Por Carla K. Johnson - The Associated Press
Científicos de la Universidad de Nueva York lograron unir temporalmente y hacer funcionar un riñón de cerdo al cuerpo humano de una mujer fallecida. Un pequeño avance en la investigación de varias décadas para utilizar algún día órganos animales en trasplantes para salvar vidas humanas.
Los cerdos se han convertido en una prioridad para atender la escasez de órganos humanos, pero los investigadores enfrentan un obstáculo: un tipo de azúcar en las células porcinas, extraña al cuerpo humano, causa el rechazo inmediato del órgano.
En el trasplante exitoso, se utilizó un riñón de de un animal manipulado genéticamente para eliminar esa azúcar y evitar un ataque del sistema inmune.
Los cirujanos unieron el riñón del cerdo a un par de grandes vasos sanguíneos fuera del cuerpo de un receptor fallecido para poder observarlo durante dos días. El riñón hizo lo que se supone debía hacer —filtrar los desechos y producir orina— sin provocar rechazo.
“Tuvo una función absolutamente normal”, afirmó el doctor Robert Montgomery, que encabezó el equipo quirúrgico el mes pasado en el centro médico Langone Health de la Universidad de Nueva York (UNY, por su sigla en inglés). “No se tuvo este rechazo inmediato que temíamos anteriormente", añadió.
Esta investigación es “un paso importante”, declaró el doctor Andrew Adams, de la Escuela de Medicina de la Universidad de Minnesota, y que no fue parte de la investigación. Tranquilizará a los pacientes, investigadores y autoridades reguladoras “de que estamos avanzando en la dirección correcta”.
El sueño de los trasplantes de animales a humanos —o xenotrasplantes— se remonta al siglo XVII con los fallidos intentos de utilizar sangre animal en transfusiones. En el siglo XX, los cirujanos intentaron trasplantar órganos de babuinos en humanos. El caso más famoso fue el de la niña La niña 'Baby Fae', que recibió en 1984, que vivió 21 días con el corazón de un mandril.
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Sin ninguna eficacia a largo plazo y demasiada indignación pública, los científicos viraron de primates a cerdos, manipulando sus genes para cerrar la brecha entre especies.

Los cerdos tienen ventajas sobre los monos y simios. Son criados como alimento, así que utilizarlos para aprovechar sus órganos suscita menos preocupaciones éticas. Los puercos tienen grandes camadas, cortos periodos de gestación y órganos comparables a los de los humanos.
Las válvulas de corazón de cerdo también se han utilizado eficazmente durante décadas en humanos. El anticoagulante heparina se obtiene de los intestinos de este animal. Los injertos de piel porcina son utilizados en quemaduras y cirujanos chinos han utilizado córneas de cerdo para restaurar la vista.
En el caso de la UNY, los investigadores mantuvieron el cuerpo de una mujer fallecida funcionando con un respirador artificial después de que la familia autorizara la realización del experimento. La mujer deseaba donar sus órganos, pero no eran aptos para una donación tradicional.
La familia pensó que “había la posibilidad de que algo bueno saliera de esto”, señaló Montgomery.
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Montgomery recibió un trasplante hace tres años, un corazón humano de un donador con hepatitis C porque estaba dispuesto a recibir cualquier órgano. “Fui una de esas personas tendidas en una unidad de cuidados intensivos que esperaba sin saber si un órgano llegaría a tiempo”, recordó.
Diversas compañías biotecnológicas buscan desarrollar órganos aptos de cerdo para realizar trasplantes a fin de disminuir la escasez de órganos humanos. Más de 90,000 personas en Estados Unidos están en lista de espera para recibir un riñón. A diario 12 de ellas mueren en la espera.
El avance es un triunfo para Revivicor, una subsidiaria de United Therapeutics, la compañía que manipuló el desarrollo del cerdo y sus primos, un grupo de 100 animales criados en condiciones muy controladas en una instalación en Iowa.
Estos cerdos carecen de un gen que produce alfa-gal, un azúcar que provoca un ataque inmediato al sistema inmune humano.
En diciembre, la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés) autorizó la alteración genética en los cerdos de Revivicor y los consideró aptos para consumo y uso médico en humanos.
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Sin embargo, la FDA comunicó que los desarrolladores necesitan entregar más documentación antes de que los órganos de cerdo puedan ser trasplantados en personas vivas.
“Este es un paso importante para concretar la promesa de los xenotrasplantes, que salvarán miles de vidas cada año en un futuro no muy distante”, explicó la directora general de United Therapeutics, Martine Rothblatt, en un comunicado.
Los expertos aseguran que las pruebas en primates no humanos y el experimento del mes pasado en un cuerpo humano allanan el camino para los primeros trasplantes experimentales de riñón o corazón de cerdo en personas vivas en los próximos años.
Criar cerdos para que sean donadores de órganos no le parece bien a todo el mundo a algunas personas, pero la aceptación podría aumentar si se abordan las preocupaciones sobre el bienestar animal, señaló Karen Maschke, becaria de investigación en el Centro Hastings, que contribuye a desarrollar las recomendaciones de ética y políticas para las primeras pruebas clínicas con una subvención de los Institutos Nacionales de Salud.
“La otra cuestión será: ¿debemos hacer esto sólo porque podemos hacerlo?”, se preguntó Meschke.