Por Shannon Pettypiece - NBC News
BRUSELAS — El presidente, Joe Biden, se dirige a Europa este miércoles bajo una creciente presión en su país y en el extranjero para que haga más por ayudar a Ucrania, mientras transita una fina línea entre proporcionar apoyo y disuadir a Rusia, evitando al mismo tiempo una mayor escalada.
Biden viaja a Bruselas, Bélgica, para asistir a una reunión de emergencia de última hora de los líderes de los países de la OTAN para debait la respuesta a la invasión rusa de Ucrania. Durante su estancia en Bruselas, tiene previsto asistir a una reunión de los líderes del G7 y a una reunión del Consejo Europeo.
A continuación, viajará a Polonia, que se encuentra en primera línea de la crisis militar y de refugiados, para reunirse con el presidente de ese país.
El viaje supondrá un momento clave de demostración de liderazgo de alto nivel en el escenario mundial en en uno de los mayores períodos de conflicto europeo desde la Segunda Guerra Mundial.
Pero también vendrá acompañado de presiones para que responda a las peticiones de hacer más por Ucrania por parte de demócratas y republicanos de EE.UU., aliados europeos y el presidente ucraniano, Volodymyr Zelenskyy.
“Se sentirá muy poco si se celebra esta gigantesca reunión de la OTAN, la alianza más poderosa del mundo, y el único resultado de la misma es una declaración de solidaridad. Eso no parecerá un movimiento fuerte”, señaló Michale McFaul, embajador de Estados Unidos en Rusia bajo la Administración Obama. “Eso será desmoralizante para Zelenskyy y edificante para Putin”, agregó.
McFaul dijo que también espera que los países de la OTAN y de la UE se unan en la cumbre para imponer nuevas sanciones a los oligarcas y altos funcionarios rusos, para proporcionar equipo militar adicional y para intensificar las medidas económicas, como un embargo de petróleo.
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“Si queremos ejercer más presión sobre esta economía, podemos hacer mucho más. Esperaría que en una reunión de tanta gente se concluyera algo así”, apuntó McFaul.
El asesor de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Jake Sullivan, adelantó que en los próximos días habrá un anuncio sobre las sanciones adicionales después de que Estados Unidos se haya reunido con sus aliados.
Sullivan dijo que Biden también discutirá en las reuniones del jueves cómo debería ser la presencia de tropas a largo plazo en Europa. Otro tema: la posibilidad de que Rusia utilice armas nucleares y cómo deben responder Estados Unidos y sus aliados si eso ocurre.
Si Biden y los demás jefes de Estado reunidos no consiguen dar con el tono adecuado, corren el riesgo de que se produzca un momento de pantalla dividida en el que parezca que se reúnen cómodamente en Bruselas y posan para las fotos mientras en la televisión se reproducen imágenes de una crisis humanitaria y Zelenskyy suplica ayuda mientras su capital está siendo asaltada.
“Me preocupa que se trate de una gran algarabía. Hay muchas expectativas y hay muchas demandas para que Estados Unidos, la OTAN y la UE hagan más debido a lo que estamos viendo en nuestras pantallas de televisión cada hora”, opinó Barry Pavel, que fue asesor de política y estrategia de defensa en el Consejo de Seguridad Nacional durante las Administraciones de Obama y Bush.
“Me preocupa que si es sólo más de lo mismo podría terminar siendo decepcionante. Se va a pisar una línea muy fina y espero que la Administración se equivoque al hacer mucho más”, afirmó.
En Estados Unidos, los legisladores del Congreso de ambos partidos han presinado a Biden para que proporcione más ayuda a Ucrania, especialmente con aviones de combate y sanciones adicionales a los oligarcas rusos. Los republicanos han aprovechado cualquier oportunidad para acusar a Biden de ser débil ante Putin.
Funcionarios de la Casa Blanca indican que un propósito clave del viaje, además de debatir cómo coordinar su ayuda a Ucrania, será tranquilizar a los países de la OTAN sobre el apoyo de Estados Unidos y actuar como una muestra de unidad contra Rusia para disuadir una potencial invasión en territorio de la OTAN.
“Desde el comienzo de la legislatura del presidente la unidad ha sido clave para el presidente para tener éxito en el tiempo”, señaló el lunes Jen Psaki, secretaria de prensa de la Casa Blanca. “La unidad con nuestros homólogos europeos, la OTAN y el G7 no ocurre por accidente”, declaró.
Aunque los países miembros de la OTAN, que van desde Canadá hasta Lituania y Turquía, han mostrado un frente unido hasta ahora, esa unidad puede ser más difícil de mantener a medida que el conflicto continúe y las decisiones que se tomen sean más complejas y tengan más peso.
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“Creo que Biden querrá hacer todo lo posible para elogiar a la alianza por la unidad que ha mostrado y tratar de asegurar que esa unidad continúe”, opinó James Goldgeier, miembro visitante del Center on the U.S. and Europe de la Brookings Institution. “Cuanto más dure la guerra, más posibilidades hay de que surjan diferencias, así que querrá aprovechar este viaje para mantener esta alianza unificada”, apuntó.
Las garantías de Estados Unidos de que defenderán a los miembros de la OTAN también siguen siendo muy necesarias después de que el expresidente Donald Trump criticara repetidamente a la OTAN y musitara públicamente sobre la retirada del apoyo de Estados Unidos mientras presionaba para que Rusia se convirtiera en miembro del G7, según los expertos en política exterior.
Entre los aliados a los que Biden tratará de tranquilizar y ofrecer su apoyo estará Polonia, que se ha encontrado en primera línea de la crisis de los refugiados mientras los misiles rusos han impactado a pocas millas de su frontera.
Durante la parada de Biden en Polonia, tiene previsto reunirse con el presidente polaco, Andrzej Duda, el sábado, para agradecerle sus esfuerzos y la labor que su país ha realizado para acoger a los refugiados ucranianos, según informó la Casa Blanca. La visita de Biden sigue a los viajes a Polonia de la vicepresidenta Kamala Harris, de una delegación del Congreso y del secretario de Estado Antony Blinken.
Polonia se ha convertido en un aliado crucial para Estados Unidos, ya que ha acogido a millones de refugiados y ha alojado a miles de tropas estadounidenses. En Varsovia, donde Biden tiene previsto alojarse, han llegado 300,000 refugiados, lo que ha puesto a prueba los recursos de esta ciudad de 1.8 millones de habitantes.
El país será también una de las principales rutas de suministro de material militar que entra en Ucrania, lo que hace que corra el riesgo de convertirse en un objetivo potencial de Rusia.
En Polonia, Biden también se reunirá con las tropas estadounidenses y con expertos en la respuesta humanitaria.
Polonia ha estado presionando a Estados Unidos para que se involucre más en el conflicto, incluyendo una propuesta para una misión de mantenimiento de la paz de la OTAN en Ucrania. También ha parecido no estar de acuerdo con la Casa Blanca en algunos frentes: a principios de este mes, trató de donar a Ucrania aviones MiG 29 de la era soviética, una medida que el Gobierno de Biden rechazó, diciendo que podría intensificar la guerra.
“Será importante tranquilizar a Polonia y recalcar que Estados Unidos y otros países les cubren las espaldas”, apuntó Sean Monaghan, experto en defensa europea del Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales. “Así que ahí hay un claro trabajo de tranquilización”, concluyó.