Sherhiy Perebyinis se enteró de la muerte de su esposa y sus hijos en un ataque ruso en Ucrania a través de las redes sociales.
Perebyinis, de 43 años, vio en Twitter unas imágenes captadas por una fotógrafa del periódico The New York Times en las que aparecían cuatro personas tendidas en el suelo junto a un monumento conmemorativo de la Segunda Guerra Mundial a las afueras de Kiev. Les habían disparado unos militares rusos.
Una de ellas era su esposa, Tetiana, de 43 años, y dos eran sus hijos, Mykyta, de 18, y Alisa, de 9. Junto a ellos estaba el cuerpo de Anatoly Berezhnyi, de 26, voluntario de una iglesia. También perdieron la vida los dos perros de la familia.
El incidente ocurrió el domingo, mientras trataban de cruzar un puente dañado en Irpin, a las afueras de Kiev, como otros miles de ucranianos que buscan escapar de los combates. Las tropas rusas dispararon proyectiles de mortero sobre la ciudad, matando al menos a ocho personas, entre ellas la familia de Perebyinis.
“Reconocí el equipaje y por eso lo supe”, dijo a The New York Times. “He perdido a todo el mundo y he perdido el sentido de la vida”, agregó en declaraciones al periódico The Washington Post.
"Me quedé solo. Vivimos felices durante 23 años”, lamentó.
Perebyinis estaba cuidando a su madre enferma en el este de Ucrania. Antes del ataque lamentó en una llamada a su esposa: “Perdóname porque no pude defenderte”. Su esposa le dijo, según cuenta: “No te preocupes, saldré de esto”.
La pareja se conoció en la escuela secundaria y comenzó su relación un par de años después cuando coincidieron en la pista de baile de un club nocturno. Se casaron en 2001, vivían a las afueras de Kiev con sus hijos y sus dos perros, Benz y Cake. Ella era contadora y él es programador informático.
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La familia ya había sido desplazada por el ataque ruso de 2014, pues vivían en la región de Donetsk, donde el régimen de Vladimir Putin alentó un levantamiento separatista. Para escapar de los combates se mudaron a Kiev y comenzaron a reconstruir sus vidas.
Cientos de civiles han perdido la vida a raíz de la invasión rusa que comenzó hace dos semanas. El Alto Comisionado de Naciones Unidas informó este jueves que hay 549 muertos y 957 heridos. El fiscal de la Corte Penal Internacional anunció la semana pasada que pondrá en marcha una investigación que podría apuntar a funcionarios rusos considerados responsables de crímenes de guerra, crímenes contra la humanidad o genocidio.
La vicepresidenta, Kamala Harris, se sumó este jueves a las peticiones de una investigación internacional por crímenes de guerra contra Rusia, citando las “atrocidades” de los bombardeos contra civiles, incluido un hospital infantil en Mariupol en el que fallecieron tres personas, entre ellas, una niña.
“Absolutamente debe haber una investigación, y todos debemos estar atentos”, condenó Harris. “No tengo ninguna duda de que los ojos del mundo están puestos en esta guerra y en lo que Rusia ha hecho en términos de esta agresión y estas atrocidades”, agregó.