Por Yuliya Talmazan y Patrick Smith - NBC News
El presidente ruso, Vladimir Putin, anunció este miércoles la movilización parcial del Ejército de su país, movilizando a 300,000 reservistas con experiencia militar en una significativa escalada de su guerra en Ucrania, después de que los reveses en el campo de batalla dejaran al Kremlin enfrentado a una creciente presión para actuar.
En un discurso nacional poco habitual, el líder ruso también respaldó los planes de Rusia de anexionar las zonas ocupadas del sur y el este de Ucrania, pareciendo amenazar con represalias nucleares si su país vecino continúa con sus esfuerzos por reclamar esas tierras.
[Rusia comprará cohetes y artillería a Corea del Norte para la guerra en Ucrania]
Esto ocurrió un día después de que cuatro zonas controladas por Rusia anunciaran que esta semana votarían para separarse de Ucrania y unirse a Rusia, en un plan que Ucrania y sus aliados occidentales desestimaron como una “farsa” desesperada destinada a disuadir el éxito de una contraofensiva de las tropas ucranianas.
Jurando que Rusia utilizaría todos los medios a su alcance para proteger lo que considera su territorio, Putin acusó a Occidente de chantaje nuclear y advirtió: “Esto no es un farol”.

Después de Putin, el ministro de Defensa, Sergei Shoigu, confirmó que se convocaría a unos 300,000 reservistas iniciales.
Shoigu matizó que solo se movilizará a los que tengan experiencia de combate y de servicio. Otra cláusula del decreto, que entra en vigor inmediatamente, impide a la mayoría de los soldados profesionales rescindir sus contratos y abandonar el servicio hasta que la movilización parcial deje de estar vigente.
Bridget Brink, la embajadora de Estados Unidos en Ucrania, dijo en respuesta: “Los simulacros de referéndum y movilización son signos de debilidad, de fracaso ruso”.
“Estados Unidos nunca reconocerá la reivindicación de Rusia sobre el territorio ucraniano supuestamente anexionado, y seguiremos apoyando a Ucrania durante el tiempo que sea necesario”, afirmó.
El secretario de Defensa británico, Ben Wallace, describió el anuncio de movilización de Putin como “una admisión de que su invasión está fracasando”.
“Él y su ministro de Defensa han enviado a decenas de miles de sus propios ciudadanos a la muerte, mal equipados y mal dirigidos”, declaró Wallace en un comunicado. “Ninguna cantidad de amenazas y propaganda puede ocultar el hecho de que Ucrania está ganando esta guerra, la comunidad internacional está unida y Rusia se está convirtiendo en un paria global”.
Putin se ha resistido a los llamamientos de los partidarios nacionalistas y los blogueros promilitares para una movilización general desde que lanzó su invasión a gran escala de Ucrania el 24 de febrero.
[Rusia culpa a Ucrania por la muerte de Darya Dugina, hija de un aliado de Vladimir Putin]
Este miércoles, el líder ruso se abstuvo de dar ese paso, que podría haber impulsado significativamente a sus debilitadas fuerzas, pero que probablemente llevaría tiempo y también podría haber resultado impopular entre un público al que el Kremlin ha tratado de aislar de los efectos de la guerra.
Queda por ver si la movilización parcial aliviará esos problemas.
"Farsa" de votaciones
La repentina oleada de actividad indica que el Kremlin pretende no solo atrincherarse, sino intensificar sus esfuerzos en un conflicto que se ha prolongado durante casi siete meses y que recientemente se ha inclinado en contra de sus fuerzas. Sus partidarios públicos se han deleitado con la perspectiva de una “guerra total” y un nuevo enfrentamiento con Occidente.
Los funcionarios separatistas respaldados por Rusia en las zonas orientales de Luhansk y Donetsk, así como en la región meridional de Kherson y la parcialmente ocupada Zaporizhzhia, anunciaron el martes que celebrarían votaciones sobre la adhesión formal a Rusia durante cuatro días a partir del viernes. No estaba claro si la anexión propuesta abarcaría todo el territorio de las provincias o sólo las zonas actualmente ocupadas por las fuerzas rusas.
El Parlamento ruso también aprobó un proyecto de ley para endurecer las penas por una serie de delitos, como la deserción y la rendición, si se cometen durante los períodos de movilización o de ley marcial.
Los rápidos acontecimientos se produjeron apenas una semana después de que Ucrania recuperara con éxito franjas de territorio en su noreste, en lo que según muchos observadores podría ser un cambio decisivo en el conflicto.
El Ejército de Kiev ha estado presionando para conseguir nuevos avances en Luhansk y Donetsk, que juntos forman la región industrial de Donbás que Moscú ha convertido en su principal objetivo desde que fracasó en la toma de la capital, Kiev.
Y también ha estado llevando a cabo una segunda contraofensiva simultánea en el sur en un esfuerzo por desgastar a las fuerzas rusas reunidas en torno a la ciudad estratégicamente importante de Kherson y la costa del Mar Negro.
El Kremlin ha insistido en que lo que llama su “operación militar especial” en Ucrania se está desarrollando según el plan, pero los observadores militares han dicho que las fuerzas rusas están agotadas y cada vez más desanimadas.
[Un alto exfuncionario ruso que dimitió se encuentra internado en terapia intensiva]
Bajo una creciente presión, Putin ha actuado ahora, aunque no estaba claro cómo los movimientos tendrán un impacto inmediato sobre el terreno.
Ucrania se ha visto reforzada por las armas suministradas por Occidente, incluidos los sistemas de cohetes de largo alcance suministrados por Estados Unidos, lo que ha llevado a voces en los medios de comunicación estatales rusos a argumentar que el país está luchando no sólo contra Ucrania, sino también contra la OTAN.
La Casa Blanca y sus aliados prometieron apoyar a Ucrania el martes y condenaron las votaciones previstas como una “farsa” que nunca reconocerían.
Rusia celebró una votación para anexionar la península de Crimea en 2014, y la mayoría de la comunidad internacional rechazó los resultados.
Pero esta vez, los referendos llegan en medio de una invasión a gran escala con la que Putin parece decidido a seguir adelante.