Aleksandr Dvornikov, el general ruso designado por Vladimir Putin para liderar la estrategia militar contra Ucrania, jugó un papel destacado en la guerra de Siria, donde las fuerzas bajo su mando fueron responsables de abusos generalizados contra la población civil y, con frecuencia, acusadas de cometer crímenes contra la humanidad.
Dvornikov, de 60 años, ha sido descrito como un general de la "vieja escuela" y un "nacionalista de sangre y tierra", entrenado en las doctrinas militares soviéticas que ven la destrucción de objetivos civiles como un medio para ganar impulso en el campo de batalla.
En declaraciones a CNN el domingo, Mark Hertling, un general retirado del Ejército y excomandante general de Estados Unidos en Europa, habló sobre el pasado de Dvornikov en el Ejército ruso y explicó por qué parece encajar en la estrategia de Putin en Ucrania.
Hertling dijo que Dvornikov tiene una experiencia amplia en campañas que involucran ataques contra civiles y la siembra del caos.
"La forma en que ha ejecutado operaciones de combate en el pasado ha hecho que sea... [percibido como] el tipo de verdugo que lleva a cabo este tipo de campañas en las que hay una gran cantidad de ataques civiles, destrucción de poblaciones civiles, [y] caos en las poblaciones, tanto en Siria como en Grozny", dijo el general retirado. "Así que este es el tipo al que se le va a pedir que logre el éxito militar antes de las celebraciones [del 9 de mayo] en Moscú".
Un general de carrera
Aleksandr Dvornikov es un oficial militar de carrera que ha ascendido constantemente de rango desde que comenzó como comandante de pelotón en 1982.
Luchó durante la segunda guerra en Chechenia y ocupó varios puestos importantes antes de liderar a las tropas rusas en Siria.
En septiembre de 2015, Dvornikov fue enviado por Putin en una misión urgente para estabilizar la posición de las fuerzas del régimen sirio, que Teherán y Moscú creían que estaban al borde de caer ante la oposición.
La decisión de establecer un nuevo liderazgo en el campo de batalla en Ucrania se produce mientras Rusia se prepara para lo que se espera que sea un gran impulso para expandir el control ruso en la región de Donbas, y sigue a un intento fallido de conquistar Kiev, la capital ucraniana.
En Siria, Dvornikov estableció rápidamente una base aérea cerca de la costa noroeste, desde donde los bombarderos destruyeron pueblos y ciudades en la provincia de Idlib.
La caída de la segunda ciudad de Siria, Alepo, se debió en gran medida a los ataques aéreos rusos que volaron desde la base de Hmeimim y atacaron habitualmente hospitales, escuelas, locales donde las personas hacían las filas para comprar pan y otros lugares civiles.
Las baterías antiaéreas que instaló les dieron a los aviones rusos y sirios la supremacía aérea sobre Idlib, y los bombardeos destructivos se han llevado a cabo con impunidad en los últimos cinco años. Varios de los pilotos de combate que participaron en la guerra de Siria han sido derribados sobre Ucrania.
Dvornikov también fue responsable de la campaña rusa contra el Estado Islámico en el este de Siria. Los esfuerzos de propaganda rusos intentaron fusionar los dos conflictos, alegando que estaban luchando contra el mismo enemigo en ambos lados del país.
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La intervención de Putin en Siria se hizo con el pretexto de luchar contra los terroristas que asediaban el país. Sin embargo, los primeros ataques aéreos de Rusia no tuvieron como objetivo al Estados Islámico ni a un segundo grupo yihadista, Jabhat al-Nusra, que en ese entonces estaba activo en Idlib.
Más bien, atacaron a grupos de la oposición cuyos ataques contra las columnas blindadas sirias habían debilitado seriamente el control de Bashar al-Assad en el corazón de los alauitas y, por extensión, en Damasco.
La ofensiva rusa cambió el rumbo de la guerra a favor de Assad.
La narrativa también se inclinó parcialmente hacia el líder sirio, con mucho menos escrutinio sobre las negaciones rusas de que estaba atacando la infraestructura civil como un medio para aterrorizar a las poblaciones con el fin de que se sometieran, y generar simpatía en muchos sectores por las afirmaciones de los dos líderes de que la lucha contra Assad fue dirigido por yihadistas en lugar de insurrectos.
Putin cree que la campaña siria fue un éxito, y le otorgó a Dvornikov la medalla del héroe de Rusia, uno de los galardones más importantes del país. Rusia perdió muy pocas tropas o aviones en el conflicto y pudo mantener la supremacía aérea en todo momento.
Los desafíos de Dvornikov en Ucrania
Dvornikov, quien se ha desempeñado como comandante del distrito militar del sur desde 2016, enfrenta un conjunto diferente de desafíos en Ucrania, donde la fuerza aérea rusa no controla los cielos y sus fuerzas terrestres se han visto seriamente mermadas por los suministros regulares de armamento avanzado que no estaban disponible para los rebeldes sirios.
Igual de formidable será contrarrestar la enorme cantidad de datos provenientes de la zona de guerra que refutan las afirmaciones de Rusia sobre el éxito en el campo de batalla. Si bien Siria fue considerada como el conflicto mejor cubierto de los tiempos modernos, ese esfuerzo se ve eclipsado por la forma en que los teléfonos inteligentes y la tecnología digital han llevado el conflicto de Ucrania al mundo.
Gwythian Prins, un experto en estrategia militar que asesoró a la OTAN, habló con la BBC sobre el nombramiento de Dvornikov y dijo que sus antecedentes indican un enfoque continuo en la estrategia de aterrorizar al pueblo ucraniano, después de que sus planes iniciales no lograron asegurar una victoria decisiva.
Sin embargo, Hertling agregó que no está claro si Dvornikov podrá cumplir los objetivos de Putin, a pesar de sus antecedentes y experiencia, debido a la falta de fuerzas del ejército ruso en la región oriental de Ucrania.
CNN informó que las fuerzas se están reagrupando en el este, con planes de avanzar hacia la ciudad de Kharkiv, que es la segunda ciudad más grande del país. Hertling puso en duda esos informes y señaló que sería difícil para las fuerzas rusas trasladarse a las regiones orientales y realizar nuevos ataques dada la grave pérdida de soldados y equipos que han experimentado hasta ahora.
"Esto no es como Stratego o un videojuego", explicó el general retirado. "Esas fuerzas han sido mutiladas y están en muy mal estado. Simplemente no puedes regenerarte y decir que los enviaremos a la batalla una vez más. Tomará mucho tiempo, si alguna vez pueden lograr que las fuerzas de combate vuelvan a estar operativas. Así que creo que Ucrania está en muy buena forma".
Con información de The Guardian, BBC, AP y CNN