Por David Ingram - NBC News
El viernes por la noche, una mujer de una ciudad de la Costa Este salió de un bar, condujo y empezó a recibir alertas en su teléfono.
“Se ha encontrado un AirTag moviéndose con usted”, decía una notificación en su celular iPhone. “La ubicación de este AirTag puede ser vista por el propietario”, añadió.
Alarmada de que alguien pudiera estar siguiéndola, empezó a revisar su bolso, los bolsillos de su abrigo y su cartera en busca de un AirTag, un dispositivo de seguimiento fabricado por Apple que salió a la venta este año. Pero no encontró nada.
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“No quería volver a casa, así que pasé la noche en algún sitio y me dije que lo resolvería por la mañana”, escribió más tarde en su cuenta de Twitter, que ya ha hecho privada.
Al día siguiente, hizo que alguien revisara su coche, y encontraron un AirTag pegado dentro de un hueco de la rueda.
“Me molesta porque no importa lo seguras que las mujeres traten de estar (NUNCA estuve sola, aparcada en un lugar bien iluminado, etc...) no importa si alguien realmente desea hacerte daño”, escribió.
En un mensaje de seguimiento a nuestra cadena hermana NBC News, dijo que ahora sospecha que alguien estaba tratando de robar su coche porque no estaba estacionado lo suficientemente cerca del bar para que alguien la asocie con el vehículo. Denunció el incidente a las fuerzas del orden, pero que no sabía si iban a investigar. Su amiga tiró el rastreador.
NBC News no ha verificado los detalles de su experiencia, pero se hace eco de un número creciente de reclamaciones sobre la nueva baliza de localización de Apple. Se acumulan las pruebas de que hay personas que utilizan las AirTags para intentar acosar a otras y robar coches, según los agentes de la ley, las noticias locales, las anécdotas personales publicadas en las redes sociales y los expertos en violencia doméstica y seguridad informática.
“No creo que haya ninguna duda de que las AirTags de Apple se están utilizando para acosar”, explicó Eva Galperin, directora de ciberseguridad de la Electronic Frontier Foundation, un grupo de privacidad digital con sede en San Francisco. Ella fue una de las personas que predijo este resultado hace meses.
La policía de Colorado, Georgia, Michigan y Texas ha denunciado el uso indebido de las AirTags, incluso para el acoso doméstico y el intento de robo de coches. La oficina del sheriff de Twin Falls, Idaho, advirtió este mes a los residentes que las AirTags suponen un peligro, especialmente para las posibles víctimas de violencia doméstica. Y un intento de seguimiento no deseado descrito en TikTok ha recibido más de 27 millones de visitas.
Las AirTags tienen un uso legítimo, pero su mal uso también encaja en un mercado en expansión de la tecnología de vigilancia, ya que la gente compra otros dispositivos conectados a la nube, como cámaras, para vigilarse unos a otros y para cometer o impedir delitos.
Un departamento de policía de Connecticut comunicó a los residentes en junio que consideraran la posibilidad de poner las AirTags “en algún lugar oculto en su coche, barco, moto acuática o incluso en una mochila”, para recuperarlas en caso de robo. Algunas personas han declarado haber utilizado las AirTags para recuperar bicicletas robadas.
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Las balizas de localización fabricadas por otras empresas existen desde hace años, pero el producto de Apple es especialmente potente porque utiliza la red de más de mil millones de dispositivos de la empresa y su servicio de computación en la nube para actualizar con frecuencia la ubicación de una AirTag.
“Las personas que tienen un comportamiento insano o abusivo se han dado cuenta de repente de que disponen de una herramienta sofisticada, barata y enormemente eficaz”, afirma Adam Dodge, un abogado de California especializado en la formación de organizaciones sin ánimo de lucro, cuerpos de seguridad y otras organizaciones para hacer frente a los abusos en internet.
Apple comercializa las AirTags como una forma de encontrar objetos personales como llaves, carteras o mochilas, tanto si se pierden en casa como si están lejos, como en la playa. Cada dispositivo se vende por 29 dólares en la página web de Apple, o cuatro por 99 dólares.
Una aplicación llamada Find My (Encuéntrame) en los iPhones rastrea la distancia de las etiquetas y muestra un mapa con su ubicación.
Pero las AirTags se conectan con algo más que el iPhone del propietario. Mediante la tecnología Bluetooth, una AirTag envía una señal que cualquier iPhone, iPad o Mac cercano puede detectar. Estos dispositivos pueden entonces enviar la ubicación de una AirTag a la red de computación en la nube de Apple y al propietario.
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Apple afirma que sólo el propietario de una AirTag puede ver dónde se encuentra, y que el propio dispositivo no almacena datos de localización ni su historial.
Apple no ha hecho públicas las cifras de ventas de las AirTags. Gene Munster, socio gerente de la empresa de inversiones Loup, dijo que estima que las ventas hasta ahora son de 25 millones de dispositivos, basándose en un análisis de los datos de búsqueda de Google para las AirTags y otros productos.
Un representante de Apple no discutió que algunas personas estuvieran usando indebidamente las AirTags para rastrear a otras. Sin embargo, se negó a decir cuántas veces las fuerzas del orden locales se han puesto en contacto con la empresa para pedir información sobre el propietario de una AirTag.
Aunque no está claro hasta qué punto está extendido el abuso de las AirTags, el peligro potencial ha llevado a Apple a realizar dos actualizaciones de software en los últimos meses.
Uno de los cambios tiene que ver con una función para disuadir el seguimiento no deseado: un AirTag emitirá un sonido si se aleja de su dueño durante demasiado tiempo. En junio, Apple redujo ese periodo de tiempo de tres días a un tiempo aleatorio de 8 a 24 horas.
El segundo cambio se refiere a las notificaciones telefónicas que pueden recibir las personas que viajan con la AirTag de otra persona, incluida una que ha sido colocada. Las personas con iPhones ya tenían la posibilidad de recibir una notificación que decía: “AirTag encontrado moviéndose con usted: la ubicación de este AirTag puede ser vista por el propietario”.
Pero las notificaciones similares no llegarían a los miles de millones de personas con teléfonos inteligentes que utilizan el sistema operativo Android. La semana pasada, Apple lanzó una aplicación llamada Tracker Detect que esos usuarios pueden descargar para recibir notificaciones, aunque no es una solución universal.
“No todo el mundo quiere descargarse la aplicación. No todo el mundo sabe descargarla”, dijo Galperin de la EFF. “Esas mitigaciones no son suficientes”. Cualquier cambio más amplio requeriría la actuación de Google, propietario de Android, dijo. Google no respondió a una solicitud de comentarios.
En un comunicado el lunes, Apple dijo: “Nos tomamos la seguridad del cliente muy en serio y estamos comprometidos con la privacidad y la seguridad de AirTag”.
La compañía dijo que sus características para desalentar el seguimiento no deseado eran una novedad en la industria. “Estamos subiendo el listón de la privacidad para nuestros usuarios y la industria, y esperamos que otros nos sigan”, dijo.
Erica Olsen, directora del proyecto de red de seguridad de la Red Nacional para Acabar con la Violencia Doméstica, dijo que el uso indebido de las AirTags es preocupante, pero que Apple merece el crédito por tratar de crear salvaguardias, algo que, según ella, no ha hecho ningún otro fabricante de balizas de localización.
“Nos alegramos de que se hayan dado algunos pasos hacia la creación de salvaguardias, y esperamos que se convierta en una norma para toda la industria”, dijo. Añadió que un cambio vale la pena si hace que los dispositivos sean incluso ligeramente menos útiles para un abusador.
Olsen dijo que antes de que las AirTags salieran a la venta en abril, ya era una práctica habitual que los centros de acogida y otros proveedores de servicios comprobaran los objetos personales de una persona en busca de dispositivos de rastreo tras su llegada. Y dijo que no es realista pensar en volver a un mundo sin esos dispositivos, ya sean fabricados por Apple o por cualquier otro.
“No son los únicos, como empresa, que quieren ofrecer algo que mucha gente quiere usar, y que quiere usar de forma legítima”, dijo Olsen.
Pero hay situaciones en las que Apple no ha propuesto una solución, como cuando alguien no puede encontrar la AirTag que le está siguiendo.
En un vídeo del 21 de noviembre, visto 27 millones de veces, una usuaria de TikTok dijo que su iPhone le informaba de un accesorio desconocido que viajaba con ella desde Texas en un vuelo a Boston. Pero después de registrar su equipaje, dijo en el vídeo: “No encuentro un rastreador”.
En un segundo vídeo, seis días después, dijo que acabó encontrando un AirTag que alguien había pegado en el interior de su bolsa de viaje. No dijo quién podría haberlo hecho, pero afirmó en un comentario que la bolsa había estado cerca de una ventana corrediza de su camioneta mientras estaba de compras en Texas antes de su vuelo.
El detective Bryan Franke, del departamento de policía de Longmont, Colorado, dijo que su departamento está investigando dos casos recientes de acoso doméstico en los que los sospechosos utilizaron AirTags.
Dijo que los dispositivos tienen algunas ventajas para los posibles acosadores en comparación con otros rastreadores GPS, incluida la conexión a la red de la nube de Apple para dar ubicaciones más precisas, pero también algunas desventajas. No ofrecen datos históricos, y las notificaciones del teléfono y el sonido de AirTag son elementos disuasorios, dijo.
“Por ahora van a ser populares, pero creo que empezarán a ser residuales. Aunque no van a desaparecer, obviamente”, dijo Franke.
Otros ejemplos ilustran el mal uso de las AirTags.
Una mujer de Nashville, Tennessee, dijo que creía que le habían colocado una AirTag en su coche mientras ayudaba a un amigo a mudarse este mes, y que cuando fue a buscar el dispositivo, dos hombres que habían estado junto a su coche salieron corriendo, informó la cadena WHNT-TV.
Y los agentes de un departamento de policía del área de Toronto, Canadá, han investigado cinco incidentes desde septiembre en los que personas colocaron dispositivos de rastreo, incluidos AirTags, en vehículos de alta gama para localizarlos y robarlos después, según un comunicado de este mes. Los medios de comunicación de Austin y Detroit han informado de incidentes similares.
Apple afirma que cada AirTag se registra con el ID de Apple del propietario, que la empresa dice que puede poner a disposición de las fuerzas del orden -junto con la información personal asociada del propietario de la AirTag- en respuesta a una solicitud legal válida, como una citación.
Pero las fuerzas del orden no siempre hacen esa petición, y muchos supervivientes de delitos no tienen dinero para que un abogado investigue por separado, según Dodge, el letrado de California. Por ahora la mejor manera de contrarrestar los dispositivos de rastreo es ser consciente de que existen y de cómo funcionan.
“Lo que decimos a las víctimas de acoso es que confíen en sus instintos”, dijo. “No contengo la respiración de que vayamos a tener una solución tecnológica perfecta, así que tenemos que trabajar por otros medios”, añadió.
Si usted o alguien que conoce está sufriendo violencia doméstica, póngase en contacto con la Línea Nacional de Violencia Doméstica llamando al 1-800-799-SAFE (7233), visitando www.thehotline.org o enviando el mensaje START al 88788.