IE 11 is not supported. For an optimal experience visit our site on another browser.

¿Por qué le pican los mosquitos y a otras personas no? Un científico aclara si es cierto que es culpa de "la sangre dulce"

Estos insectos utilizan señales visuales, sonoras u olfativas para identificar una fuente potencial de alimento. Esto es lo que dice la ciencia sobre cómo escogen a sus víctimas.

Por Jonathan Day - The Conversation

Es raro asistir a una fiesta al aire libre en un clima cálido sin oír a alguien quejarse por los mosquitos. Aunque esa persona se coloque cerca del fuego o se cubra con mantas, finalmente se rinde y huye dentro de la casa para evitar picaduras. Pero, en el otro extremo, hay gente a la que los mosquitos parecen no afectar.

Como entomólogo que ha estudiado insectos durante más de 40 años, a menudo me preguntan por qué algunas personas parecen ser imanes de estas plagas que se alimentan de sangre y zumban a su alrededor.

Los mosquitos son muy sensibles al dióxido de carbono.
mrs / Getty Images

La mayoría de especies de mosquitos, junto con otros artrópodos –como garrapatas, pulgas, chinches y tábanos– necesitan la proteína de la sangre para desarrollar sus huevos. Solo la hembra del mosquito se alimenta de sangre; los machos viven del néctar de plantas, que convierten en energía para volar.

Las hembras están sometidas así a una enorme presión evolutiva para identificar posibles fuentes de alimento, conseguir la sangre rápida y eficazmente, y abandonar sigilosamente a sus víctimas.

El dióxido de carbono y los aromas

Dependiendo del momento del día en que estén activos, los mosquitos usan señales visuales, sonoras u olfativas para identificar una fuente potencial de sangre. La mayoría de especies nocturnas se basan en pistas olfativas o receptoras. La más importante es el dióxido de carbono (CO₂) que todos los vertebrados, incluidos los humanos, liberan a través de la piel y con cada respiración.

[Los mosquitos vuelan libres mientras los departamentos de salud se enfocan en el coronavirus]

Los mosquitos son muy sensibles al dióxido de carbono y pueden percibir una fuente a metros de distancia. Las células receptoras de sus antenas y sus patas captan las moléculas de CO₂ y envían una señal eléctrica a su cerebro. Cuantas más moléculas alcancen sus receptores, mayor será la concentración de CO₂ y más cerca están del huésped.

Sin embargo, hay muchas fuentes de dióxido de carbono no vivas, como autos, barcos, aviones y trenes. Para separarlas, los mosquitos se basan en señales olfativas secundarias que emiten los animales.

Los procesos metabólicos, como la respiración y el movimiento, generan estas señales, como el ácido láctico, el amoníaco y los ácidos grasos, que actúan como pistas olfativas adicionales que ayudan a las hembras a encontrar su próxima comida.

Así, la producción de dióxido de carbono es la primera señal para los mosquitos. Como esta producción está vinculada a la tasa metabólica, cuanto mayor sea, más atrayentes se producirán. La tasa metabólica puede estar determinada genéticamente, pero también aumenta como resultado de la actividad física.

Las personas con más picaduras en las fiestas de verano pueden tener una tasa metabólica genéticamente alta o ser más activas físicamente que otras. También es posible que realicen otras actividades que aumentan su tasa metabólica, como el consumo de bebidas alcohólicas. 

[La EPA aprueba el plan de liberar 2.4 millones de mosquitos genéticamente modificados en Florida y California]

Quienes corren atraen más mosquitos durante sus ejercicios de estiramiento y las mujeres embarazadas, quizás por su mayor tasa metabólica, también llaman a un número desproporcionado de mosquitos.

Los aromas naturales del cuerpo también son pistas importantes para seleccionar un huésped. Algunas especies de mosquitos Anopheles son atraídas por componentes específicos del olor de los pies. Estos zancudos transmiten la malaria y se alimentan en interiores por la noche. Al comer de los pies de alguien dormido, evitan la cabeza, donde se produce la mayor parte del CO₂ y reducen sus posibilidades de despertar a su víctima.

Señales visuales

Los mosquitos activos durante el día –al amanecer y atardecer– también se valen de pistas visuales para identificar un huésped. Suelen volar cerca del suelo y miran a sus posibles víctimas contra el horizonte. Los colores oscuros destacan y los claros se confunden, por lo que la forma de vestir de una persona determinará el número de mosquitos que atrae. Usar colores más claros no solo le ayudará a mantenerse fresco, sino que le permitirá burlar la atención de los zancudos.

Estos insectos pueden detectar visualmente el movimiento, por eso, las personas que caminan en el día cerca de una marisma –que es un ecosistema húmedo usualmente rodeado de agua– son asediadas por mosquitos.

Factores psicológicos

También hay un componente psicológico en la actividad de los mosquitos. Algunas personas simplemente no se dan cuenta de los insectos que les rodean. Mientras un solo mosquito provocará una fuerte respuesta en otras: probablemente ha visto a alguien volverse loco intentando rastrear el zumbido para acabar con él.

Otros no se molestan, ni se dan cuenta de los mosquitos que atraen, incluso si los insectos se están dando un festín con su sangre. Algunos mosquitos se especializan en alimentarse en partes del cuerpo difíciles de ver y de alcanzar. Por ejemplo, el Aedes aegypti prefiere comer alrededor de los tobillos.

[Jonathan Day es profesor emérito de Entomología Médica en la Universidad de Florida]

Si quiere recibir nuestros artículos de T Verifica o enviarnos temas sobre los que tenga dudas para que los verifiquemos, comuníquese vía WhatsApp haciendo click en este enlace.