Las víctimas dicen que de pronto, a veces después de escuchar un ruido extraño, comienzan a sentirse mareadas, con dolor de cabeza y molestias que parecen ser por una fuerte contusión que ha dejado hospitalizadas a algunas personas.
El malestar misterioso sido reportado por funcionarios estadounidenses apostados en Cuba, en China y, más recientemente, en Washington D.C.
Ahora una propuesta de ley, presentada el miércoles ante el Congreso, quiere que se aceleren las investigaciones en torno a por qué se han presentado estos problemas y busca que quienes los han padecido reciban pagos por incapacidad.
Con ello, el Gobierno de Joe Biden enfrenta cada vez más presión para atender el tema que también sacudió a las dos anteriores administraciones.
Hacia el año pasado se estaban investigando dos decenas de casos. La cifra ahora es de 130, según dijo un oficial de defensa que pidió el anonimato a la agencia Associated Press.
La mayoría de los casos surgieron en territorio cubano durante 2016, por lo que los síntomas de origen misterioso fueron apodados "síndrome de La Habana" y surgieron sospechas de que se estuvieran usando microondas de tipo arma "sónica".
Pero en abril fue reportado que en los últimos meses ha habido dos posibles casos en Washington, D.C. muy similares. Un posible incidente se habría registrado cerca de la Casa Blanca durante noviembre, según reportes de CNN.
Un análisis hecho público a finales de 2020 apuntaba a que lo más probable es que se debiera a "energía de radiofrecuencia pulsada y dirigida", según concluyeron 19 especialistas médicos y científicos de la Academia Nacional de Ciencias estadounidense.
Con un ataque de ese tipo se pudiera afectar al cerebro y al oído sin que haya "daños estructurales graves" visibles, indicaba el reporte.
Oficiales entrevistados por Associated Press indicaron que todavía se indaga cuál sería la causa y que no se sospecha de algún país en específico, pero que algunos creen que pudiera haber involucramiento ruso.
El médico James Giordano, neurólogo de la Universidad de Georgetown, ha colaborado con el Departamento de Estado en la revisión de las personas afectadas en Cuba y de más personas afectadas en otras sedes diplomáticas que no han sido oficialmente confirmadas.
Giordano dijo que habría dos posibles fuentes de los problemas repentinos: un aparato que esté siendo usado para afectar a las víctimas a propósito o una herramienta pensada para la vigilancia de diplomáticos que accidentalmente haya lastimado a las personas siendo vigiladas.
Sin embargo, en lo que pasan los años sin aclararse las razones de los aparentes ataques, los funcionarios afectados y sus defensores denuncian que ya van varios Gobiernos estadounidenses que no parecen tomarse el problema en serio ni ofrecer ayuda médica.
[Qué es un ataque acústico, como el que habría ocurrido contra funcionarios de EEUU en Cuba]
"En el pasado nos trataron terrible", dijo a AP un oficial de la CIA de 26 años, Marc Polymeropoulos, al que le diagnosticaron una lesión cerebral por traumatismo, sin que se hubiera golpeado la cabeza, después de haber viajado a Rusia en 2017. "Ahora confío en que los que están no solo nos crean sino que aboguen por que tengamos cuidados de salud", agregó.
Polymeropoulos agregó: "Cuando se descubra bien si hay alguien detrás y resulta ser un adversario, se tendrán que tomar decisiones incómodas respecto a cómo reaccionar".
Con información de AP