Con el respaldo de China, Rusia está diseminando noticias falsas que acusan al Gobierno de Estados Unidos de supuestamente financiar laboratorios de armas biológicas en Ucrania. Esta teoría sin fundamento también ha sido amplificada por varias figuras conservadoras en Estados Unidos.
El 6 de marzo, la Cancillería y el Ministerio de Defensa rusos aseguraron que tenían “evidencia de una limpieza de emergencia” realizada por Ucrania para erradicar los rastros de un supuesto programa biológico-militar respaldado por el Pentágono.
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Este lunes, un vocero del Ministerio de Relaciones Exteriores de China lanzó una acusación similar y llegó a decir, sin ninguna evidencia, que Estados Unidos busca “establecer mecanismos para la propagación encubierta de patógenos virales mortales”. “Las actividades militares biológicas en Ucrania son una preocupación común de la comunidad internacional”, dijo el funcionario chino, Zhao Lijian, según reporta la agencia AP.
Y por si fuera poco, voces conservadoras como el presentador de Fox News, Tucker Carlson, y el sitio web de extrema derecha Infowars se han unido al coro que impulsa las teorías conspirativas rusas.
“Nunca estamos de acuerdo con el Gobierno chino en nada, pero en este caso, tienen un punto válido. Ahora sabemos que (quedan) agentes biológicos peligrosos, ya sea que los llame armas o no, es completamente irrelevante”, dijo Carlson en su programa el 9 de marzo.
Pero ni Rusia, ni China, y mucho menos Carlson o Infowars, han ofrecido pruebas de que Estados Unidos está financiando el desarrollo de armas biológicas en Ucrania. No hay evidencia para sustentar esas afirmaciones. Tanto La Casa Blanca, como el Departamento de Defensa y el propio presidente de Ucrania, Volodymyr Zelenskyy, han rechazado las acusaciones de Rusia.
“Soy el presidente de un país racional, una nación racional. Y padre de dos hijos. Y en mi tierra no se desarrollaron armas químicas ni otras armas de destrucción masiva”, dijo Zelenskyy.
¿Hay laboratorios biológicos en Ucrania?
Ucrania tiene laboratorios biológicos, algunos financiados por Estados Unidos y otros por la Organización Mundial de la Salud, Canadá, Suecia, Alemania y otros países europeos. Este tipo de laboratorios también funcionan en otros países.
Los países miembros de la Alianza Mundial Contra la Proliferación de Armas y Materiales de Destrucción Masiva (GPWG, por sus siglas en inglés) llevan un registro de los proyectos y las instituciones encargadas de desarrollarlos. Solo en 2018 se realizaron 295 proyectos en 15 naciones miembros de la alianza, entre ellos Ucrania.
Los proyectos abarcan desde la prevención de enfermedades transmitidas por animales, acciones para disminuir el riesgo de pandemias y desarrollo de una respuesta rápida a las amenazas biológicas, hasta la modernización de laboratorios, leyes regulatorias y el estudio de patógenos, entre otras. Ninguno tiene como fin el desarrollo de armas biológicas.
Desde el 2005, Estados Unidos ha invertido más de 200 millones de dólares en Ucrania, apoyando a 46 laboratorios y otros centros de ese país para prevenir la producción de armas biológicas. El acuerdo que ambos países firmaron ese año, tiene como objetivo “prevenir la proliferación de tecnología, patógenos y capacidades que se encuentran en instalaciones en Ucrania y que podrían ser utilizadas en el desarrollo de armas biológicas”.
Según el Departamento de Estado, la cooperación busca “reducir el riesgo” de los “materiales biológicos inseguros” que dejó el programa de armas biológicas de la antigua Unión Soviética en Ucrania. Esto no prueba que los laboratorios en ese país están desarrollando armas biológicas, como asegura Rusia.
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El pasado viernes, durante una sesión del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, Izumi Nakamitsu, la alta representante de la ONU para asuntos de desarme, dijo que la ONU “no tiene conocimiento de ningún programa de armas biológicas” en Ucrania.
La semana pasada, Tucker Carlson utilizó una declaración de la vicesecretaria de Estado, Victoria Nuland para sugerir falsamente que los laboratorios en Ucrania están produciendo armas biológicas.
Durante una audiencia en el Congreso, el 8 de marzo, el senador republicano por Florida, Marco Rubio, le preguntó a Nuland sí Ucrania tiene armas químicas o biológicas.
“Ucrania tiene instalaciones de investigación biológica de las cuales, de hecho, estamos bastante preocupados de que las tropas rusas, las fuerzas rusas, puedan estar tratando de controlar”, respondió Nuland.
La funcionaria dijo que el Gobierno estadounidense está trabajando con Ucrania para prevenir que los materiales biológicos en esos laboratorios terminen en manos rusas. Ante otra pregunta de Rubio, Nuland aseguró que no dudaría de que si se produce un ataque biológico o químico en Ucrania, sea Rusia la responsable.
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Según Carlson, la declaración de Nuland demostraba que las acusaciones de Rusia son “de hecho, total y completamente ciertas”. “¿Qué están haciendo exactamente en estos laboratorios biológicos ucranianos secretos?”, se preguntó el presentador de Fox.
El Departamento de Estado aclaró que Nuland se refería a laboratorios de diagnóstico y biodefensa en Ucrania y no a instalaciones de armas biológicas. Rubio también hizo una aclaración, al decir que un recinto de armas biológicas difiere de un laboratorio de investigación.
Sin evidencia de armas biológicas
El 9 de marzo, la Casa Blanca advirtió que al diseminar información falsa, Rusia podría estar buscando una excusa para utilizar armas biológicas o químicas en Ucrania.
“Ahora que Rusia ha hecho estas afirmaciones falsas, y China aparentemente ha respaldado esta propaganda, todos deberíamos estar atentos a la posibilidad de que Rusia use armas químicas o biológicas en Ucrania, o que las use con una operación de bandera falsa. Es un patrón claro”, escribió la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Jen Psaki.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) pidió a Ucrania que destruya los patógenos peligrosos que se almacenan en los laboratorios de salud pública del país para evitar “cualquier derrame potencial” que pueda diseminar enfermedades entre la población, dijo la agencia a varios medios el viernes.
Varios especialistas explicaron que los patógenos en estos laboratorios son simplemente bacterias y virus, y no componentes de armas biológicas. “No hay indicios de que los laboratorios ucranianos hayan estado involucrados en alguna actividad nefasta, o en cualquier investigación o desarrollo que contravenga la Convención de Armas Biológicas”, dijo a la BBC, Filippa Lentzos, experta en bioseguridad del King’s College de Londres.
Otros expertos consultados por la organización de verificación de hechos, Politifact, explicaron el trabajo que se realiza en los laboratorios en Ucrania.
“Todos estos son laboratorios veterinarios y de salud pública (...) ninguno de ellos ha estado involucrado en una guerra biológica”, dijo Gregory Koblentz, director del Programa de Posgrado en Biodefensa de la Universidad George Mason.
Andy Weber, ex subsecretario de Defensa encargado de programas de defensa nuclear, química y biológica, y actual directivo de la Asociación de Control de Armas, una organización sin fines de lucro que aboga por políticas de control de armas en el mundo, equiparó el trabajo de los laboratorios en Ucrania con el de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) en Estados Unidos y dijo que las investigaciones “han sido fundamentales para detener la propagación de COVID-19”.
