Rusia ha movilizado su submarino K-329 Belgorod, armado con proyectiles nucleares Poseidón, bautizados popularmente como el arma del Apocalipsis, que pueden impactar contra objetivos a 10,000 kilómetros de distancia y provocar tsunamis radioactivos en caso de estallar cerca de la costa, según informó este domingo el diario italiano La Repubblica citando una nota de inteligencia enviada por la Alianza Atlántica (OTAN) a sus países aliados.
Este submarino fue botado en 2019 y se encuentra a disposición de las Fuerzas Armadas rusas desde el pasado mes julio, según informa la prensa española. El líder ruso, Vladimir Putin, lo presentó en marzo de 2018 como una de sus nuevas armas de alcance “prácticamente ilimitado” que convierten en “inútil” el sistema antimisiles de Estados Unidos. “Nadie en el mundo tiene algo igual, por ahora. ¡es algo fantástico!, presumió Putin de su armamento.
Con 184 metros de eslora y 15 de manga, este submarino de propulsión nuclear puede viajar a 32 nudos por hora con rango ilimitado y una profundidad estimada de hasta 1,710 pies. El Poseidón en realidad no es un misil sino un vehículo submarino de control remoto que puede sumergirse a más de 1,000 metros de profundidad y llegar a 10,000 metros de distancia cargado con armas nucleares para destruir infraestructuras en la costa o bajo el mar. Según la agencia de noticias rusa Tass, el submarino puede portar hasta seis de estos drones armados con bombas atómicas.
Según la nota citada por el diario italiano, el submarino se encuentra en aguas del océano Ártico y podría haber estado implicado en el presunto sabotaje de los gasoductos Nord Stream, que cortó el suministro de gas desde Rusia a territorio europeo.