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Así opera esta empresa de espionaje israelí en México

Formada por exagentes del Mossad, uno de los servicios secretos más temidos del mundo, este consorcio hace perfiles, estudia hábitos y descubre vulnerabilidades. Todo para el mejor postor.

Durante su gobierno, el expresidente mexicano Enrique Pena Nieto contrató a una polémica empresa tecnológica israelí conocida como Pegasus para espiar a políticos, activistas, empresarios y periodistas. El diario El Universal ha revelado este viernes que el gobierno no es el único interesado en el servicio de este tipo de compañías.

Empresarios mexicanos, preocupados por la ola de violencia y corrupción han solicitado los servicios de otra empresa con sede en Israel, integrada por antiguos miembros del servicio secreto de ese país de Oriente Medio, el Mossad, ha agregado el diario.

La empresa, llamada Black Cube, ofrece servicios de inteligencia.

Para llevar a cabo su cometido utilizan prácticas como crear otras empresas o identidades falsas. Se presentan a sus objetivos bajo otro nombre y otro propósito, hacen propuestas difíciles de rechazar, y extraen información valiosa para sus clientes, indica El Universal.

Entre sus herramientas también están las tácticas especializadas de uno de los servicios secretos más temidos en todo el mundo, elaboran perfiles psicológicos de la persona que van a espiar, aprenden sus hábitos y los puntos débiles que pueden hacerlos revelar información confidencial.

Citando fuentes dentro de la empresa, el diario mexicano descubrió que llevan operando en el país al menos un año.

La empresa se interesó en esta nación por ser una de las economías más grandes del mundo, con presencia de empresas trasnacionales.

Black Cube fue fundada en 2010 como una agencia de investigación privada. Entre sus miembros destacan antiguos analistas de seguridad del Estado de Israel.

Una de sus funciones tiene que ver con la búsqueda de pruebas para presentar en juicios, pero también utilizan su información en arbitrajes internacionales e incluso en filtraciones a la prensa, reporta el diario.

A veces, sólo se trata de tener una palanca dentro de una negociación.

Pero no cualquiera puede contratar sus servicios. Por regla general, la agencia privada no se involucra en casos de menos de 20 millones de dólares, y cobran comisiones del 4% y 5%.  

Black Cube opera internacionalmente, en países como España, Estados Unidos y Panamá.

Un ejemplo que ofrece el medio citado es el de un cliente panameño, que creía que un juez de su país estaba cometiendo actos de corrupción.

La empresa montó una elaborada fachada, citó al juez en España, donde un supuesto empresario ruso le ofreció dinero a cambio de que lo ayudara a abrir un club nocturno. El juez cayó en la trampa y habló sobre su red de corrupción, la cual incluía jueces y otros funcionarios del sistema judicial.

Pero también ha tenido clientes sumamente polémicos como el adinerado productor de Hollywood Harvey Weinstein, cuya larga historia de abusos sexuales propició el movimiento de denuncias en internet #MeToo (yo también).

El diario The New York Times reportó que un agente de Black Cube se había hecho pasar por un representante de un grupo defensor de los derechos de las mujeres para reunirse con una de las principales acusadoras y así obtener información que pudiese ayudar a bloquear la publicación de las acusaciones en contra de Weinstein.

Más tarde la empresa israelí pidió disculpas por su involucramiento en el polémico caso.

En el caso de México, fuentes cercanas a la empresa afirmaron a El Universal que nunca trabajan de manera ilegal y citó el argumento de un juez español en una demanda reciente: “Son agresivos, pero 100% legales”.

A pesar de los cuestionamientos sobre este tipo de empresas en varios países, incluidos medios de comunicación israelíes, el diario citado reportó que son varias las empresas en México que operan con un esquema similar.

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