Por Kat Tenbarge - NBC News
Courtney y Nick viven con sus dos hijas adolescentes en una casa de cinco dormitorios en los suburbios de Fort Worth, en Texas, con una piscina y un tobogán de agua en el jardín. Se van de vacaciones a Disney World. Y todo lo pagan gracias a sus ingresos en las redes Instagram y OnlyFans.
Courtney, de 39 años, conocida como Texas Thighs (los Muslos de Texas), forma parte de una nueva generación de creadores de contenidos, algunos de los cuales pueden trabajar por su cuenta en la industria para adultos impulsada por las redes sociales.
Ahora tiene 1.2 millones de seguidores en Instagram y afirma ganar casi medio millón de dólares al año sólo en OnlyFans, una plataforma digital conocida principalmente por permitir desnudos y el contenido sexual que facilita que la gente inicie su propio negocio de suscripción.
"En los viejos tiempos, los hombres ganaban dinero a costa de las mujeres", explica a NBC News Courtney en su recién renovada cocina. Por motivos de seguridad, pide no mencionar su apellido.
OnlyFans ha pagado más de 3,200 millones de dólares a creadores desde que fue inaugurada en noviembre de 2016. La empresa gana dinero llevándose un 20% de las ventas a través de su plataforma.
La mayoría de los creadores no ganan mucho dinero, pero los que tienen éxito son en su inmensa mayoría mujeres que pueden embolsarse cientos de miles de dólares al mes.
Pero no es tan fácil como parece. Creadores como Courtney dicen enfrentar constantes amenazas.
Los creadores de contenidos para adultos como ella utilizan una combinación de plataformas de redes sociales como Instagram y TikTok, con el fin de encontrar nuevos seguidores y canalizarlos hacia otras más lucrativas como OnlyFans.
Esto puede traducirse en una propuesta arriesgada, ya que los creadores se enfrentan a una batalla casi constante contra las normas de moderación de las plataformas.
Courtney dice que su contenido no es pornográfico, pero que ha recibido docenas de ataques por su material más arriesgado y que algunas de sus publicaciones hayan terminado eliminadas por las propias plataformas.
Junto a su esposo, de 42 años, calculan pérdidas diarias de entre 500 y 1,000 dólares por material eliminado.
Su vida personal, dice Courtney, también se ha visto afectada: desde suplantación de su identidad en línea hasta problemas con miembros de su familia.
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"Nuestros padres no son personas que van a la iglesia, pero son creyentes y nos envían versículos de la Biblia", cuenta Nick, fotógrafo a tiempo completo y cogerente de las redes sociales.
Aun así, señalan, son más felices que nunca y económicamente solventes gracias a su nuevo estilo de vida.
La floreciente carrera online de Courtney le ha reportado cierta fama en los suburbios de Fort Worth, donde a menudo es reconocida por sus seguidores.
"Todo es tan nuevo, esto de ser influencer y modelo", asegura Courtney. "Según los impuestos, mi trabajo es como el de una modelo, pero no es el sentido normal de la palabra. Soy una empresaria hecha a sí misma. Dirijo mi propia Maxim", afirma, en referencia a la popular revista para público masculino.
El despegue de OnlyFans
Courtney publica contenido más bien suave en comparación con lo que hacen otros creadores de OnlyFans. Ocasionalmente puede enseñar un pezón, pero nada más, puntualiza.
Hasta hace unos años, la familia tenía un presupuesto mucho más reducido. Courtney limpiaba casas como en la que vive ahora y Nick trabajaba muchas horas como contable.
Todo cambió cuando Nick publicó en Instagram una foto de Courtney mientras hacía ejercicio. En un mes, la mujer tenía 15,000 seguidores. En menos de un año, superó los 100,000, y las celebridades locales la seguían.
Cuando alcanzó los 80,000 seguidores en Instagram, sufrió un importante revés personal: varios miembros de su familia que acababan de descubrir su nueva profesión se presentaron en su casa exigiéndole que dejara de publicar ese contenido. Amenazó con llamar a la policía, y terminaron yéndose.
El auge de las redes sociales a principios de la década de los 2000 dio paso rápidamente a las primeras modelos e influencers que usaron esas plataformas para generar una gran comunidad de seguidores. Y aunque a menudo pudieron ganar dinero a través de la publicidad y otros trabajos de modelo más tradicionales, siguió siendo difícil monetizar directamente a través de las audiencias.
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Al mismo tiempo, la industria del porno se transformó, ofreciendo contenido sexualmente explícito a través de ciertas páginas de Internet a cualquiera que tuviera una conexión a Internet.
Los estudios estaban dirigidos en su mayoría por hombres que contrataban a hombres y mujeres para el trabajo sexual.
Nick y Courtney dijeron que fue tras entrar en las redes sociales y darse cuenta del éxito que tenían las mujeres atractivas en bikini y lencería cuando se les ocurrió la idea de intentarlo. Ambos son deportistas y Courtney señala que su inspiración al principio fueron los posts sobre motivación para hacer ejercicio.
Al principio, las publicaciones tenían un éxito moderado, pero ganaban el suficiente dinero con ellas como para dejar sus trabajos.
Eso cambió cuando Courtney lanzó un sitio web de pago donde los seguidores podían comprar packs de fotos. Una vez que OnlyFans surgió como un fenómeno cultural dominante en 2020, creó una cuenta y el dinero empezó realmente a entrar.
OnlyFans reintrodujo el pago por contenidos para adultos en una escala diferente debido a que ciertos creadores eran influencers. Fue la primera plataforma de medios sociales de pago con reputación de contenido sexualmente explícito que se hizo popular.
OnlyFans informó hace poco que más de 150 millones de personas tienen cuentas para ver contenidos en su plataforma, algunos de los cuales están disponibles de forma gratuita.
Más de 1.5 millones de personas crean contenido en la plataforma, algunos de los cuales no son explícitos y no tienen carácter sexual. Los modelos que muestran desde fotos y videos en bikini hasta totalmente desnudos y pornográficos tienen ahora una forma lucrativa de monetizarlos, pero el ingreso medio aproximado de un creador de OnlyFans siguen siendo bajo, de sólo 150 dólares al mes.