El magnate Elon Musk no se conforma con coches eléctricos, con alcanzar el espacio ni con construir túneles subterráneos para resolver los problemas de tráfico. También quiere entrar en nuestro cerebro.
Su empresa de neurotecnología, Neuralink, con sede en San Francisco, busca desarrollar implantes que puedan tratar los desórdenes neuronales como el Alzheimer, la demencia o lesiones de la médula espinal. Musk mostró el viernes un prototipo del dispositivo en un video, dirigido a reclutar nuevos empleados.
El multimillonario llamó a su presentación la "demostración de los tres cerditos". Uno de ellos, Gertrude, ha tenido un chip de computadora del tamaño de una moneda, de unos 23 milímetros de diámetro, en su cerebro durante dos meses. El implante de Neuralink está colocado en la parte del cerebro que controla el hocico de Gertrude.
Musk precisó que la compañía tenía tres cerdos con dos implantes cada uno. Están "sanos, felices e indistinguibles de un cerdo normal", aseguró.
"Podría tener un Neuralink ahora mismo y no lo sabrías", aseguró el fundador de la compañía de coches eléctricos Tesla Motors y de la empresa privada de exploración espacial SpaceX.
El chip está diseñado para ser implantado en el cráneo de una persona. Unos cables ultra delgados que cuelgan del dispositivo irán directamente al cerebro. En una versión anterior, el dispositivo se colocaba detrás de una oreja como un audífono.
Pero la puesta en marcha comercial en humanos aún está lejos. Esto implicaría complejos ensayos y la aprobación de la Administración de Medicamentos y Alimentos (FDA, en inglés), entre muchas otras cosas.
Los neurocientíficos no afiliados a la compañía dijeron que la presentación indicaba que Neuralink había hecho grandes progresos, pero advirtieron que se necesitaban estudios más largos.
Enganchar un cerebro directamente a dispositivos no es algo nuevo. Los médicos implantan electrodos en los cerebros para proporcionar estimulación en el tratamiento de condiciones como la enfermedad de Parkinson, la epilepsia y el dolor crónico.
En los experimentos, los sensores implantados han permitido a los paralíticos usar señales cerebrales para operar computadoras y mover brazos robóticos. En 2016, los investigadores informaron que un hombre recuperó algún movimiento en su propia mano con un implante cerebral.
La propuesta de Musk pretende ir más allá de esto. Neuralink quiere usar primero el dispositivo con personas que tienen una lesión grave de la médula espinal para ayudarles a hablar, escribir y moverse usando sus ondas cerebrales.
"Estoy seguro de que a largo plazo sería posible restaurar el movimiento de todo el cuerpo de alguien", aseguró Musk, famoso por decir que quiere "morir en Marte, pero no en el impacto".
Neuralink no es la única empresa que trabaja en inteligencia artificial para el cerebro. El empresario Bryan Johnson, que vendió su anterior empresa de pagos Braintree a PayPal por 800 millones de dólares, fundó en 2016 Kernel, una empresa que trabaja en "interfaces neuronales avanzadas" para tratar enfermedades y ampliar la cognición.
El jefe ejecutivo de Facebook Mark Zuckerberg también está interesado en el tema. Facebook compró CTRL-labs, un inicio que desarrolla interfaces neurales no invasivas.
Con información de The Associated Press y de Reuters.