Por Eduardo Castillo - Associated Press
El ministro de Asuntos Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, advirtió el martes a Ucrania que debe “desmilitarizar” y “desnazificar” los territorios ocupados por Rusia. De lo contrario, dijo, “el ejército ruso (resolverá) el asunto”.
Lavrov también acusó a Occidente de ayudar a Ucrania durante la guerran, en detrimento de Rusia. Y afirmó que depende de Kiev y Washington cuánto durará el conflicto, que comenzó el 24 de febrero cuando Rusia invadió al país vecino.
“En cuanto a la duración de la guerra, la pelota está del lado de Ucrania y de Estados Unidos, que se mantiene apoyándolos”, declaró Lavrov a la agencia estatal de noticias Tass. “Pueden poner fin a la resistencia sin sentido en el momento que decidan”.
En una aparente reacción, el asesor presidencial ucraniano Mykhailo Podolyak tuiteó que “Rusia tiene que enfrentarse a la realidad”.
“Ni la movilización total, ni la búsqueda aterrorizada de munición, ni los contratos secretos con Irán, ni las amenazas de Lavrov ayudarán”, afirmó. “Ucrania desmilitarizará la RF (Federación Rusa) hasta el final, expulsará a los invasores de todos los territorios ocupados. Esperen el final en silencio...”.
Un día antes, el ministro ucraniano de Asuntos Exteriores, Dmytro Kuleba, declaró a la agencia de noticias Associated Press en una entrevista que su Gobierno desea que se produzca una cumbre para poner fin a la guerra, pero que no prevé que Rusia participe en ella.
Ucrania quiere que esa cumbre de “paz” sea en un plazo de dos meses y que el Secretario General de la ONU, António Guterres, actúe como mediador. Kuleba afirmó que Rusia debe rendir cuentas ante un tribunal de crímenes de guerra antes del diálogo.
Ambas declaraciones ilustran lo complejo y difícil que podría resultar cualquier intento de poner fin a la guerra. Ucrania ha dicho en el pasado que no negociaría con Rusia antes de la retirada total de sus tropas, mientras que los rusos insisten en que no se pueden ignorar sus avances militares y la anexión de la península de Crimea en 2014.
Mientras tanto, el martes continuaron los encarnizados combates en las regiones de Donetsk y Luhansk, que Rusia reclama ilegalmente como suyos, y donde recientemente se han producido intensos enfrentamientos.
El viceministro de Defensa ucraniano, Hanna Maliar, declaró que las fuerzas rusas están intentando cercar la ciudad de Bajmut, en la región de Donetsk, pero sin éxito. También se están librando fuertes combates en torno a la ciudad de Kreminna, en la región de Luhansk, según el gobernador de Luhansk, Serhiy Haidai.
En el sur de la región de Kherson, parcialmente ocupada, las fuerzas rusas bombardearon el lunes 40 veces zonas controladas por los ucranianos, hiriendo a una persona, según las autoridades de ese país. La propia ciudad de Kherson, que Ucrania recuperó el mes pasado en una importante victoria, fue atacada 11 veces, dijo el administrador regional Yaroslav Yanushevich.
Desde sus logros militares al comienzo de la guerra hace 10 meses, Rusia ha logrado pocos avances importantes, a menudo golpeando la infraestructura de Ucrania y dejando a millones de personas sin electricidad, calefacción y agua caliente en medio del crudo invierno.
Lavrov no especificó cómo logrará el ejército ruso sus objetivos de "desmilitarizar" y "desnazificar" Ucrania, que era el objetivo declarado de Putin cuando comenzó la invasión en febrero. La referencia a la “desnazificación” se debe a las acusaciones de Rusia de que el Gobierno ucraniano está muy influido por grupos nacionalistas radicales y neonazis. Ucrania y Occidente se burlan de esta afirmación.
Lavrov advirtió que un mayor apoyo de Occidente a Ucrania podría llevar a una confrontación directa.
“Seguimos advirtiendo a nuestros adversarios en Occidente sobre los peligros de sus acciones que llevan a escalar la crisis ucraniana”, dijo, añadiendo que “el riesgo de que la situación pueda salirse de control sigue siendo alto”.
“El objetivo estratégico de Estados Unidos y sus aliados de la OTAN es obtener una victoria sobre Rusia en el campo de batalla para debilitar significativamente o incluso destruir nuestro país”, añadió.