La Administración que preside Joe Biden anunció este miércoles sanciones contra las dos hijas adultas del presidente ruso, Vladimir Putin, y endureció sus medidas contra bancos rusos en represalia por los “crímenes de guerra” cometidos en Ucrania.
Las medidas aprobadas contra los bancos Sberbank y Alfa Bank impiden que sus activos operen con el sistema financiero de EE.UU. y prohíben a los estadounidenses hacer negocios con ellos.
Además de las sanciones a las hijas adultas de Putin, Mariya Putina y Katerina Tikhonova, Estados Unidos apunta también contra el primer ministro, Mikhail Mishustin; la esposa e hija del ministro de Asuntos Exteriores ruso, Sergey Lavrov; y los miembros del Consejo de Seguridad ruso, incluido Dmitry Medvedev, expresidente y ex primer ministro.
Las sanciones cortan el acceso al sistema financiero estadounidense a todos los familiares de Putin y congelan sus activos en EE.UU.
El Gobierno federal anunció además 100 millones de dólares en ayuda para la defensa de Ucrania, que se utilizarán para enviar misiles antitanque Javelin, luego de que el presidente ucraniano, Volodymyr Zelenskyy, denunciara que las tropas rusas cometieron una masacre de cientos de civiles en Bucha, un suburbio de Kiev.
La UE propuso por su parte prohibir las importaciones de carbón de Rusia, cuyo valor se estima en 4,400 millones de dólares al año. Sería la primera vez que el bloque de 27 países sanciona a la lucrativa industria energética rusa, aunque puede que no llegue a cortar las exportaciones de petróleo y gas a Europa.
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Los ministros de Asuntos Exteriores de la OTAN se reunirán el miércoles en Bruselas para debatir la invasión rusa, y se espera que el ministro de Asuntos Exteriores ucraniano, Dmytro Kuleba, asista a la cumbre de dos días.
El hambre como arma de guerra
Zelenskyy acuso este miércoles a Rusia de utilizar el hambre como arma de guerra al atacar deliberadamente los suministros esenciales de alimentos de Ucrania.
En un discurso ante el Parlamento irlandés, Zelenskyy dijo que las fuerzas rusas “están destruyendo cosas que sostienen el sustento”, incluyendo depósitos de almacenamiento de alimentos, bloqueando puertos para que Ucrania no pueda exportar alimentos y “poniendo minas en los campos”.
“Para ellos el hambre es también un arma, un arma contra nosotros, la gente de a pie”, dijo, acusando a Rusia de “provocar deliberadamente una crisis alimentaria” en Ucrania, uno de los principales productores mundiales de alimentos básicos, como el trigo y el aceite de girasol.
Advirtió que esto tendrá consecuencias en todo el mundo, porque “habrá escasez de alimentos y los precios subirán, y esto es una realidad para los millones de personas que tienen hambre, y les será más difícil alimentar a sus familias”.
Por su parte, el Papa Francisco besó este miércoles una bandera ucraniana que le han traído desde Bucha, tras recibir a media docena de niños ucranianos en el Vaticano, y volvió a pedir el fin de la guerra.
“Las recientes noticias de la guerra en Ucrania, en lugar de traer alivio y esperanza, trajeron el testimonio de nuevas atrocidades, como la masacre de Bucha, una crueldad aún más horrenda llevada a cabo contra civiles, mujeres y niños indefensos”, condenó el Papa.
“Son víctimas cuya sangre inocente clama al cielo e implora que se detenga esta guerra y que se silencien las armas. Dejen de difundir la guerra y la destrucción”, añadió.
Las tropas rusas avanzan en el Donbas
Frustrados sus esfuerzos por tomar la capital y obligados a retirarse a Bielorrusia o a Rusia para reagruparse, las fuerzas de Putin están entrando ahora en el corazón industrial del este de Ucrania, el Donbas, donde el Ejército ucraniano ha dicho que se está preparando para una nueva ofensiva.
Durante la noche, las fuerzas rusas atacaron un depósito de combustible y una fábrica en la región ucraniana de Dnipropetrovsk, justo al oeste del Donbas, dijo en Telegram el miércoles el gobernador de la región, Valentyn Reznichenko. Precisó que el depósito de petróleo fue destruido. El número de víctimas no está claro.
En la región de Luhansk, situada en el Donbas, los bombardeos de Rubizhne del martes mataron a una persona e hirieron a otras cinco, dijo el gobernador regional Serhiy Haidai.
Personas atrapadas en Mariupol
Los intensos combates y los ataques aéreos rusos han continuado en la ciudad portuaria asediada de Mariupol, donde la situación humanitaria está empeorando, según el Ministerio de Defensa británico.
Los funcionarios británicos afirmaron el miércoles que 160,000 personas siguen atrapadas y que la ciudad no tiene “luz, comunicación, medicina, calor o agua”.
El Ministerio de Defensa acusó a las fuerzas rusas de impedir deliberadamente el acceso de la ayuda humanitaria, “probablemente para presionar a los defensores para que se rindan”.
La viceprimera ministra ucraniana, Iryna Vereshchuk, aseguró que las fuerzas rusas impidieron que los autobuses acompañados por trabajadores de la Cruz Roja viajaran a la ciudad, que tenía una población anterior a la guerra de más de 400,000 personas. Dijo que las tropas rusas permitieron a 1,496 civiles salir del puerto del Mar de Azov el martes.