Sam Altman es el director ejecutivo de OpenAI, y responsable así de ChatGPT, la inteligencia artificial que está cambiando el mundo ante nuestros ojos. Este martes, ante el Senado, apostó por regular esta nueva tecnología incluso obligando a pedir una licencia al Gobierno.
Altman afirmó que el Gobierno "podría considerar una combinación de permisos y test para el desarrollo, y la publicación de modelos de inteligencia artificial por encima de un umbral de capacidades".
¿A qué se refiere con un "umbral de capacidades"? ¿De qué son capaces ya las inteligencias artificiales (IA) y por qué debería asombrarnos o preocuparnos? ¿Nos harán libres o nos destruirán?
El rápido avance de sistemas de IA como ChatGPT ha hecho que muchos expertos pidan que se detenga su desarrollo e intervenga el Gobierno. Pero hay poco consenso sobre cómo hacerlo, y tanto el Gobierno como Congreso han tenido dificultades para determinar su papel. Antes de su comparecencia, Altman hizo una presentación ante unos 60 legisladores y asombró a muchos de ellos.
Microsoft (que controla ChatGPT) empezó en 2022 a experimentar con una nueva inteligencia artificial y le pidió que resolviera un problema que requería una comprensión intuitiva del mundo físico.
“Aquí tenemos un libro, nueve huevos, un computador portátil, una botella y un clavo. Por favor, dime cómo apilarlos unos sobre otros de forma estable”, le preguntaron. Los investigadores quedaron sorprendidos por el ingenio de la respuesta del sistema de inteligencia artificial: ponga los huevos sobre el libro, ubíquelos en tres filas con espacio entre ellos y asegúrese de no romperlos.
“Ponga el portátil encima de los huevos, con la pantalla hacia abajo y el teclado hacia arriba. El portátil encajará perfectamente dentro de los límites del libro y los huevos, y su superficie plana y rígida proporcionará una plataforma estable para la siguiente capa”, dijo.
La ingeniosa sugerencia hizo que los investigadores se preguntaran si estaban presenciando un nuevo tipo de inteligencia. En marzo, publicaron un trabajo de investigación de 155 páginas en el que sostenían que el sistema era un paso hacia la inteligencia general artificial, o IGA, que es la abreviatura de una máquina que puede hacer cualquier cosa que haga el cerebro humano.
"Empecé siendo muy escéptico, y eso evolucionó a un sentimiento de frustración, fastidio e incluso miedo. Piensas: '¿De dónde demonios viene esto?", afirma Peter Lee, director de investigación de Microsoft, en una entrevista al diario The New York Times.
Durante décadas, la inteligencia artificial ha sido uno de los temas recurrentes en la ciencia ficción. De repente, esta en todas partes.
Pero, para mucha gente, sigue siendo un concepto difuso que no afecta su vida cotidiana. Así que es un buen momento para repasar sus conceptos básicos. A continuación ofrecemos una guía que le ayudará a entender qué causa todo el revuelo sobre esta tecnología.
¿Por qué todo el mundo está hablando de la IA?
Puede darles las gracias (o culpar) a una empresa en concreto: OpenAI, una compañía tecnológica con sede en San Francisco y unos cientos de empleados. En noviembre, OpenAI lanzó al público el chatbot ChatGPT, y enseguida quedó claro que superaba a los chatbots anteriores. Era como hablar con alguien que lo sabía todo.
La herramienta, que según la empresa solo es un paso en un largo proceso de desarrollo de la IA, se convirtió rápidamente en un fenómeno viral. Otras empresas tecnológicas, como Google y Meta, habían estado probando chatbots similares de manera confidencial, pero OpenAI lo puso a disposición de todos, una decisión controvertida por los riesgos desconocidos.
¿Cuáles son los aspectos positivos de la IA?
Los chatbots mediocres existen desde hace mucho tiempo. Piense en las ventanas de chat de atención al cliente que aparecen en algunos sitios web. En 2016, Microsoft incluso lanzó un chatbot de IA llamado Tay, pero lo canceló rápidamente después de que la gente le enseñara a usar un lenguaje racista.
ChatGPT apareció en escena como algo diferente. No solo podía responder a un número aparentemente ilimitado de preguntas, sino que también podía escribir guiones, resumir enormes cantidades de información e imitar a un humano en una conversación de forma algo convincente. Inmediatamente pareció, como mínimo, que algún día podría hacer más eficiente la vida cotidiana.
Y los chatbots sólo son una pieza de la IA, junto con las imágenes, los videos animados, la tecnología de reconocimiento facial y más.
¿Qué es la IA?
En su forma más simple, la inteligencia artificial puede resumirse en esta frase: máquinas que piensan. O, mejor aún, máquinas que pueden imitar el pensamiento.
El término fue creado por los científicos después de la Segunda Guerra Mundial. En 1950, el matemático británico Alan Turing casi predijo el desarrollo de "ordenadores digitales" capaces de imitar persuasivamente a los humanos, y en 1955, el matemático estadounidense John McCarthy y sus colegas del Dartmouth College acuñaron el término "inteligencia artificial" en una propuesta de investigación.
La "IA generativa", un término más reciente, se refiere a los software como ChatGPT que originan nuevos materiales.
¿Es posible que las computadoras piensen?
Podríamos escribir un libro entero sobre este tema, pero aquí va una respuesta breve: no, no pueden. Aunque algunas personas creen que la IA ya está cobrando vida, se trata de un grupo reducido, y esa idea es una distracción de lo que realmente sucede en el interior de las computadoras.
Si quiere una respuesta más amplia, NBC News ha hablado con varios filósofos sobre sus opiniones sobre este tema.
¿Qué es lo que ocurre dentro de estos sistemas?
El software de IA puede imitar a los humanos de forma tan convincente porque es bueno al predecir: adivina la palabra, frase o imagen que quieres ver a continuación. (Algunos detractores lo califican como la "glorificación de la opción de autocompletar").
Y los sistemas son muy buenos en las predicciones porque sus creadores humanos los han alimentado con muchos ejemplos creados por humanos, incluidas grandes secciones de internet.
La materia prima que se utiliza en los modelos de IA se denomina datos de entrenamiento y, aunque algunas empresas no revelan lo que utilizan, entre las fuentes de datos más conocidas se encuentran Reddit y Wikipedia.
La IA extrae información pero ¿cómo lo hace?
La IA aprende con el ejemplo. Observándonos, los modelos lingüísticos identifican patrones en nuestra forma de escribir y hablar, destilando conceptos como el tono, la ubicación de las palabras e incluso las expresiones idiomáticas.
Esos patrones se traducen en matemáticas en un proceso llamado "entrenamiento del modelo". Como los niños que aprenden nuevas palabras y gramática, la IA debe entender las reglas del juego.
Cuando los grandes modelos lingüísticos como ChatGPT reciben indicaciones, ese conocimiento les permite entender lo que les pedimos y formular respuestas.
ChatGPT lleva el entrenamiento aún más lejos con algo extra: el aprendizaje por refuerzo a partir de la retroalimentación humana. Esta técnica de perfeccionamiento se encarga del trabajo pesado.
En esa fase, los evaluadores humanos puntúan los resultados del modelo, penalizando fuertemente las respuestas descabelladas, inapropiadas o directamente sin sentido y recompensando las que son informativas y humanas. Esto permite que los intercambios conversacionales sean fluidos.
Aunque existen otras técnicas de ajuste, el refuerzo se considera como un método pionero en el modelado del lenguaje y la utilizan empresas como OpenAI o Hugging Face, una startup que ofrece herramientas a los programadores para crear sus modelos de IA.
¿La IA es otra moda de Silicon Valley?
En los últimos tiempos, la industria tecnológica se ha enfocado en una moda tras otra, desde los coches autónomos y el metaverso hasta las NFT y la web3.
En cierto modo, los chatbots de IA pueden parecerse a esas ideas decepcionantes (¿realmente queremos pasarnos el día hablando con una computadora?), pero hay razones para pensar que la IA no es una moda pasajera.
Para empezar, el dinero está llegando a raudales al sector, con 1,700 millones de dólares en inversiones en startups sólo en los tres primeros meses de 2023, según la firma de investigación PitchBook. Además, ya están apareciendo usos tangibles, desde canciones de éxito hasta ayuda para las personas invidentes.
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¿Por qué ocurre todo esto?
Han pasado 26 años desde el triunfo del programa Deep Blue de IBM sobre el campeón de ajedrez Garry Kasparov, un hito en la investigación y el desarrollo de la IA. Desde entonces, los chips de los ordenadores son mucho más rápidos y pueden manejar la enorme cantidad de datos que requiere la IA moderna, y las nuevas formas de escribir software también han hecho que el proceso sea más eficiente.
Fabricantes de chips como Nvidia y empresas tecnológicas como Google, Meta y OpenAI han invertido recursos en esas áreas, así como en reclutar a informáticos de talento.
¿Cuándo la IA empezará a afectar mi vida?
No crea que se va a despertar una mañana y, de repente, vivirá en un mundo de IA. En vez de eso, los cambios llegarán poco a poco: una canción de éxito será creada con IA, una nueva prueba para detectar el cáncer o un servicio de atención al cliente ligeramente mejor.
OpenAI ha concedido licencias de su tecnología a Morgan Stanley para que sus asesores de inversión puedan dar mejores consejos y a Khan Academy para que sus estudiantes tengan acceso a un tutor chatbot.
Piense en todas las empresas o productos con los que trata a diario y es muy probable que alguna esté utilizando una tecnología similar o lo hará en un futuro próximo, aunque el único impacto inmediato será tener un poco más de eficiencia.
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¿Habrá grandes cambios?
Es difícil saber lo que pasará, pero sí, se está soñando mucho en las startups de IA. Si el software puede hacer que tanto el trabajo humano como los ordenadores sean más eficientes, ¿toda esa capacidad intelectual podría dedicarse a explorar grandes avances en otras áreas nuevas?
Dos ámbitos en los que parece haber mucho optimismo es la industria farmacéutica, que ha llenado las estanterías de las farmacias con nuevos productos diseñados con IA, y el desarrollo de nuevas centrales eléctricas basadas en una energía de fusión más limpia.
¿La IA hará que empleos sean irrelevantes?
Las predicciones son muy variadas así que no se preocupe si está confundido, porque no es el único. Altman, el director ejecutivo de OpenAI, ha sugerido que la IA originará una utopía en la que la gente no necesitará trabajar, mientras que otros advierten del desempleo masivo entre los programadores informáticos.
Incluso los economistas especializados en las actividades laborales se muestran perplejos, y aconsejan que la IA debería enfocarse en cambiar el trabajo de las personas y complementar las ocupaciones actuales, pero evitan hacer predicciones concretas.
Hace poco, un grupo de investigadores intentó clasificar los trabajos según el riesgo de que la IA los cambie. Según ellos, las ocupaciones que están en problemas son: el telemercadeo, los profesores de humanidades y los empleados que se encargan de autorizar los créditos. Los oficios más difíciles de sustituir serían los bailarines, los obreros de las canteras y los trabajadores del acero.
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¿Quién va a ganar dinero con esta tecnología?
Las predicciones son muy variadas, desde lograr una sociedad más equitativa hasta la imposición de otra menos igualitaria. Mucho dependerá de cómo reaccionen los políticos y los votantes, y la Administración Biden y el Congreso están prestando cada vez más atención a la investigación y el desarrollo de la IA.
Pero algunos de los líderes en el desarrollo de esta tecnología son grandes empresas como Google, Meta y Amazon, además está OpenAI, que en 2019 se convirtió en una empresa con fines de lucro y quien sobreviva entre las decenas de startups de IA que están recaudando miles de millones de dólares de los inversionistas.
¿Qué podría salir mal?
Si nos guiamos por las películas de ciencia ficción, o las pesadillas de algunos investigadores, existe la posibilidad de que haya robots asesinos porque la IA podría generar seres sensibles con motivaciones propias.
Impulsados por ese escenario, miles de personas, entre ellas Elon Musk y algunos investigadores, firmaron una petición pidiendo una pausa de al menos seis meses en la creación de nuevos sistemas de IA.
Sin embargo, algunos altos ejecutivos e investigadores tecnológicos no la firmaron. Y, hasta ahora, no hay información abrumadora que sugiera que los humanos estén en peligro inmediato debido a la IA.
¿Hasta qué punto deberíamos preocuparnos?
Depende de a quién se le pregunte. A corto plazo, la mayoría de los riesgos inmediatos están relacionados con el abuso por parte de los humanos, no de los robots. Se está investigando el uso de la IA para descifrar contraseñas, y The Washington Post descubrió a alguien que utilizaba una foto generada por IA como una trampa para conseguir dinero.
Algo que habrá que vigilar es la rapidez con la que progresan los robots físicos. El hardware no ha avanzado tanto como el software y, hace dos años, OpenAI disolvió su equipo de robótica incluso después de haber conseguido que un robot resolviera un cubo de Rubik. Sin embargo, ahora OpenAI está invirtiendo en una empresa noruega de robótica.