El presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador comenzó una guerra contra los traficantes de combustible en México, conocidos como “huachicoleros”, pero el problema va más allá del simple robo de gasolina, ya que los grupos criminales detrás de esto tienen objetivos más complejos.
El miércoles 30 de enero, en la conferencia matutina del presidente López Obrador, el secretario de Marina, Rafael Ojeda Durán, narró un operativo en el poblado de San Salvador Torrecillas, municipio de Villagrán –aproximadamente a 25 kilómetros de Salamanca– en el que aseguraron 40 pipas que presuntamente se usaban para transportar combustible robado, reportó Sin Embargo en colaboración VICE México.
En el operativo hubo bloqueos con autos incendiados orquestados por miembros del crimen organizado, indicó el militar.
“Por inteligencia se supo que el Cártel de Santa Rosa de Lima estaba convocando a sus agremiados, vamos a decirles así, para la distribución de hidrocarburo en el predio ese, llamado El Hoyo… vamos a seguir investigando todo ese predio, porque lo más seguro es que por ahí haya algunas tomas clandestinas, eso se va a seguir trabajando con personal de Pemex, Ejército, Marina y la Policía Federal”, explicó.
El reporte señala que esa zona se le conoce conoce como el “triángulo del huachicol” en Guanajuato, con casi 2,000 tomas clandestinas detectadas en 2017, y que está en disputa por varios grupos criminales, originalmente dedicados al narcotráfico.
¿Entonces qué hacen los narcotraficantes traficando combustible? La respuesta es sencilla: lo venden a gasolineras, lo utilizan para sus propios autos y fabrican drogas, como metanfetaminas. Negocio redondo.
Son varios los cárteles que participan en el robo, incluido el Santa Rosa de Lima, liderado por José Antonio Yepez Ortíz, alias “El Marro”; además de Los Zetas, que fue uno de los primeros en diversificar sus ingresos al robar gasolina.
En el robo también están metidos el Cártel del Golfo (CDG) y el Jalisco Nueva Generación (CJNG), encabezado por Nemesio Oseguera, “El Mencho”, cuyo grupo es líder en la elaboración y distribución de drogas sintéticas, distribuidas en los Estados Unidos.En un incidente con una narcomanta sobre el robo de combustible supuestamente “El Marro” amenazó al presidente López Obrador, pero luego el narcotraficante acusó a “El Mencho” del mensaje.
El presidente mexicano afirmó que seguirá su batalla contra el tráfico de combustible, ya que afecta las finanzas de Pemex, uno de las principales fuentes de las finanzas mexicanas, al lado del turismo y las remesas de los EEUU.