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La inflación se desacelera en octubre pero los precios siguen altos y la Fed no descarta seguir subiendo los intereses

La disminución del costo de la gasolina contribuyó a la desaceleración, según los nuevos datos federales, que indican que el aumento agresivo de las tasas de interés por parte de la Reserva Federal continúa enfriando la economía poco a poco.

La tasa de inflación en Estados Unidos se desaceleró cinco décimas en octubre, en gran parte debido a los precios más bajos de la gasolina, según los últimos datos de la Oficina de Estadísticas Laborales publicados este martes.

De acuerdo con el nuevo informe, los precios al consumidor respecto al año pasado aumentaron un 3.2% en octubre, frente al 3.7% registrado en septiembre.

La desaceleración significa que el progresivo aumento de las tasas de interés por parte de la Reserva Federal para enfriar la economía está dando resultados. Sin embargo la Fed no ha visto el tipo de progreso que busca para frenar el consumo. Por ende, no descarta volver a subir sus ya históricamente altas tasas.

En el último año y medio, la Fed ha elevado su tasa de interés de referencia 11 veces, a alrededor del 5.4%, el nivel más alto en 22 años.

Los datos de este martes sobre el mes de octubre indican que los precios vuelven a su racha de bajadas después de que en julio y agosto subieran y en septiembre se mantuvieran estables (en términos interanuales).

Sin embargo, los costos de servicios como los alquileres, los viajes y la atención médica siguen aumentando más rápidamente que antes de la pandemia. A la vez, también han subido los costos de las hipotecas, los préstamos para automóviles, tarjetas de crédito y muchas formas de endeudamiento empresarial.

[Por qué se equivoca si cree que la economía de Estados Unidos no marcha por buen camino]

La Fed ha estado tratando de aumentar los costos de endeudamiento lo suficiente como para frenar la inflación sin llevar la economía a una recesión. Los aumentos de tasas han tenido cierto impacto: la inflación interanual ha caído desde un máximo del 9.1% en junio de 2022, el nivel más alto en cuatro décadas.

La semana pasada, el presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, advirtió que si la inflación no se enfriaba lo suficientemente rápido, la Fed “no dudará” en subir aún más las tasas.

Los economistas están siguiendo de cerca varias métricas de la inflación, incluido el costo del alquiler y la vivienda, el seguro médico y servicios como salir a cenar, entretenimiento y viajes.

La razón por la que muchos estadounidenses tienen una visión pesimista sobre la economía, a pesar de un desempleo bajo y una contratación constante, es justo por los precios de los artículos de más uso, según economistas.

La leche, la carne, el pan y otros alimentos siguen siendo mucho más costosos que hace tres años. De hecho, muchos de estos artículos se siguen encareciendo, aunque de forma más gradual.

Con información de The Associated Press.