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México promete una "muy buena relación" con la Administración Biden pese a tensiones recientes

Autoridades mexicanas prevén colaboración con el nuevo presidente estadounidense para temas como la migración, a pesar de que ha habido momentos bilaterales tensos en las últimas semanas por la investigación contra el general Salvador Cienfuegos y desencuentros en torno al cumplimiento del Tratado T-MEC o USMCA.

El presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, no dudó en viajar a Washington D.C. para reunirse con Donald Trump en medio de una pandemia, pero dijo que debía ser precavido cuando tardó más de un mes en reconocer la victoria de Joe Biden.

Después, López Obrador intentó ofrecer asilo a Julian Assange, el fundador de Wikileaks que está acusado de espionaje en Estados Unidos, y remató con acusaciones para las que no ha dado evidencia de que el Departamento de Justicia y la agencia antidrogas estadounidense (DEA, por su sigla en inlglés) supuestamente "fabricaron" una denuncia penal en contra de un general mexicano acusado de tener vínculos con narcotraficantes.

La fiscalía mexicana eligió exculpar a ese general, Salvador Cienfuegos, y, en respuesta, las autoridades de Estados Unidos emitieron comunicados diciéndose "decepcionadas" en sus pares mexicanos. Los gobiernos de México y Estados Unidos han tenido desencuentros en el pasado, pero raramente se había dado un cruce de palabras tan público.

Se preveía así un panorama poco propicio para entablar de buen modo la relación con una nueva Administración estadounidense.

Sin embargo, este miércoles con el recién inaugurado Gobierno de Joe Biden y Kamala Harris, autoridades mexicanas buscaron asegurar que la relación sí será buena y propositiva, a decir del secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard.

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México y Estados Unidos comparten una frontera de más de 3,100 kilómetros (casi 2,000 millas), por la cual hay vínculos muy estrechos e importantes en cuestión de seguridad, económica y comercial, cultural y, por supuesto, migratoria.

López Obrador destacó el miercóles que en los planes para atender la pandemia, para reactivar la economía y en el aspecto de inmigración parece haber coincidencias para colaborar. Biden tiene un plan para que las personas indocumentadas, muchas de ascendencia mexicana, accedan a la ciudadanía en un futuro y se buscará atender las causas que promueven la emigración desde Centroamérica en un posible acuerdo conjunto con México.

Sin embargo, en otros temas hay cimientos de posibles disputas bilaterales.

Un panel independiente determinó a finales del año pasado que México no está cumpliendo a cabalidad con el tratado comercial T-MEC o USMCA, lo cual según analistas pudiera desatar un "caudal de demandas".

La Administración Biden ha indicado que dará prioridad a temas de combate al cambio climático y a promover energías limpias; López Obrador ha apostado por el petróleo e incluso ha opinado que las energías renovables son un "sofisma" (engaño) de políticos "neoliberales".

Mientras que la cooperación para la seguridad transfronteriza está en momentos inciertos por las críticas de López Obrador a una parte de los agentes que las realizan. Después de que fuera detenido Cienfuegos, el Congreso mexicano –donde el partido del presidente tiene mayoría– aprobó una reforma que restringe la actuación de agentes del FBI, de la DEA o de otras agencias de gobiernos extranjeros.

Y es que para López Obrador, apodado AMLO, lo importante para la relación bilateral es que no haya lo que él asume como "injerencismo" o "ninguneo" desde Washington. Esa supuesta "injerencia" incluiría temas como las exigencias de que se cumplan bien los requisitos del T-MEC o el que haya un enfoque de cooperación policial.

Es por esa razón que el presidente mexicano todavía opinó la mañana de este miércoles que considera que Donald Trump fomentó una relación con "pocos desencuentros", porque AMLO dio a entender que le pareció que Trump no le impuso decisiones.

Eso, a pesar de los comentarios que Trump hizo en varias ocasiones acusando a los mexicanos de ser supuestos violadores y "bad hombres", a que orilló a autoridades mexicanas a negociar un nuevo acuerdo comercial después de que Trump abandonó unilateralmente el TLCAN o NAFTA, o a que el ahora expresidente estadounidense forzó a México, con la amenaza de imponer aranceles, a adoptar la política migratoria que la Casa Blanca quería.

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Como ejemplo de por qué cree que la relación con Trump fue favorable, este miércoles AMLO dijo que Trump no "mandó agentes" a territorio mexicano después de que una familia mormona binacional fue masacrada a finales de 2019 o después de que las fuerzas armadas mexicanas arrestaran y dejaran ir de inmediato a uno de los hijos de Joaquín "El Chapo" Guzmán.

En esos momentos, Trump llegó a decir que era momento de "hacer guerra" y que querría clasificar a grupos del narcotráfico mexicanos como grupos terroristas. No lo hizo, y para AMLO eso fue causa de celebrar, según dijo este miércoles.

"Hubo respeto", declaró López Obrador, en un aparente mensaje hacia el nuevo Gobierno estadounidense sobre qué considera como respeto y qué espera de Biden.

"Necesitamos mantener una muy buena relación", dijo, "y no tengo la menor duda de que va a ser así". Pero "con respeto a nuestra soberanía", agregó, al indicar que "se tiene que buscar que haya cooperación ordenada, respetuosa y que no haya injerencismo de ningún Gobierno".