis japonesa. La firma Johnson & Johnson, que utiliza esta plataforma para su inyección contra el COVID, también creó una vacuna de vector viral para el ébola después de un brote masivo de la enfermedad en 2019 en la República Democrática del Congo.

¿Son seguras las vacunas?

Además de la investigación existente, el desarrollo de las vacunas del COVID-19 recibió mucho dinero para producirlas rápidamente, dijeron los expertos. Hasta diciembre del 2020, el gobierno federal había gastado más de 12,000 millones de dólares solo en la Operación Warp Speed, ​​para acelerar el desarrollo de vacunas. Las compañías farmacéuticas se asociaron con los Institutos Nacionales de Salud para aprovechar su experiencia y reclutar rápidamente a los participantes del ensayo clínico.

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Quizás lo más importante, los ensayos clínicos finales de las vacunas del COVID reclutaron entre 30,000 y casi 45,000 participantes.

"Estos estudios son mucho más grandes que los estudios que hacemos para muchas vacunas autorizadas", dijo Karron. Algunos ensayos de vacunas aprobadas previamente han incluido solo 3,000 participantes, agregó.

El doctor Scott Ratzan, quien dirige una iniciativa de comunicación sobre la vacuna COVID-19 llamada CONVINCE USA en la City University de Nueva York, dijo que impulsar cierta información ha ayudado a calmar los temores entre las personas que dudan de vacunarse. Esto incluye resaltar la realidad del virus, comparar los efectos secundarios de la inyección con otras vacunas y mostrar cuán efectiva es en millones de personas.

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Esperar a que otros recibieran la vacuna primero fue "algo justo" cuando se lanzaron por primera vez, dijo Offit. Sin embargo, después de que casi 90 millones de personas en Estados Unidos hayan recibido al menos una dosis de vacuna sin signos de problemas de seguridad, el escepticismo debería estar desapareciendo, dijo. 

"Tiene su prueba en términos de eficacia y seguridad", dijo Offit. Si todavía te niegas, "entonces es porque ya no eres un escéptico. Eres un cínico", señaló.