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Por qué las estufas de gas pueden ser peligrosas para la salud (incluso si están apagadas)

La exposición a los compuestos químicos que liberan estas estufas se ha vinculado a casos graves de asma, a un mayor uso de inhaladores en niños y a enfermedades pulmonares. Si desea cambiar la suya, hay programas e incentivos para hacerlo.

Por Jonathan Levy - The Conversation

Los apasionados de la cocina siempre añoran tener los últimos utensilios o herramientas, desde termómetros automáticos hasta ollas de cocción lenta.

Ahora crece el interés por las estufas de inducción magnética, más rápidas que las tradicionales y que no requieren encender una llama ni calentar una espiral eléctrica.

Aunque la atención llega tarde —en Europa y Asia las cocinas de inducción magnética ya son populares por ahorrar más energía— coincide con estudios recientes que han despertado preocupación por las emisiones de las estufas de gas.

Académicos y agencias como la Junta de Recursos del Aire de California han advertido que estas liberan contaminantes atmosféricos peligrosos cuando se encienden, e incluso si están apagadas.

Cocinar con una estufa de gas sigue siendo peligroso incluso en casas con buena ventilación.
Cocinar con una estufa de gas sigue siendo peligroso incluso en casas con buena ventilación.Floriana / Getty Images

Como investigador de salud ambiental que estudia el aire en casas e interiores, he participado en análisis para medir la contaminación en las viviendas y plantear modelos para predecir el impacto de cada fuente, dependiendo del tipo de construcción.

Estos son algunos datos sobre cómo las estufas de gas contaminan el aire de su hogar y si debería o no dejarlas de usar.

Daños respiratorios

Uno de los principales contaminantes atmosféricos asociado a las estufas de gas es el dióxido de nitrógeno, o NO₂ —un subproducto de la combustión de la gasolina—.

La exposición a este compuesto químico se ha vinculado a casos graves de asma y a un mayor uso de inhaladores en niños. También afecta a adultos asmáticos y contribuye al desarrollo y agudización de la enfermedad pulmonar obstructiva crónica.

En las casas, el dióxido de nitrógeno puede infiltrarse tanto por el aire exterior como por fuentes internas. El tráfico de vehículos es la fuente externa más importante y los niveles son más altos cerca de carreteras principales. Las estufas de gas son la fuente interior más importante, sobre todo si hay grandes quemadores funcionando por largo tiempo.

La industria del gas sostiene que las cocinas son una fuente mínima de contaminación. Es cierto para algunos hogares, tomando en cuenta el promedio de exposición durante meses o años, pero hay otros donde contribuyen más que fuentes externas, especialmente cuando hay picos de exposición a corto plazo.

Un estudio en el sur de California demostró que, por emisiones en el interior, casi la mitad de hogares superan una norma de salud basada en la hora más alta de concentración de dióxido de nitrógeno.

¿Cómo una estufa puede contaminar más que una autopista llena de vehículos? La contaminación exterior se dispersa en un área grande, mientras que la interior se concentra en un espacio pequeño.

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La estructura de la vivienda también influye y la exposición al NO₂ es mayor para algunas personas que para otras. Quienes viven en casas grandes, mejor ventiladas o con extractores de aire, estarán menos expuestos que quienes habitan en sitios pequeños y con pobre ventilación.

Si el aire de la cocina no se mezcla con aire limpio puede contaminarse sin importar el tamaño de la vivienda. Por eso usar un extractor u otras estrategias de ventilación, como abrir las ventanas, puede reducir drásticamente las concentraciones.

El metano y otros contaminantes atmosféricos peligrosos

El dióxido de nitrógeno no es el único compuesto peligroso de las estufas de gas. Otra parte de la contaminación, con efectos en la salud de las personas y el clima del planeta, se produce cuando las cocinas ni siquiera están encendidas.

Un estudio de 2022 estimó que en Estados Unidos las estufas de gas que no se usan emiten metano —un gas incoloro e inodoro que es el principal componente del gas natural— a un nivel que atrapa tanto calor en la atmósfera como unos 400,000 automóviles.

Algunas fugas pasan desapercibidas, aunque se añade olor al gas natural para asegurarse que la gente las detecte antes que haya riesgo de explosión, puede no ser lo suficientemente fuerte para que se perciban cuando son muy pequeñas.

Además, ciertas personas tienen un olfato más fuerte que otras. En particular, aquellas que lo han perdido —ya sea por el COVID-19 o por otras causas— podrían no detectarlas. 

Un estudio reciente descubrió que el 5% de los hogares tenían fugas que los propietarios no habían identificado y que eran lo suficientemente importantes como para requerir reparaciones.

Esa investigación demostró que en esas fugas de gas natural había varios contaminantes atmosféricos peligrosos, entre ellos el benceno, una sustancia cancerígena. Aunque su concentración no alcanzó niveles de preocupación para la salud, su presencia en el aire podría ser problemática en hogares con filtraciones importantes y mala ventilación.

La salud y el clima

Si en su casa hay una estufa de gas, ¿qué debe hacer y cuándo debe preocuparse?

Primero mejore la ventilación. Puede usar un extractor y abrir las ventanas mientras cocina. Esto ayudará, pero no eliminará la exposición, especialmente para quienes estén en ese espacio. 

Las estufas de gas, incluso cuando no se usan, emiten metano.
Las estufas de gas, incluso cuando no se usan, emiten metano.Seiya Tabuchi / Getty Images/iStockphoto

Si vive en un lugar pequeño, con cocina cerrada o si alguien de su familia padece asma o sufre una enfermedad pulmonar obstructiva crónica, puede seguir siendo peligroso incluso con buena ventilación.

Cambiar una cocina de gas por una que utilice inducción magnética eliminaría esta exposición, mientras ayuda al medioambiente.

Hay programas de incentivos para apoyarle. La Ley de Reducción de la Inflación de 2022, que incluye varias disposiciones para abordar este tema, ofrece reembolsos para la compra de aparatos eléctricos de alta eficiencia, como las estufas.

Decenas de ciudades en Estados Unidos han adoptado o están estudiando normas que, a partir de ciertas fechas, prohíben conexiones de gas natural en viviendas nuevas, para acelerar el desuso de combustibles fósiles. Al menos 20 estados han aprobado leyes o reglamentos en esa línea.

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Decir adiós a las estufas de gas es importante si está invirtiendo en cambios para la eficiencia energética en su hogar, ya sea para aprovechar los incentivos, bajar costos o disminuir la huella de carbono.

Algunas medidas de climatización reducen fugas de aire hacia el exterior y si no se mejora también la ventilación de la cocina puede aumentar las concentraciones de contaminación interna.

Incluso si no quiere disminuir la huella de carbono y solo busca cocinar la pasta más rápido, la oportunidad de tener un aire más limpio dentro de casa puede ser una fuerte motivación para hacer el cambio.

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