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Batalla política y judicial en Florida y Texas para que los niños puedan usar mascarilla pese a las prohibiciones de los gobernadores

Ciudades y condados han desafiado los mandatos de los republicanos Abbott y DeSantis debido al peligro de la variante delta para los niños, pero se enfrentan a castigos y amenazas.

A pocos días de que millones de alumnos regresen a las aulas y pese a que la pandemia de coronavirus crece sin control y los hospitales infantiles están desbordados por los contagios de menores de edad, los gobernadores de Texas y Florida, dos de los estados con mayor número de casos, siguen empeñados en impedir que las escuelas puedan obligar a los estudiantes a usar mascarilla para protegerse del COVID-19.

En Florida, Ron DeSantis prohibió la semana pasada que los distritos escolares puedan adoptar esa medida, y ante el desafío de algunos condados, como el de Leon, donde se encuentra la capital estatal, Tallahassee, este lunes amenazó con dejar sin salario a los responsables educativos que desobedezcan su orden.

 

La orden del condado de Leon permite exenciones para alumnos que presenten un justificante médico o psicológico, pero no otorga a los padres la autoridad para decidir si sus hijos llevan mascarilla o no, que es lo que pretendía DeSantis.

Los miembros de la junta escolar del condado de Broward, el sexto distrito más grande dentro del sistema educativo público del país, también aprobaron el martes requerir la mascarilla en los colegios, además de arremeter contra las amenazas de DeSantis.  

Florida reanuda las clases este miércoles, y desde hace semanas registra la peor cifra de contagios desde el inicio de la pandemia, con hospitales en los que las ambulancias tienen que esperar a las puertas para encontrar hueco para los pacientes ante el crecimiento sin control de los casos graves. 

En Texas, el gobernador, Greg Abbott, también republicano como DeSantis, aprobó en mayo una orden ejecutiva que prohíbe a entidades gubernamentales -incluidos condados, ciudades, distritos escolares o autoridades de salud públicas- requerir el cubrebocas. Quienes incumplan la medida pueden ser sancionados con hasta 1,000 dólares de multa.

 

 

Sin embargo, los distritos escolares de Dallas y Austin anunciaron este lunes que obligarán tanto a sus alumnos como al personal de los colegios a llevar mascarilla. Se unieron así al distrito escolar de Houston, que ya había comunicado la adopción de esta medida preventiva. 

El juez del condado de Dallas, Clay Jenkins, pidió formalmente este lunes a que un tribunal texano que paralice la orden de Abbot: "El enemigo no son los demás", argumentó, "el enemigo es el virus y todos debemos hacer todo lo que podamos para proteger la salud pública".

"Los distritos escolares y el Gobierno más cercano a la gente deben tomar decisiones sobre la mejor manera de mantener a los estudiantes y a los demás a salvo", dijo Jenkins en un comunicado,  agregando que, si no se  revierte la prohibición, "muchas personas enfermarán gravemente o morirán sin necesidad".

[“Es aterrador”. Los hospitales infantiles se están llenando por el aumento de casos de COVID-19 entre niños]

Aunque los ensayos clínicos hacen pensar que pronto habrá una vacuna para niños de todas las edades, la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés) solo ha autorizado por ahora la inmunización  para menores de entre 12 y 17 años.

Las autoridades sanitarias llevan meses debatiendo cuál es la mejor fórmula para que los alumnos puedan retomar las clases presencialmente, pero han dejado la última decisión a los responsables educativos y locales.

Los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) recomendaron la semana pasada que tanto alumnos como profesores, personal educativo y visitantes usen mascarilla en espacios interiores, sin importar si están vacunados o no.

Con información de NBC, AP y The Texas Tribune