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Los premios antiNobel descubren por qué los hombres llevan barba, cómo trasladar un hipopótamo y qué hacer con las cucarachas en un barco de guerra

Los Ig Nobel también reconocieron una investigación sobre los asquerosos chicles pegados en las aceras. Aquí respondemos a todas esas preguntas que ni usted sabía que tenía.

Por Mark Pratt - The Associated Press

Las barbas no sólo son modernas y están de moda, sino que también podrían ser un desarrollo evolutivo que ayuda a proteger los huesos faciales de un hombre si recibe un golpe en la cara. 

Esta es la conclusión de un trío de científicos de la Universidad de Utah que se encuentran entre los ganadores de los premios Ig Nobel de este año, las parodias de los premios Nobel que honran o, para algunos, deshonran, lo más extraños descubrimientos científicos.

Entre los ganadores de la edición número 31, que se anunciaron el jueves, se encuentran investigadores que han descubierto cómo controlar mejor las cucarachas en los submarinos de la Marina; un informe de científicos especializados en animales que han estudiado si es más seguro transportar un rinoceronte en el aire boca abajo; y un equipo que ha descubierto en detalle lo asqueroso que es ese chicle callejero que se queda pegado a los zapatos. 

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Por segundo año consecutivo, la ceremonia fue de forma virtual y pregrabada debido a la pandemia, explicó Marc Abrahams, editor de la revista Annals of Improbable Research, principal patrocinador del evento.

Aunque decepcionante en muchos sentidos, porque la mitad de la diversión de una ceremonia en vivo es la participación del público, la ceremonia mantuvo muchas tradiciones. 

Entre ellas, el anuncio de los premios por parte de verdaderos galardonados con el Nobel y el estreno mundial de una miniópera titulada Un puente entre personas, sobre unos niños que construyen literalmente pequeños puentes colgantes para unir a dos adultos enfadados.

Para el estudio sobre la barba, publicado en la revista científica Integrative Organismal Biology, no hubo que golpear rostros reales.

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En su lugar, los científicos de la Universidad de Utah Ethan Beseris, Steven Naleway y David Carrier, utilizaron un compuesto de fibra epoxi para simular el hueso humano, y piel de oveja para emular la piel humana, algunas piezas tenían piel y otras estaban esquiladas.  Luego dejaron caer pesos sobre ellas. 

La pieza que tenía la lana adherida absorbió más energía que las muestras peladas. 

"Si lo mismo ocurre con el vello facial humano, entonces tener una barba completa puede ayudar a proteger las regiones vulnerables del esqueleto facial, como la mandíbula, de los golpes dañinos", dijeron.

Chicles llenos de bacterias 

Es evidente que los chicles desechados que se encuentran en las aceras de todo el mundo son bastante repugnantes. Pero, ¿hasta qué punto?

Investigadores de una universidad española determinaron que los chicles ya masticados que han estado pegados a la acera durante tres meses están repletos de bacterias desagradables.

Parece un estudio tonto, pero, como siempre, había algo de método en la locura.

"Nuestros hallazgos tienen implicaciones para un amplio abanico de disciplinas, como la medicina forense, el control de enfermedades contagiosas o la biorremediación de residuos de chicles desperdiciados", escribieron Leila Satari, Alba Guillén, Angela Vidal Verdú y Manuel Porcar, de la Universidad de Valencia, en su artículo, publicado en Nature.com.

Un equipo de investigadores de la Marina ganó por haber descubierto una forma más barata y eficaz de controlar las cucarachas en los submarinos. El estudio de 1971, que apareció en el Journal of Economic Entomology, descubrió que los métodos tradicionales, como la fumigación con carboxiuros y el uso del pesticida malatión, no eran lo suficientemente buenos.

Descubrieron que el uso del pesticida diclorvos era menos costoso y más eficaz.