Por Carlos Rajo/Columna de Opinión
Alemania confirmó que como en todos lo mundiales es uno de los favoritos para ganar la Copa del Mundo con un triunfo fácil y humillante de 4 a 0 sobre el Portugal del famoso, y supuestamente mejor jugador del mundo en este último año, Cristiano Ronaldo. Por ahora, Estados Unidos tiene esperanza.
En lo que para muchos es el “grupo de la muerte” del mundial, donde además de Alemania y Portugal también se encuentran Estados Unidos y Ghana, alemanes y portugueses jugaron un partido pobre. Culpa de Portugal quizá, que no dio mucha batalla -o del calor y la humedad-, pero lo cierto es que Alemania se encontró con una ventaja casi insuperable al finalizar el primer tiempo no obstante que no había hecho mucho.
El primer gol cayo al minuto 11 en un penalti que convirtió el alemán Thomas Mueller. La jugada se origina en una entrada al centro del área por el alemán MarioGoetze el cual entra en un forcejeo con el defensa portugués Joao Pereira y es derribado. Portugal reclamó que no era penalti. Es posible que el árbitro haya sido un tanto riguroso, sin embargo, sí hubo un cierto jalón o contacto que desequilibró al delantero alemán.
Iba corriendo el tiempo y lo que más llamaba la atención era la literal ausencia del Ronaldo. El delantero portugués, quien juega para el Real Madrid, es no sólo la gran estrella de su selección sino también -al menos en el papel- una de las grandes figuras del mundial. De quien se espera momentos explosivos donde muestre su velocidad, su técnica individual, su olfato de gol y en fin el gran despliegue de talento y capacidad futbolera que semana a semana muestra en la Liga española.
Quién sabe las razones, pero al final, Ronaldo no mostró casi nada. Aun peor, su presencia y magnetismo es por momentos negativa para Portugal ya que pareciera que todo el equipo gira alrededor suyo. Todo el mundo lo busca, muchas veces incluso desperdiciando oportunidades que quizá hubiesen terminado mejor si el compañero hubiera intentado la individual y no viendo sobre su hombro preocupado buscando a Ronaldo. Un hombre no es un equipo.
Habrá que ver si Ronaldo muestra algo en los dos partidos que restan, pero por lo de hoy queda en deuda con el mundo futbolero. Así como se le admira y detesta en igual proporción -más por su arrogancia que por lo que hace en la cancha-, nadie cuestiona su talento como futbolista.
El segundo gol de Alemania salió de un córner al minuto 31 el cual encontró el cabezazo en el centro del área del defensa alemán Hummels. Error claro de los centrales portugueses Pepe y Alves que dejaron que el alemán se metiera en medio de los dos y cabeceara sin dificultad. Algo extraño pasaba hasta este momento. Alemania ganaba sin hacer mayor cosa. Apenas mostrando lo que es habitual en los alemanes: el buen parado en la cancha y su correcto funcionamiento como equipo.
En el minuto 36 pasó algo que fue como el martillazo final para cerrar el partido. El central portugués Pepe lleva la pelota cerca de su área y lo persigue el delantero Mueller. Al verse en peligro -casi le quita el balón- Pepe le da un manotazo al alemán, este se cae y hace un gesto de dolor. Pepe regresa enojado, se acerca a Mueller, se agacha y roza su cabeza con la del alemán. No quedó claro en la imagen de televisión si Pepe golpeó con su cabeza a Mueller -es decir su fue cabezazo- o simplemente fue roce. El punto es que el árbitro que estaba ahí cerca, a metros, de inmediato sacó la tarjeta roja para expulsar a Pepe. Es posible que haya influido en el árbitro la mala fama que tiene el defensa portugués -también del Real Madrid- de tipo marrullero y matón que siempre anda metido en problemas.
Más tarde vendría el tercer gol, casi al finalizar el primer tiempo. De nuevo Mueller, en este caso robando una pelota que había rebotado en el central portugués Alves. Se fueron al descanso y no había más que discutir. Era un Portugal no sólo con un jugador menos, sino un equipo sin espíritu, sin juego individual o colectivo y con su estrella Ronaldo totalmente apagado. Parecía que el gran Cristiano se había levantado con el pie equivocado.
En el segundo tiempo hubo un gol más de los alemanes -el mismo Mueller que le robó un rebote al arquero portugués. Pero pudieron haber habido al menos dos goles más. Dos ocasiones en que el delantero alemán quedó casi solo frente al arquero y en el ultimo instante apareció el pie de un defensa para desviarla al córner. Portugal nunca generó ni siquiera peligro. Apenas un buen tiro de libre de Ronaldo casi al terminar el partido que obligó a una buena atajada a su derecha del portero alemán.
Portugal entonces es aplastado por una Alemania que no hizo gran cosa. A diferencia por ejemplo de la humillación que los holandeses le propinaron a los españoles, donde Holanda dio una muestra de fútbol de alto calibre, lo de las alemanes fue simplemente correcto. Nada extraordinario. Y quizá no sea su culpa, ya que Portugal no los exigió.
Por el momento el resultado, y lo mostrado en el partido, es buena noticia para Estados Unidos. No es de locos pensar que el equipo de USA pueda clasificar en este grupo de la muerte. Este Portugal de Ronaldo y compañía no es el que se esperaba. La derrota ante Alemania los ha puesto en un hoyo negro del cual para salir necesitarán de mucho trabajo anímico y buen fútbol. Y por supuesto, que aparezca el Ronaldo ganador del Balón de Oro 2014 -algo así como el Oscar al mejor futbolista del mundo.