Más de 2.5 millones de ucranianos se han visto forzados a abandonarlo todo en Ucrania, mientras Rusia continúa una brutal invasión al país vecino, que ya llega a su día 16.
Los refugiados, que deben viajar ligero, han tenido que dejar atrás sus casas, autos, ropas y todo tipo de pertenencias no esenciales. Pero muchos se han rehusado a abandonar a sus mascotas.

Imágenes de refugiados ucranianos cargando y consolando a su aves, conejos, gatos, perros, hámsters y otros animales domésticos en medio de la destrucción han dado la vuelta al mundo como ejemplo del horror de la guerra y sus consecuencias.

“En casa, (mis perros) viven sobre la almohada, son pequeños y su cuerpo y su salud no están realmente aptos para este viaje”, dijo a la agencia AFP Anna Zatsepa, dueña de dos Yorkshire terriers, mientras huía a la vecina Polonia.
“Pero son como niños y no podemos dejarlos atrás”, explicó.

Reportes de prensa dan cuenta de cómo los refugios de animales están sintiendo el peso de acoger a tantas mascotas que han quedado desamparadas porque sus dueños no pudieron llevarlas consigo.
Y en ocasiones, los ucranianos desplazados han puesto en peligro sus propias vidas por salvar a sus mascotas, transportándolas por puentes y caminos improvisados o cargándolas por ciudades bajo fuego ruso.

Cientos de miles también han tenido que dejar sus pertenencias atrás incluso si no han salido de Ucrania, pues dentro del mismo país hay un número considerable de desplazados.
No todos han podido salvar a sus animales y algunos se han visto obligados a dejarlos solos en las casas o abandonarlos a mitad de camino.

Yulya Balaeva, una refugiada, dijo que tuvo que dejar atrás 15 gatos cuando salió de su casa en Irpin, una de las ciudades ucranianas asediadas, donde los ataques rusos han dejado al menos dos niños muertos.
La mujer dijo que se llevó un perro consigo, pero lo perdió en medio del fuego cruzado.

"Nuestro perro se asustó con las explosiones y escapó”, dijo Balaeva, citada por The Hill.
“No pudimos atraparlo porque había una amenaza de otro ataque. Un dron ruso nos seguía. Pronto, hubo dos explosiones. Y tuvimos que abordar el autobús de evacuación".

Muchos no se llevaron a sus mascotas consigo al pensar que el conflicto no sería tan duradero. Pero los ataques se han prolongado por más de dos semanas y las conversaciones entre Moscú y Kiev ha sido escasas y sin resultados.

“La mayoría las dejó con comida y suministro de agua para unos diez días. La gente esperaba estar de vuelta para ese entonces”, dijo un veterinario citado por ese mismo medio de prensa.

Según Naciones Unidas, hasta el 10 de marzo 549 civiles habían muerto y 957 habían resultado heridos en Ucrania, aunque cree que el total real podría ser considerablemente superior.
Las regiones ucranianas con más víctimas son Donetsk y Luhansk. De los asesinados, se ha confirmado que 26 eran niños.
